Ahora toca conocer y explorar esta zona que me ha cautivado.
Diferente a otras zonas, pero igualmente preciosa.
Al grano.BMW F800GS Adventure. Trail Forever: Castillos y Olivos
Bajé primero por carretera hasta el Real Sitio de Aranjuez.
Desde allí todo por pistas hasta mi destino: los molinos Quijotescos de Consuegra.
Aranjuez se estaba llenado de "turisteo" y enseguida abandoné esta preciosa ciudad para adentrarme en el campo Castellano- Manchego.
Tras muy pocos kilómetros veo... lo que parece ser un torreón en lo alto de una colina. Iluminado por el sol, majestuoso, sobre su colina.
Me pregunto... ¿Se podrá subir hasta el con la moto?.
Pues... efectivamente.
Hay una pista que sube hasta lo que lo que debió de ser un pueblo y su castillo.
Todo ello convenientemente abandonado y en mal estado.
El torreón presenta unas grietas profundas que amenazan derrumbe.
No creo que le quede mucho tiempo de penurias, en ese estado.
Una pena, con lo bonito que es y el enclave en el que está levantado.
Me entretengo un buen rato observando la ruinas.
Realmente en un sitio fantástico... pero acabo de empezar y el camino es largo.
BMW F800GS Adventure. Trail Forever: Castillos y Olivos
Dejo con mucho pesar este sitio tan mágico y salgo a la gran llanura, donde los caminos no parecen tener fin, con un horizonte infinito.
Se van sucediendo los caminos con los campos de labranza flanqueándolos, con mil y un contrastes y tonalidades ocres, rectas kilométricas y en el horizonte un azul intenso.
Campos labrados con mucho esmero.
Hay que verlos para creerlo.
Tan vastos terrenos y tan bien cuidado.
Si no fuera por los agricultores sería un secarral, por no decir un semi-desierto.
Y... Hay que ver que máquinas se gastan, da gusto ver como trabajan y con que soltura las llevan, no debe de ser fácil
Según avanzo va cambiando el paisaje.
Ya se ve algún pinar de repoblación y van a pareciendo los olivos.
A partir de ahora serán los protagonistas del paisaje.
A esto llego a la leal Villa de Yepes o Toledillo, una localidad con mucha historia y que me sorprendió bastante.
Tiene unas puertas semi-amuralladas muy interesantes, Y también una colegiata.
Dejo Yepes y bajo por una amplia pista que transcurre por el interior de un páramo de tierras calizas que se alza a mi derecha, también observo una colina a la cual decido subir para contemplar las vistas que ofrece, me gustó tanto el sitio que decidí para a descansar y a tomarme el bocata que llevaba.
Creo que acerté con la época del año y el día para recorrer estas tierras.
Imagino que aquí en pleno verano... no habrá quien aguante el calor.
Recorrí varias pistas por algunos kilómetros y cerca de la vega de un pequeño rió, me encontré a este solitario árbol en un campo recién sembrado.
También vadee un río con lecho de arena, el cual me costó algo más de lo que pensaba.
Parecía que llevaba poca agua, pero cubría casi hasta el escape.
En parte por que la arena cedió al paso de la moto y esta se hundió.
A partir de ahora y por unos buenos kilómetros aparecería otro protagonista en el camino: la arena.
En mas de una coasión, me hizo ir sin cortar gas para que la moto no se hundiera.
Y llevar esta moto tan pesada a ritmo rápido y por la arena, cansa bastante.
La arena y los olivos se repartian el protagonismo, aunque alguna excepción había a lo largo del camino: Este pequeño oasis verde entre tanto ocre, por ejemplo.
Dicen de Jaén que es un mar de olivos, pero esta zona no se queda atrás.
(Por cierto. Tengo ganas de recorrer esas tierras Jienenses camino de Cazorla y Sierra Nevada).
En estos diezmos me llevé un buen susto.
De repente veo unas sombras sobre mi cabeza.
Miro para arriba y veo lo que parecen unos buitres.
¡Pero son más grades! ¡Y diferentes...!
Espero que se posen y cual es mi sorpresa...
¡Son avutardas!
¡Que maravilla...!
Nunca las había visto en libertad.
Pero no tuve tiempo de sacar la cámara y hacerles una foto.
En cuanto paré, salieron volando de nuevo.
Una lástima.
Otro castillo más en su atalaya, pero a este no subí (estuve hace unos dos meses y ademas iba con muco retraso. Las arenas me habían retrasado más de la cuenta).
Hice un pequeño tramo por carretera dejando otro castillo a mi derecha.
También tenía planeado subir hasta él, pero era tarde ya.
Y si quería llegar con buena luz a Consuegra tenía que apurarme.
Aún asi...una vez más el destino me tenia preparada otra sorpresa: Un laberinto de caminos de tierra rojiza recién arados, en los cuales la moto se hundía casi más que en las arenas.
Si a esto le sumas que tenía que ir navegando, puesto que los caminos desaparecían a menudo...
Pues, mas retraso y mas cansancio.
Por fin pude llegar a mi destino.
Con los últimos rayos de sol sobre la colina donde descansan los famosos molinos y su castillo.
Esos tenues rayos convertían en dorado todo aquello que tocaban, desvirtuando los colores ocre del pasto seco y de la tierra.
Subí hasta ellos y... claro, un sitio tan peculiar y en fin de semana...
Mas "turisteo".
Estuve un rato recorriendo el paraje y haciendo fotos.
"Buscando la luz desesperadamente"
Para poder sacar la mejor foto posible.
Bueno esto es todo por hoy.
Espero que os haya gustado.