Que no estoy pasando por el mejor momento de mi vida, no es ningún secreto. Pero la cosa avanza, me encuentro más fuerte que nunca y he perdido un montón de miedos. Para poneros un poco al día os diré, que justo hace diez días que he terminado el tratamiento y ya estoy de lleno en la fase de controles médicos. Todavía me queda pendiente un ingreso rutinario y la angustiosa espera de todos los resultados. Si tengo suerte y todo sale bien, a finales de mayo solo tendré que preocuparme por ser feliz y no dejar nunca de lado esta Slow Life“ que me he agenciado. Un estilo de vida que me niego a abandonar y que intento compartir a diario con vosotr@s a través de mis stories de Instagram. Y que sin duda, me ha proporcionado la inspiración necesaria para escribir esta lista de factores clave que me ayudan, me ayudaron y me ayudarán por siempre de los siempres a recuperarme.
1. Positivismo y relativismo ~
Estos son dos factores clave si al igual que yo, estás pasando por una fase en la que estás poniendo todas tus energías en recuperarte. Creo que pensar siempre en positivo, solo trae consigo beneficios porque te mantiene en un estado de calma y serenidad. Y además de eso, te hace avanzar y nunca retroceder hacia atrás. ¡Es como si te impulsara directamente hacia lo bueno! En mi caso, visualizarme sana y recuperada. Relativizar todo tipo de situaciones también es muy importante. Y es que a veces, hasta que no pasamos por una situación extrema, no nos damos cuenta de que casi nada es tan importante. A partir de ahora mi energía solo está disponible para lo bueno y aviso que, ¡pienso seguir dentro de esta burbuja relativista un buen tiempo!
2. Alejarme tanto de los malos rollos como de los malrolleros ~
Desde que empezó todo esto, me he propuesto censurar cualquier cosa, situación o persona que por una razón u otra me haga sentir mal. No os podéis imaginar, las cosas que te llega a decir la gente cuando les dices lo que hay. Por eso, me he aislado casi completamente y solo me abro con la gente más cercana y con la que me siento totalmente libre de compartir lo que siento en este duro momento. Si hay algo que odio, es que me comparen o me hablen de otros testimonios relacionados con el cáncer. Porque cada persona y tipo de enfermedad es un mundo y generalizar en una situación así, me parece cuanto menos de catetos. ¡No os intoxiquéis! Probablemente de lo que os digan, leáis o escuchéis, ¡todo os salga al revés! Y al menos en mi caso, os puedo confirmar que: ¡para bien!
3. Alimentación sana y beber mucha agua ~
Como ya os comenté en este post, el hábito de bajar a comprar al mercado semanal para mí es un básico. Con ello, no solo me beneficio de introducir en mi dieta productos frescos y de calidad, sino que también me muevo, me socializo un poco y cargo peso. Bebo única y exclusivamente zumos y agua mineral, y he triplicado mi consumo de frutas y verduras diarias. Continuo con mi filosofía de vida, e intento mantener una estricta dieta equilibrada y sana. Y de verdad creo, que este factor está siendo esencial en mi rápida recuperación y clave en eso de que las terapias apenas me afectaran.
4. No perder la forma física ~
En mi caso y por ahora, el deporte está descartado. Y aunque echo un montón de menos salir a correr o mi rutina de ejercicios diarios, simplemente en estos momentos es demasiado. Por eso, he buscado otras maneras de mantenerme activa en mi día a día. Hacer vida de mercado o excursiones a la naturaleza de vez en cuando. Cocinar recetas nuevas o hacer mis composiciones de flores. Jardinear en mi terraza o perfeccionar algún rincón de nuestro piso que llevaba meses pendiente. Aficiones que me encantan y que sin duda, me han aportado y me aportan la fuerza y el movimiento necesario.
5. Mantenerme mentalmente ocupada ~
Es curioso que sea en esta fase de mi vida, cuando tenga más ideas y me sienta más creativa. Sé exactamente lo que quiero y hacia donde voy. ¡Y estoy muy contenta por ello! Durante estos meses, hubo semanas muy difíciles en las que mi cuerpo no dió más de sí. Pero mi cabeza siempre se mantuvo fresca y no dejó de dar vueltas y más vueltas. En este aspecto, el blog fue mi gran salvavidas. Escribir me mantuvo ocupada, me ayudó a normalizar la situación y sobre todo a sentirme mejor. Además de esto, ví un montón de series y leí algunos de esos libros que tenía pendientes. Hice algún que otro curso de fotografía online y fui definiendo algunas ideas de manera muy convincente, para poner en marcha un pequeño proyecto profesional que tuve que dejar pendiente allá por septiembre.
