Fin de temporada en Andorra, o mejor dicho, fin del contrato de alquiler de nuestro piso (ya hacía como 2 o 3 semanas que la temporada de nieve se dio por cerrada). Estas semanas de transición siempre son un poco extrañas: despedidas, organización de equipaje, limpieza y algún que otro rato libre que no sabemos bien cómo aprovechar porque encima son fechas de lluvia... y todas las tardes llueve.
Veníamos de estar TODO el jueves limpiando la casa a fondo y dejándola lista para hacer el inventario con la casera. Sacamos sacos y sacos de basura y aun así la casa estaba hasta arriba de trastos. No os podéis hacer una idea del estrés que manejamos estos dos días: la lista de cosas que hacer era interminable para tan poco tiempo (es lo que tiene dejarlo todo para última hora).
Y hoy madrugamos para hacer más gestiones: dar el repaso final de limpieza a la casa y sacar los últimos bultos. A las 9 teníamos que estar en Andorra la Vella para cerrar la cuenta del banco y cobrar el finiquito. Nuestros amigos nos recogieron en coche para transportar las últimas maletas y por supuesto, no cabíamos en el coche. También fui a una tienda de fotografía a comprar una batería nueva para la cámara, no me podía ir de viaje sin ella (siempre a última hora) y me tomé un café en una nueva cafetería que descubrí con un amigo unos días antes.
Creyendo que estábamos listas para la mudanza
Pero no había tiempo que perder. A las 12 teníamos que estar en nuestro piso (en el Valle de Incles) para hacer el inventario de la temporada. Allí estábamos mi roomie y yo, intentando disimular todos aquellos destrozos del piso causados por la vejez y el abandono de la inmobiliaria (así son los pisos en Andorra).
El piso está que se cae, literal. La escayola del techo de la bañera caía a trozos por días y las sillas se desmontaban por piezas y era muy probable caerse cuando te sentabas; un peligro. La lamparita que rompió nuestra tercera roomie (que se dio la fuga antes de comerse el marrón) le pegamos cada trozo con pegamento fuerte, y a la puerta del armario que se descolgaba siempre, también le pusimos un poco de pegamento y quedó como si nada hubiera pasado. La bombilla fundida del baño también pasó desapercibida porque la otra bombilla sí funcionaba (la casera nunca lo comprobó). Y por último, la persiana del balcón rota (que ni sube ni baja) también la dejamos muy decente. Resultado del inventario: aprobado.
Después de que la casera comprobara que su piso en ruinas estaba tal cual nos lo alquiló (nosotras tapando cada parche con chicle, como cada inquilino que pasa por ahí), mi roomie simuló que la tiraba por el patio de luces, mientras ella comprobaba los contadores de agua. Era un momento muy tenso y estábamos de los nervios, pero me dio un ataque de risa silencioso. La conclusión de esto que acabo de contar es que las inmobiliaria en Andorra son una estafa y los pisos están que dan pena.
Ese momento fue como un examen que había que superar y al finalizar, respiramos hondo y fuimos felices. Pero el día de estrés no terminaba aquí. Recuerdo que hoy, ya teníamos que ir de camino a Francia, destino Chamonix!! así que mi compi y yo salimos de casa con nuestras mochilas, oficialmente homelesses, y nos mudamos a casa de nuestros amigos, que acogían también a otra amiga que estaba en la misma situación que nosotras: éramos 3 okupas de más en una casa de 2. Pero no había de qué preocuparse, porque éramos la misma familia a la que nos esperaban 2 semanas de convivencia en una autocaravana por los Alpes Suizos.
Trayecto de nuestro piso al de nuestros amigos
Una vez mudadas al piso de nuestros amigos, ya relajadas, fuimos a visitar y despedirnos de otros vecinos que vivían en el mismo bloque, después comimos un sándwich rápido, subimos al coche de nuevo y nos fuimos a Andorra la Vella (otra vez) para recoger nuestra autocaravana, la que sería nuestra casa en las próximas 2 semanas.
Nunca habíamos viajado en autocaravana y tenían que hacernos una explicación (de 1 hora + o -) sobre el funcionamiento del frigorífico a gas, el agua caliente, luz, aguas grises y negras, cómo vaciarlas, etc. La parte fea de viajar en autocaravana que nunca nos cuentan, básicamente.
Conducir esto, si no tienes costumbre, es un peligro porque es enorme!! así que olvida las nociones de conducir un coche normal porque esto es el doble de largo (y ancho). Cuidado con las curvas, las rotondas y los pasos estrechos. Dejamos una fianza de 1000 € y tenemos que devolver la caravana nueva e impoluta, tal y como nos la prestaron (nada que ver con los pisos de las inmobiliarias andorranas). Por dentro era una preciosidad: cómoda, bonita y moderna. Se vivía mejor dentro de esa autocaravana 5 personas que 3 en nuestro piso ruinoso.
Pero como nuestra vida misma, íbamos a contrarreloj. Nos dividimos en Andorra la Vella para hacer las últimas gestiones pre-viaje. Queríamos salir de Andorra lo antes posible para llegar al día siguiente pronto a Chamonix y aprovechar el día, pero vamos tarde. Cuanto más tardemos en salir, menos kms haremos hoy, y además nos toca hacer una parada en cualquier parte de Francia para dormir y continuar por carretera al día siguiente.
Recogiendo nuestra casa rodante
Subimos ya a nuestra casa (en la montaña) con nuestra autocaravana y empezamos a cargar el maletero de bultos, maletas, bebida y esquís. Temíamos que no hubiera espacio suficiente, pero fue una buena sorpresa: el maletero es enorme y la caravana va llena de compartimentos, así que pudimos organizarlo todo muy bien tanto en el maletero como en la cabina interior.
Días anteriores habíamos hecho un planning de dietas para cada día, para hacer una compra enorme de todo lo que necesitaríamos durante dos semanas, 5 personas en la caravana. No queríamos hacer ninguna compra en el destino porque Suiza es de los países más caros del mundo y nuestra intención era gastar lo mínimo (incompatible en Suiza, pero no imposible). Cargamos la caravana con cajas de mucha comida, cerveza, café, mate, nuestra ropa de abrigo y equipos de esquí porque también tenemos intención de seguir esquiando en Chamonix.
Finalmente pusimos rumbo a la frontera con Francia en el Pas de la Casa: cerramos una hermosa etapa de un año del Pirineo andorrano, para rematarla en los Alpes... ¡Comienza oficialmente una nueva aventura en las montañas más bonitas del mundo!
>> Estrenando la autocaravana por Francia. 1º stop <<