Volvió Arrow y volvieron los dimes y diretes que abundan tanto en torno a la vida de Oliver y compañía.
Volvió Cayden James como némesis de nuestro arquero y lo que se suponía que iba a ser una regreso triunfal, una unión de fuerzas contra un enemigo común, ha acabado en una nueva división, el divided del título.
Por un lado el señor Queen, ha tenido que reunir fuerzas con un mafioso, Bertinelli, cuyo objetivo común es acabar con la amenaza común para los dos que es Cayden James y el problema que hay, es que sólo con el matrimonio Queen y un Diggle en horas bajas, no es suficiente para acabar con esa amenaza, tal y como veremos en el discurrir de un episodio, que ha sido un sube y baja continuo, con un Bertinelli haciendo de bueno, pero luego no, quiere ser malo y claro, con esa indecisión, el desenlace es el lógico: palmeta.
Qué destaco del episodio, pues que el equipo va a quedar definitivamente escidido, por un lado Oliver, Felicity y Diggle y por otro Curtis, Dinah y René los cuales ocuparán la antigua base de Helix como centro de operaciones. Las posturas son distantes, en tanto en cuanto, nuestro alcalde, de manera inteligente, decide que no puede trabajar con gente en quien no confía, a pesar de que se comprende la razón de René al traicionarle, luchar por una hija es algo muy loable, al igual que Oliver hace por William.
Sin embargo no es óbice para creer que si te han fallado una vez, te pueden fallar dos o tres, de ahí la falta de confianza en ellos y la separación ¿definitiva? del grupo.
Pero hay un nuevo factor añadido y es que Diggle acaba con su temblor, gracias al chip modificado que porta Felicity y ahí puede estar la clave de esta segunda parte de la temporada, puesto que retomamos el equipo original.
Sin embargo, aún seguimos sin saber la motivación de Cayden para con Oliver y a pesar de que es un villano diferente, con gancho, deberían darle más cancha tanto a él como al resto de miembros de la banda para conseguir algo más de interés.
En resumen, vuelta flojita, que esperemos que remonte de aquí al final de temporada, que por ahora nos está dejando a muchos/as, ciertamente indiferentes.