Hoy vengo con el cuarto día en Bélgica en el que visitamos la bonita ciudad de Gante.
Nuestro tren salía a las 10:30 de la estación del norte y a las 11:00 ya estábamos en nuestro destino del día. Nada más salir de la estación, cogimos el tranvía que nos dejaba en el centro, ya que aquí, a diferencia de Brujas, la estación está bastante lejos del centro de la ciudad.
Nuestra primera parada fue el Muelle Korenlei desde donde hicimos estas fotos tan chulas y desde donde salen los barcos que hacen la ruta por los canales. Si no recuerdo mal el paseo costaba 8€ por persona e imprescindible no es, pero como nosotros nos habíamos quedado con el gusanillo de haberlo hecho en Brujas... No lo dudamos y fue lo primero que hicimos.
A diferencia del día que fuimos a Brujas, en Gante se estaba genial, había gente pero no tanta y pudimos disfrutar mucho más de la ciudad. Por eso creo que esta vez he vuelto con mejor sabor de boca de Gante que de Brujas, a diferencia de la primera vez que fui que fue al revés.
Después del paseo en barca, dimos otro andando por los puentes y nos perdimos un poco por sus calles. ¡Cómo me gusta hacer esto!
La siguiente parada fue el Castillo de los Condes de Flandes. Tiene un horario de 10:00-17:00 en invierno y el precio de la entrada son 10€. Ésta sí creemos que es una visita obligatoria. Nos gustó muchísimo, el castillo está muy bien conservado y además te dan un audio-guía en español que te va explicando todo con un toque de humor. Viene genial para entender un poco más la historia. Eso sí, tenéis que contar con unas dos horas para verlo bien.
Cuando terminamos de verlo ya era la hora de comer, estábamos helados y necesitábamos entrar en calor. Acabamos comiendo una hamburguesa en una cadena que ahora mismo no recuerdo el nombre, pero era muy parecida a Mc´Donald´s o Burguer King.
Después de comer decidimos ir a ver la Calle de los grafittis antes de que se hiciera de noche. Es una calle muy peculiar en la que absolutamente todo está pintado.
El resto de la tarde la dedicamos a ver todos los mercadillos navideños de la ciudad y a comernos un gofre.
Sobre las 19:00, cuando ya habíamos visto todo, volvimos a coger el tranvía de vuelta a la estación. A las 20:00 ya estábamos en Bruselas y decidimos pararnos en la estación central para coger el cucurucho de patatas tan típico en Bélgica. La verdad es que estaban buenísimas. Entre eso y el gofre que nos habíamos comido para merendar ya estábamos cenados así que volvimos al hotel.
Y así acaba nuestro viaje por Bélgica en fin de año. Yo siempre había querido pasar la nochevieja fuera de casa así que... un sueño viajero más cumplido!!!
Con respecto al clima que tuvimos allí, deciros que hizo frío (lo dice una burgalesa acostumbrada a ello...) Yo llevaba siempre una camiseta de manga larga térmica, encima un jersey gordo y el plumas, además de unos calcetines gordos, botas, bufanda y guantes. El gorro lo llevábamos siempre en la mochila y lo sacábamos por la tarde que era cuando más refrescaba, excepto en Gante que desde el minuto uno teníamos que llevarlo.
En cuanto a las temperaturas andaban entre -3 y 5 pero con una humedad del 80% y eso se nota. No nos llovió mas que el último día antes de irnos así que en ese aspecto estamos contentos porque con el frío contábamos pero si hubiese llovido... hubiese sido otra cosa.
Nosotros combinamos las visitas y actividades en espacios cerrados con los paseos, así por lo menos teníamos tiempo de entrar en calor para seguir un rato más por la calle.
Este viaje se puede hacer perfectamente en 3 días dedicando un día a cada ciudad pero esta vez preferimos alargarlo un poco para no ir a mata caballo y poder saborearlo más. A veces viene bien viajar así para no andar con prisas y si te gusta un sitio, poder pasear por él con tranquilidad e incluso visitarlo más de una vez.
Ahora con todo este rollo del coronavirus sólo deseo que acabe para poder seguir recorriendo el mundo e ir tachando lugares de la lista (que no es corta).
¡Nos vemos en la siguiente!