El motivo principal es que las películas de Timur me cargan la vista con tanto efecto que cabalga entre la superproducción hollywoodense y la serie B chapucera.
La verdad es que Attraction no me ha desagradado, pero reconozco que podría haber estado mejor en la segunda mitad del film respecto al inicio tan prometedor.
Bajo un grueso envoltorio que apuesta principalmente por la ciencia ficción y con un presupuesto de 350 millones de rublos, poco más de 6 millones de dólares, nos deja con un apartado visual muy notable.
La secuencia bastante espectacular que abre el film, y que nada tiene que envidiar a productos con un mayor presupuesto como Independence Day o Battleship es un buen ejemplo de inversión del capital.
A pesar de eso, su realizador Fiódor Bondarchuk nos consigue enmascarar una comedia romántica con tintes de denuncia social. El guión escrito por Andréi Zolotáriov y Oleg Malovichko no destaca por una gran originalidad si fraccionamos la película en los distintos pasajes y fragmentos por los que transita.
Encontramos influencias argumentales y visuales a otras películas de los respectivos géneros por los que la obra de Bondarchuk transita con total naturalidad y sin someter cambios de ritmo forzosos. Sin embargo, la notable secuencia inicial del forzoso aterrizaje de la nave extraterrestre, da lugar a ideas equívocas y prefabricadas de lo que nos depara el film.
Pero si algún referente destaca en esta producción, es District 9 de Neill Blomkamp. No solo en lo visual, también en la parte crítica a nuestra propia especie. Por otro lado, también se nota cierta influencia del manga japonés en algunos momentos cercanos al desenlace, que aunque le faltan ímpetu, no aburren.
La película cuenta una historia ya vista con anterioridad, al menos, en sus primeros minutos. Tiempo que su director aprovecha para hacer una reflexión sobre si estamos solos en el universo y si hay vida más allá de la muerte. Tranquilos que pasan raudos y veloces. Y sirven para presentar a los personajes principales de forma breve y bastante eficaz. Justo a continuación -si hablamos de espectacularidad- el film da paso a la mejor secuencia de toda la película, el aterrizaje forzoso de la nave extraterrestre.
Sobre Moscú es derribado un objeto no identificado, posiblemente de origen extraterrestre. Esto hace que la mayor parte de la capital quede acordonada, para evacuación a los residentes locales y para que un equipo del Ministerio de Defensa, trate de ponerse en contacto con los llamados “invitados”.
Aunque la película maneja bastante bien los géneros a los que recurre, creo que desestima muy rápido el de la ciencia ficción y apuesta demasiado por un estilo un poco ñoño en algún momento del film. Esto no significa que no funcione a la perfección dentro del contexto y camino que deciden tomar sus dos guionistas, supongo que con la intención de no repetir el mismo esquema de siempre, la invasión alienígena de rigor.
También puede ser que ante semejante secuencia, me haya hecho una idea equivocada sobre el camino que tomaría la película, el de la comedia romántica en su tramo central y el de la denuncia social de un pueblo que se alza rebelde contra el sistema en su tramo final.
Incluida la moraleja sobre la existencia de nuestra especie, idea que me ronda la cabeza desde hace tiempo y que alejada de lo que esperaba al principio, es lo que más me ha gustado junto con sus efectos visuales.
De manera que Attraction, es una película con interpretaciones más que correctas con aires de thriller para el tipo de propuesta que se mueve entre el cine juvenil y la comedia romántica envuelta por un atractivo manto de ciencia ficción con solventes efectos digitales.