6. Mi familia y seres queridos ~
Las charlas interminables de horas y horas con mi madre y mi hermana no las cambio por nada. Tienen tanta paciencia que hasta me hacen caso cuando les digo que le pasen el telefóno al gato o mejor dicho, a mi Romeo, con quién aunque no os lo creáis hablo. Saber que tanto l@s amig@s y familiares incondicionales han estado ahí, ¡es muy gratificante! Lo que no lo fue tanto, es que todo mi entorno se pusiera en fase de prueba. ¡Y lo confieso, en esto no voy a ser políticamente correcta! Para mí las reacciones o no reacciones de las personas, son y van a ser claves. Porque lo confieso, hubo alegrías y decepciones a partes iguales. De algun@s eché en falta "al menos un mensaje" y de otr@s me sorprendieron los "ya te escribiré" y "los ya me contarás". Vamos, las típicas expresiones que quedan ahí sin más, mientras ves los meses pasar.
7. Cuidar mi imagen ~
Este aspecto es clave porque desde el momento que supe que tenía cáncer, tuve claro que renunciaba tanto a sentirme como a verme como una enferma. A ello me ha ayudado mucho, no tener ningún tipo de dolor y que mi aspecto físico más o menos sigue siendo exactamente el mismo. No hay un día en el que no me haya maquillado o arreglado. Nunca antes había usado tantas mascarillas faciales y disfrutado tanto de baños relajantes interminables. Para mí no hay otra opción, me encanta cuidarme, ¡esté enferma o no! Y os aseguro que no flaquear ante el espejo, ¡me ha motivado un montón!
8. La comodidad de mi piso ~
Tener un piso de ensueño ha facilitado mucho este proceso. Amplitud y tranquilidad. Luminosidad y comodidad. Conceptos para nosotros claves, que nos hicieron dar el paso y cambiar de un piso que detestábamos a otro que sin duda, ¡adoramos! En él, nunca tengo la sensación de atoramiento. Y disfruto un montón de la terraza y de las vistas sobre la ciudad tanto por delante como por detrás. Pasar por una enfermedad, en un lugar agradable a la vista y que derrocha positividad, fue para mí otro aspecto fundamental.
9. Vivir al día ~
Cuando empezó todo este proceso, me agobiaba muchísimo lo que iba a pasar. Estaba metida en un círculo vicioso de miedo y pánico constante que no me permitía avanzar, y mucho menos hacer un día a día normal. Vivía como en pausa y simplemente dejaba el tiempo pasar. Pero llegó el momento en el que noté que nada es para tanto y le planté cara tanto al miedo como a la enfermedad. Decidí que a partir de ahora, viviría al día sin más. Simplemente concentrándome en el momento, pasándolo lo más rápido posible si es malo y aprovechándolo al máximo si es bueno. ¡Lo demás, ya se verá!
10. Él ~
El papel de mi pareja en esta fase fue y es crucial. No me dejó sola en ningún momento y siempre tiró de mí hacía adelante. Me acompañó sin excepción a mi maratón de médicos y estuvo conmigo en cada prueba, por muy desagradable que fuera. Estuvo en las terapias, aunque me tuviera que esperar horas y horas fuera. Si tocaba ingreso, me traía café con leche desde casa y recién hecho. Y no le importó, ir con mi vaso térmico preferido en la mano durante un larguísimo trayecto. Y es que catorce años dan para mucho, y nosotros ya somos todos unos expertos en eso de sacar lo positivo de los malos momentos. Espero que a partir de ahora, ¡tan solo nos toque vivirlos exclusivamente buenos!
Gracias a l@s que me leéis en la sombra, l@s que siempre me regaláis un comentario o l@s que a pesar de no conocerme personalmente, estáis y estuvisteis pendientes de mí y apoyándome a través de correos electrónicos o mensajes en las redes. Ya me diréis que opináis de lo que os he contado, si alguna vez habéis pasado por algo similar o cómo lo habéis afrontado. Ojalá, algo de esto os haya inspirado y hayáis decidido dar algún cambio.
¡Espero impaciente vuestros comentarios! Y como siempre os espero en Twitter y Instagram, donde comparto mi día a día y un montón de recomendaciones más que seguro os encantarán.