UNA VISITA AL AMSTERDAM ARENA
Pero no vayáis a pensar que ese pequeño incidente hizo mella en nuestro viaje. Qué va. Tomás se repuso y disfrutamos de un intenso fin de semana en Amsterdam, una ciudad imprescindible para todo futbolero que se precie: buena cerveza, variada gastronomía, interesantes paseos nocturnos y, por supuesto, incomparables museos. Además, teníamos ganas de ver al Ajax, uno de los grandes equipos de la historia, y de conocer el Amsterdam Arena, el primer estadio de Europa con techo retráctil.
Junto a él se encuentran los campos de entrenamiento del Ajax, una de la canteras más prolíficas de Europa. Me contaron que, un día a la semana, el primer equipo entrena con los chicos de las categorías inferiores. Los campos están a la vista de todo el mundo, así que cualquiera que pase por allí puede contemplar tranquilamente la sesión, como se hacía antiguamente en España.
AJAX EXPERIENCE
Una vez allí, te aconsejo que hagas el Tour del Amsterdam Arena, que guarda una de las historias más interesantes del fútbol mundial. El frío invernal también invita a refugiarse en el museo del Ajax, que cierra los días de partido. (Lunes a viernes de 9:30 a 18:00. Sábados y domingos de 10:00 a 17:00). Si lo visitas conocerás la historia de uno de los clubes más grandes de Europa. Si pinchas aquí podrás reservar tus entradas con un descuento de 1,5 en cada una de ellas.
CÓMO LLEGAR AL AMSTERDAM ARENA
Cierto es que la liga holandesa no se encuentra entre las más competitivas de Europa, así que intenta elegir un partido que pueda ser decisivo para el título. La atmósfera del estadio no desmerece, te lo aseguro. En nuestro Ajax-Twente hubo lleno, mosaico previo y cánticos durante todo el partido. Para que te hagas una idea, el ambiente estuvo por encima de la media en un estadio español. Otra ventaja es que llegar desde el centro es realmente cómodo. Aunque puedes ir en tren, lo más sencillo es coger el metro en la Estación Central. Así lo hicimos nosotros. Pasan cada diez minutos y tardarás unos 15′ en llegar. Luego, sólo tendrás que caminar 5 minutos más y estarás allí. (Paradas Metro: Strandvliet o Bijlmer Arena, líneas 50-54).
TRANSPORTE Y CRUCEROS
Lo más probable es que no andes lejos de la Estación Central a la hora de ir al estadio. De hecho, en apenas 15-20 minutos llegarás desde el Aeropuerto de Schiphol —Aquí puedes reservar los billetes de tren—. Es más, puedes moverte a Eindhoven con la misma facilidad. El centro de Amsterdam es bastante accesible a pie, aunque siempre tendrás alternativas: la bici es el principal medio de transporte y el preferido de los holandeses —de hecho, hay más que habitantes, unas 880.000—. Casi todo el mundo se mueve en bici. Hay grandes aparcamientos para ellas, se puede subir al metro y existen multitud de rutas para ciclistas (si te apetece hacer alguna te interesará este enlace). Eso sí, no olvides usar un buen candado. Por desgracia, muchas bicicletas terminan cada año en el fondo de los canales. Dicen que entre 12.000 y 15.000 son pescadas en los 160 canales de la ciudad.
Si dar pedales no te convence está el tranvía, que cuenta con 16 líneas. Llegan cómodamente a la zona de los museos (líneas 2 y 5), a la Casa de Ana Frank y el Amsterdam judío (líneas 13 y 17) y hasta el parque Vondelpark (línea 1). La línea 9 recorre los principales puntos de interés. También te puedes animar con uno de los múltiples cruceros que se ofertan o, si tienes pensado estar más de un fin de semana, recorrer la campiña holandesa y sus pintorescos pueblos pesqueros. En cualquier caso, pasear por Amsterdam es una delicia.
ALOJAMIENTO: ALTERNATIVAS AL HOTEL
Así que no conviene dormir lejos del centro si tu viaje es de fin de semana. Alojarse en Amsterdam no es barato si pensamos en los hoteles tradicionales. Mi recomendación es optar por una habitación tipo B&B, que siempre es más económico. También puedes elegir un apartamento, donde tendrás la opción de cocinar o, si vas un poco más desahogado, probar en una casa flotante en uno de los canales. Puede ser una experiencia preciosa. Cualquiera de estas opciones la encontrarás en wimdu.es, un portal muy apañado que ofrece opciones de todo tipo. En mi opinión, mucho más atractivas que el clásico hotel.
DÓNDE COMER EN AMSTERDAM
A estas alturas tendréis claro que Amsterdam no es una ciudad barata. Comer no es una excepción. Existen multitud de posibilidades, sobre todo de comida rápida. La más llamativa se llama FEBO. Se trata de cajeros automáticos que ofrecen todo tipo de tentempiés: patatas con salsa, queso frito, perritos calientes, croquetas… Teniendo en cuenta que el precio medio del menú ronda los 20, existe una alternativa más barata, curiosa e interesante a los restaurantes: La Place. Nosotros pasamos por allí y a mí me gustó la experiencia. Es una especie de mercado-autoservicio en el que puedes elegir de todo, te lo llevas a una mesa y listo. Puede incluso resultar divertido.
LA CIUDAD DE LOS CANALES
Me enamoré de Amsterdam la primera vez que puse un pie en ella. Volví en este viaje de fin de semana que te cuento aquí, pero estoy seguro de que me tiene reservadas más aventuras. Y es que hablamos de la Europa moderna y cosmopolita que, además, anda sobrada de encanto. En Amsterdam hay 160 canales y pasear por ellos es una delicia, así como las casas que los rodean. De fachadas irregulares, algunas están torcidas y da la impresión de que provocarán un efecto dominó en cualquier momento. Y luego está el Museo de Vicent Van Gogh, mi pintor favorito. Se encuentra en la Plaza de los Museos, un parque alrededor del cual se ubican el Rijskmuseum, el museo de arte moderno Stedelijk y el Teatro de la Ópera.
EL BARRIO ROJO Y MUCHO MÁS
Y es que Amsterdam es la ciudad de los museos. Hay más de 50, además de las exposiciones temporales. El más famoso sea posiblemente el Rijksmuseum. Nosotros tuvimos que hacer cola el domingo por la mañana para visitarlo.Como espero volver a Amsterdam y fijarme en muchos más detalles, ahora sólo te diré que Amsterdam también es la ciudad del Barrio Rojo y los Coffee Shop, la Casa de Ana Frank, las iglesias de ladrillo, el mercado de las flores y Vondelpark, el parque más grande Holanda. Un lugar con césped suficiente como para echar un partido de fútbol y que nadie te llame la atención. Ya te iré contando pero, de momento, me atrevo a decir que todo lo que ofrece Amsterdam hay que probarlo.