Aprovechando que ahora voy a tener más tiempo, voy a darle caña al blog y terminar los posts de Bélgica. Esperemos que esto termine pronto para poder seguir descubriendo rincones tan bonitos como los que os enseño hoy.
Amanecimos el 1 de enero en Bruselas y sin resaca, qué sensación más rara jajajajaja. Aún así nos despertamos tarde y decidimos hacer unos macarrones en el hotel, porque... las costumbres no hay que perderlas jajaja.
Ilusa de mí, pensé que todo el mundo iba a estar en sus casas con resaca, celebrando el año nuevo y que íbamos a poder disfrutar de una Bruselas más o menos vacía, pues no. Seguía estando a tope ;D
Nuestro planning para este día fue el siguiente:
Grand Place: disfrutarla de día era algo que nos faltaba y nos gustó igual que de noche.
Mannaken Pis: la famosa fuente del niño meón. Nosotros aprovechamos a comernos un gofre en la misma calle. Madre mía qué buenos estaban.
Por supuesto, también aprovechamos el día para comprar souvenirs, imanes y muuuucho chocolate.
Jeanneken Pis: la versión femenina del Manneken Pis. Como está en la calle de Delirium, pues cayó otra cervecita pal body :)
Terminamos el día en el mercado navideño de Santa Catherine donde descansamos un poquito tomando una cerveza en el pabellón de Leffe y pudimos disfrutar del atardecer subidos en la noria. No había mejor forma de despedir el último día completo por Bruselas.
Este día hacía bastante frío y como ya habíamos visto todo y paseado bastante por los mismos lugares, volvimos al hotel a entrar en calor mientras vimos una peli en el iPad.
Para cenar, Roberto bajó al kebab de debajo del hotel y esa fue nuestra cena de año nuevo.
Como mañana visitaríamos Gante, os cuento también hoy lo que hicimos el día de vuelta.
El avión salía a las 16:50 con lo que teníamos toda la mañana libre. Nos levantamos, nos duchamos, desayunamos y preparamos la maleta con bastante miedo de que nos fuéramos a pasar de kilos, ya que a la ida volamos con los 20kg ya justos. Habíamos comprado bastantes cosas de peso y tuvimos que sacar muchas cosas de la maleta y pasarlas a la mochila. No me digáis qué hicimos pero a la vuelta nos pesó 18!!! Si lo llego a saber había descargado un poco la mochila, que iba a reventar!!! jajaja.
Cuando terminamos con el tetris decidimos salir a visitar lo último que nos quedaba:
Parque del Cincuentenario: se encuentra alejado del resto de lugares a visitar, en el barrio europeo. Allí se encuentran todos los edificios de la Unión Europea y se ve una Bruselas muy diferente.
Cada vez llovía más así que visto el arco, volvimos al hotel a por las maletas para empezar nuestro camino al aeropuerto. Paramos a comer en la estación de tren donde compramos los billetes para ir al aeropuerto.
En el próximo post os contaré el día que visitamos Gante.
Fuente: este post proviene de Con N de Noemi, donde puedes consultar el contenido original.
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