Aunque he intentado resumir todo lo posible el post es largo y he tenido que dividirlo en dos para no eternizarme (un fin de semana puede dar de sí mucho más de lo que parece): el lunes que viene publicaré la segunda parte. El primer día vamos a exprimirlo en Belfast City, el centro y demás lugares de interés cercanos. Pueden parecer muchísimas cosas pero no hay que asustarse, la mayoría de todo ello está bastante concentrado y en un paseo mañanero podemos ver al menos cinco puntos turísticos. Todas las fotos son mías o de mi hermana, aunque de algunos sitios que comento no tengo buenas imágenes, por eso me voy a remitir más de una vez a instagram para que veáis algún monumento o punto de interés concreto.
¿Quién se sube al avión virtual a vivir un día en la que ahora es mi ciudad?
Centro de Belfast: El ayuntamiento o City Hall es el centro de la ciudad, un edificio impresionante con amplios jardines que ofrece visitas guiadas gratuitas varias veces al día. En uno de los jardines laterales del edificio se encuentra el Titanic Memorial en recuerdo a todas aquellas personas que perdieron la vida en el naufragio de este barco que se construyó en Belfast.
Una cosa curiosa sobre el ayuntamiento es que habitualmente no tiene bandera por respeto a las diferencias en Belfast. La única vez que he visto ondear la bandera fue anoche, después de los atentados en París iluminaron el edificio con los colores de la bandera francesa y sacaron la del Reino Unido.
A pocos minutos del ayuntamiento hay muchos bares estilo irlandés. Mi preferido es The Crown Bar, enorme y muy tradicional, los muebles y estilo se conservan tal cual estaban cuando abrió en 1885 y todavía se utilizan lámparas de aceite en su interior. Si prefieres un sitio más pequeño para tomar unas cervezas lo suyo es ir a Kellys Cellar, uno de los pubs irlandeses más antiguos de Belfast donde a menudo se toca música irlandesa en directo. Eso sí, os advierto de que aquí es todo carísimo, ¡sobre todo los bares!
Victoria Square: Un centro comercial situado en el centro de Belfast cubierto por una inmensa bola de cristal (el Dome) que hace a su vez de mirador. Se puede subir en ascensor hasta arriba y tiene bonitas vistas de la ciudad.
Saint George Market: Abierto viernes, sábado y domingo, tiene una gran variedad de comida típica, antigüedades, libros, souvenirs,... es un lugar para perderse un rato, además normalmente suele haber una banda tocando música en directo.
Río Lagan: A unos diez minutos del ayuntamiento nos encontramos con el Albert Clock (una torre ligeramente inclinada en honor al príncipe consorte de la reina Victoria) y al Big Fish, una de mis esculturas preferidas de la ciudad. Es un pez enorme formado por azulejos que llevan grabados trozos de la historia de Belfast. Dicen que da suerte darle un besito (;
Beacon of Hope (Faro de la Esperanza): Enfrente del pez y encabezando uno de los puentes del Lagan nos encontramos con una enorme escultura metálica que representa la paz y la armonía. El aro que sostiene entre las manos es the ring of thanksgivin.
Saint Annes Cathedral: Siendo sincera, a la catedral no le veo ningún misterio, tiene su encanto pero no es grande ni espectacular. Lo mejor del "Cathedral Quarter" son las callejuelas que lo componen, muchas de ellas llenas de murales con ilustraciones impresionantes. En esta zona destacan "las entries", pasadizos que llevan a calles estrechas repletas de pubs y bares típicos.
Botanic Gardens y Queens University: A unos quince minutos del centro llegamos a la zona universitaria. El edificio de la universidad es impresionante, merece la pena pasar a verlo aunque sea por fuera. Justo al lado tenemos los Jardines Botánicos con su famoso invernadero Palm House, una especie de casa de cristal con multitud de flores y plantas en el interior. La entrada es gratuita, aunque cierra bastante temprano por la tarde.
Murales del Conflicto y muro de la paz: Como seguramente ya sabréis, hasta finales de los noventa Irlanda del Norte fue zona de conflicto. Aquí se utiliza el término "the troubles" para hablar de la guerra que enfrentó a católicos (republicanos irlandeses) y protestantes (ingleses). No muy lejos del centro hay un larguísimo muro que separa la zona católica de la protestante (el llamado muro de la paz) y a cada lado hay distintos murales que cuentan historias del conflicto desde distintos puntos de vista. Se puede coger un Black Taxi para visitar la zona, el conductor va explicando cada uno de los murales en un recorrido de una o dos horas y merece la pena.
Si bien es cierto que ahora Belfast es una ciudad segura, es peligroso acercarse a esta zona de noche y no es recomendable preguntar a personas mayores cómo llegar a determinados murales, ya que se pueden sentir molestas y enfadadas.
Belfast Harbour: Volviendo a la zona del Big Fish, lo mejor para visitar el puerto de Belfast es cruzar el puente del Lagan y seguir la ribera. Belfast es una ciudad con puerto pero sin playa y es conocida por ser la ciudad que vio nacer al Titanic, de modo que toda esta zona gira en torno al tema del trasatlántico. En el puerto tenemos a SS Nomandic restaurado, el barco de vapor encargado de llevar los pasajeros que embarcaban en puertos pequeños hasta el Titanic (demasiado grande para entrar en dichos puertos) y un enorme museo con forma de barco: el Titanic museum. Se necesitan al menos cuatro horas para visitarlo, así que si os quedáis sólo un fin de semana os recomiendo que lo veáis por fuera a no ser que tengáis muchísimo interés en el tema. El tamaño del museo es el mismo que el que tenía la proa del Titanic.
Es esta zona veremos también los astilleros de Harland and Wolff, empresa de construcción naval que construyó el Titanic y que se ha convertido en uno de los iconos más emblemáticos de Belfast. Hoy en día sigue en funcionamiento.
Si aún os sentís con ganas de andar un poco más, siguiendo el puerto más allá del Titanic museum encontramos Titanic Dock, un lugar bastante gris y enorme, poco bonito en realidad pero con mucha historia: fue allí donde en 1911 estuvo situado el Titanic. Lo que más llama la atención es el tamaño, en este sitio te das cuenta de lo enorme que fue el barco.
¿Apetece descansar un poco después de un día de tanto andar? Es el momento de acercarse a los bares que os he mencionado al principio, cerca del ayuntamiento y con mucha vidilla. Parecen muchas cosas pero creedme, si se madruga un poco y se le echan ganas da tiempo de todo. Cuando estuvo mi hermana nos faltó la visita de los bares, pero compensamos con fuegos artificiales de Halloween al lado del museo del Titanic (;
¿Qué es lo que más os ha gustado? ¡Contádme! El lunes que viene vuelvo con la próxima entrega, será más corta que la de hoy porque nos iremos al monte, a ver Belfast "desde fuera" y a disfrutar de los paisajes verdes de Irlanda del Norte.
¡Un besazo enorme!