Tras seis años viendo la serie, he de reconocerle algo, han alcanzado una madurez que si siguen por este camino, esta temporada pinta que va a ser una de las mejores
Y todo a pesar de que como dije, en mi opinión, el de la semana pasada fue un flojo episodio, al contrario de lo que piensan muchos/as, pero hete aquí que gracias al final del anterior nos hemos encontrado hoy con uno de esos episodios que hacen que uno recuerde el porqué lleva seis años enganchado al hombre de la capucha verde.
En esta ocasión el Team Arrow debe hacer frente a la amenaza de Onyx , líder de un equipo de militares que pretenden robar un cargamento de gas nervioso con el fin de recuperar cierta cantidad de dinero en oro, que un ex-compañero robó tiempo atrás haciendo que muriesen algunos de los compañeros de equipo.
Como vimos al final del episodio anterior, el manto de Green Arrow es ahora de John Diggle, el cual a pesar de la aceptación inicial por parte del equipo, tendrá que lidiar con un problema que no contaba y es su falta de toma de decisiones inmediatas en situaciones de riesgo y el hecho de que esas dudas al tomar decisiones pongan en peligro no sólo a posibles víctimas civiles, sino a sus propios compañeros que le recriminan su falta de liderazgo, de hecho René acudirá a Oliver con el fin de que reconsidere su decisión de dejar de ser el justiciero verde, pero lo que realmente hace es hacer ver a John que puede y va a ser un gran líder, un gran héroe, mejor de lo que él fue, en un discurso inspirador haciéndole ver a John que el verdadero culpable de que él haya sido tan buen vigilante, es debido a él y a todo lo que le enseñó cuando se conocieron.
Por suerte esas palabras surten efecto y en la operación contra Onyx y su equipo, John no sólo muestra arrestos y decisiones firmes, si no que el trauma que tiene desde el accidente en la isla, parece haber desaparecido por completo, no en vano asistimos a una coreografía de lucha entre él y Onyx magistralmente rodada dentro de una limusina, mostrándonos además que los guionistas se han vuelto a poner las pilas.
De todos modos el final nos deja un par de apuntes a tener en cuenta: lo primero es que John recurre a esteroides o algo parecido, para calmar los temblores de su brazo y luego, Oliver, sí que no me olvido de él, nuestro alcalde además de intentar ganarse el favor de su hijo, ayudándole con los estudios a través de Felicity como tutora e intentar esquivar a la agente coñazo del FBI empeñada en demostrar que él es Green Arrow, pues retoma lo que en redes sociales se denomina Olicity, es decir, que parece qu esta vez la cosa va en serio y al final tendremos la consolidación de la relación, ya que le cede las llaves de su piso a Felicity ( y atendiendo a lo visto en twitter ya se estaría rodando la boda), esperemos que no se cieguen mucho con la relación y sigan como ahora, es decir haciendo que aporte a la serie.
Nota DVAS: 8.5/10
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