Con el permiso del Maestre, os sigo contando el viajecito de este verano.
DIA 2
Me levanto pronto.
La etapa de hoy es larga y el principio es complicado: 70 km de pista que no se a ciencia cierta si se podrán realizar (algunos tramos presentan desniveles superiores al 23% y con la BMW F800GS no sé yo)
Cuando llevo un par de kilómetros de pista me encuentro con unos senderistas que me dan el alto y me comentan que por ahí no voy a poder pasar.
Yo sigo para adelante pero a los pocos metros veo una señal que prohíbe el paso y entonces si decido dar la vuelta.
Menos mal por que cuando ya salía me encontré con un forestal que me dijo que no podía circular por allí. Le asentí educadamente y le dije que ya había visto el cartel y que me había dado la vuelta. Nos despedimos y seguí hasta llegar a la carretera que me había llevado hasta allí.
Como uno es previsor y no lo tenía claro, había preparado una ruta alternativa, aunque con más carretera. Me fastidió un poco porque me hacía ilusión ir por campo hasta Potes, pero no pudo ser.
De todas formas... tomé un tramo de carretera muy chulo, con muchas curvas enlazadas unas con otras y sin apenas tráfico, Una pasada...!
También iba cogiendo alguna pista entre los distintos pueblos que me acercaban a los Picos de Europa. Al fondo ya se divisaban las moles graníticas.
Subí a un mirador colgante que tenía unas vistas impresionantes del desfiladero de la Hermida, si os fijáis bien en la foto se ve la carretera minúscula, para que os hagáis una idea de la magnitud.
Y ya cerca de Potes una pista con unas vistas de los picos increíbles, me hizo disfrutar como un enano. Este mismo camino me llevaría hasta Cabrales donde paré a comer: que bien se come en el Norte... !.
Después de reponer fuerzas con una buena fabada y un buen cachopo, reemprendí la marcha hacia el desfiladero de los Beyos, para posteriormente desviarme y recorrer el parque natural de Ponga,.
Un autética maravill.
Y no está tan masificado como los picos por la masificación. Aquí también disfrute como un enano en sus carreteras angostas y llenas de curvas. Impresionantes.
Una vez salí de nuevo a la carretera general, enseguida me volvía a desviar para subir a Casielles, una aldea situada a unos 3 km y que tiene una subida espectacular.
Allí me encontré con un par de ancianitas que, extrañadas, me preguntaron de donde venia.
Me dijeron que por que no visitaba su pueblo que estaba a menos de 2 km de allí.
Les comenté que se me hacía tarde, pero... aun así me ofrecieron alojamiento gratis.
Como mi objetivo era dormir en Riaño, me despedí de ellas agradeciéndoles su generoso ofrecimiento y prometiéndoles volver.
Continué hasta el camping de Riaño (por cierto un camping chulísimo y los empleados super atentos)
Me gustó mucho la verdad.
Y tiene una vistas increíbles.
TO BE CONTINUED.