Alemania es un país para ciclistas. En 2013 se estimaba que había 73 millones de bicicletas para 80,5 millones de habitantes. Todas las ciudades cuentan con carril bici y rutas campestres por las que circular. Pero, entre todas, Münster destaca por su más de medio millón de bicis para 250.000 habitantes. ¡Un auténtico paraíso! Y, al igual que ocurre con los coches, no sólo son un vehículo con el que desplazarse. Deberemos tener algunos accesorios para bicicletas obligatorios. Pero también podemos dejarnos llevar y comprar otros meramente decorativos.
Luces
La iluminación es un accesorio para bicicletas obligatorio. Si la policía te pilla circulando sin luz, por la noche, te caerá una buena multa. Normalmente vienen integradas y suelen funcionar con una batería o con un dinamo. No obstante, si compramos una bici de segunda mano es probable que alguna de las luces falle así que, nunca está de más hacerle una revisión antes de salir con ella a la calle, por primera vez. Además, aunque no sea obligatorio, tampoco está de más llevar reflectantes en los pedales, en las ruedas y un chaleco.
Sistema antirrobo
En ciudades como Münster es muy habitual que se roben bicicletas. A veces es sólo por mero entretenimiento. Después de una noche de fiesta, algunos jóvenes cogen las bicis que se encuentran de camino a casa para llegar antes o, simplemente, para divertirse. Por eso conviene tener un buen dispositivo de seguridad para nuestra bicicleta y, siempre que podamos, engancharla a una farola o señal de tráfico para que, le resulte un poco más complicado llevársela.
Aunque, lamentablemente, también hay gente que roba bicicletas sólo para poder revenderlas después. En estos casos es muy probable que, aunque hayas tomado todas las medidas, no la encuentres.
Hay diversos modelos de sistemas antirrobo para bicicletas. Los más utilizados suelen ser:
El candado holandés: Está fijado en el eje de la rueda trasera y la bloquea al girar la llave. No hace falta quitarlo y ponerlo cada vez que queramos utilizarla por lo que, es bastante práctico.
Con forma de cable: Suelen ser los más baratos y cómodos de llevar ya que a penas pesan. Pueden abrirse con una llave o con un código numérico; como las maletas.
Cadena: Sin duda, es una de las opciones más seguras, aunque algo más costosa y pesada que la anterior.
En forma de U: Igualmente es una buena opción aunque, si queremos atar nuestra bici a un poste u otro elemento, es posible que no tengamos demasiado espacio de apertura para hacerlo.
Plegables: Son similares a las de forma de U.
Timbre
Puede que no sea un accesorio obligatorio, pero es muy útil. Piensa que vas circulando y, de repente, otro ciclista o un peatón invade tu carril. ¿Cómo le avisas? Siempre puede darse una voz, pero queda mucho más educado y práctico tocar el timbre.
En Alemania, además, se utiliza en los carriles un poco más estrechos para avisar de que queremos adelantar y que la otra persona se mantenga en su posición o, incluso, se desplace un poco para dejarnos pasar.
Casco
Pese a que en Alemania no es obligatorio el uso de casco, resulta recomendable utilizarlo para protegernos en caso de caída. Tanto en la ciudad, como en el campo. Dependiendo de la actividad que queramos realizar buscaremos:
Un casco urbano
Un caso MTB
También hay que prestar atención a otros aspectos como la ventilación, el acolchado de la parte interna y, por supuesto, la talla. Para saberla, sólo hay que coger un metro de costura y medir la circunferencia de nuestra cabeza a la altura de la frente. Por último, es acosejable que el casco cumpla con los estándares europeos. Si no garantiza nuestra seguridad, es como no llevarlo.
Bomba de aire
Aunque las ruedas no estén picadas, a veces, tras varios kilómetros utilizando la bici, comienzan a perder un poco de aire. Por eso, siempre es bueno llevar una bomba de aire encima. Sobre todo, si vamos a hacer una ruta por el campo. En ciudades como Münster hay varios puntos de inflado gratuito. Así mismo se puede preguntar en alguna tienda de bicicletas o, si nuestras llantas lo permiten, inflarlas en una gasolinera.
Cesto
Antes de vivir en Alemania me parecía un accesorio meramente decorativo. Hasta que fui a hacer la compra. Se pueden colocar tanto en la parte trasera como delantera y resultan sumamente prácticos para cargar casi cualquier cosa. Algunos se pueden anclar sin tornillos para que se puedan usar en la tienda y, después, colocar de nuevo en la bicicleta.
Los materiales más habituales son:
Metal
Mimbre
Madera
Si vamos muy cargados, se pueden utilizar unos pulpos para amarrar todas las bolsas. O si somos de llevar muchos bultos, se pueden utilizar un par de alforjas. Las hay de metal o de tela impermeable y, generalmente, no están ancladas de manera fija. Hay modelos que incluyen un accesorio para convertirlas en mochila. Realmente práctico.
Retrovisor
Cuando vamos a adelantar a otro ciclista, además de señalizar con los brazos, hay que asegurarse de que no viene alguien detrás antes de hacer la maniobra. Pero, en ocasiones, se hace un poco complicado. Como por ejemplo, en invierno o cuando llueve. Al llevar el impermeable y demás ropa de abrigo es difícil girar el cuello. Por ello, hay que gente que decide colocar un retrovisor en manillar izquierdo de la bici. Como en una moto. Suelen ser redondos y se atan al manilla por medio de una cinta ajustable.
Accesorios para llevar a los peques
Si la bicicleta es el medio de transporte en el que nos movemos normalmente, es lógico que queramos seguir haciéndolo si tenemos niños. Atendiendo a la edad del churumbel, buscaremos uno u otro modelo para que vaya perfectamente colocado y sujeto.
Los remolques: Tienen cinturones de seguridad y un asiento acolchado para que el peque no se mueva. Además, algunos tienen un manillar trasero y pueden usarse como un carrito de bebé convencional, para pasear.
Las sillas: Están hechas de materiales más rígidos, aunque muchas tienen un revestimiento blando. Al igual que los remolques, llevan cinturones y una sujeción especial para los pies.
Variantes: Algunas bicicletas tienen un carro de madera entre la rueda delantera y el eje de la bici. En él pueden llegar a transportarse ¡hasta tres críos! Si ya son un poco mayores, también hay unas bicis pueden acoplarse a la principal y circular de una forma parecida a las de tándem.
Cubresillín
En invierno, no hay nada peor que un sillín frío. Da igual de qué material esté hecho. Cuando la temperatura no llega a subir de cero grados, es como poner las posaderas en un trozo de hielo. Así que, ¿por qué no remediarlo?
En varias tiendas de bicicletas o mercadillos, se pueden comprar cubresillines de pelo que hacen las estaciones gélidas sobre dos ruedas algo más llevaderas.
También existen cubresillines de plástico para que no se empapé la piel o, simplemente, para proteger el sillín del tiempo.
Decoración variada
Hay gente que quiere personalizar al máximo su bicicleta y busca los accesorios más especiales. Entre los más comunes suelen estar las guirnaldas de flores o pequeños recipientes para llevar flores naturales. También se puede customizar los tapones de las ruedas y, por supuesto, los timbres. ¡Las opciones son casi infinitas!