CAPÍTULO 13
En la frontera entre las regiones de Transilvania y Valaquia, el Castillo de Bran es una fortaleza medieval que actualmente es un monumento nacional por su antigüedad, su valor arquitectónico y por ser uno de los puntos clave del turismo en Rumanía, dado su vínculo con el personaje ficticio del conde Dracula. Encaramado en lo alto de un altísimo peñasco domina los campos de césped sembrados a sus pies y las hileras de turistas que, como hormigas, se acercan diariamente a visitarlo.
Mientras vas subiendo pesadamente la rampa que te acerca a pie hasta el castillo de Bran, te da tiempo a verlo en detalle y te impresiona por su robustez, allí, encaramado en el peñasco. Fue construido por orden del rey Luis I de Hungría en 1377, para cumplir una función comercial y defensiva, y ahora es un lugar que no deja de tener su misterio.
El exterior y el patio del castillo
Lo que ves actualmente, si lo visitas, es obra de la reina Marie de Rumania que recibió la posesión de este castillo de parte de la administración municipal de Brasov, como agradecimiento por su colaboración humanitaria como dama enfermera de la Cruz Roja durante la Segunda Guerra Mundial.
La nueva propietaria realizó una serie de restauraciones y transformaciones para convertir el castillo de Bran en su nueva residencia de verano.
Si empezamos viendo el patio del castillo verás que mantiene completamente su aspecto medieval.
Desde una de las terrazas de sus tejados puedes ver la fantástica panorámica del valle y las montañas que lo rodean.
El interior del castillo
En la década de 1920, el arquitecto de cabecera de la familia real, el checo Karel Zdeněk Liman, realizó profundas reformas en el edificio, que sin embargo no le hicieron perder ni un ápice de su aspecto de fortaleza medieval.
Fíjate en las hermosas chimeneas y estufas que hay en cada habitación.
Llenó los interiores del castillo de muebles y objetos históricos, buscando crear un ambiente cómodo y rústico. Algunas estancias se redecoraron en estilo "alemán", "tirolés" o "dórico" (renacimiento italiano).
En una de las estancias hay un museo de vestidos de la reina, trajes de su marido consorte, Rey de Yugoslavia, y...
... el mismísimo traje (o una reproducción) de Vlad Tepes el Empalador.
El parque circundante situado a los pies del castillo también fue remodelado, y se erigieron el Pabellón de Té y la Casita de la Princesa Ileana, además de casas para invitados, alojamientos para el servicio, establos y garajes.
Este castillo es famoso por la creencia popular de que había sido el hogar de Vlad Draculea el Empalador en el siglo XV. Sin embargo, no hay evidencias de que el Vlad viviera allí en persona y, según se cree, pasó sólo dos días en el castillo, encerrado en una mazmorra, en su camino a la prisión de Budapest, cuando la región estaba ocupada por el Imperio otomano.
Incautado por el régimen comunista, y tras la Revolución rumana de 1989, pasó a ser un destino turístico.
El heredero legal del castillo era el nieto de la Reina Marie, el Archiduque Dominico de Austria-Toscana, y en 2006 el gobierno rumano se lo devolvió, el cual, junto con las autoridades insisten en rechazar el mito de Drácula, y prohíben explotar el castillo como parque temático sobre este personaje, aunque lo mantienen como monumento turístico.
... pero de este tema ya hablaremos más en el capítulo de... "LA VERDADERA HISTORIA DEL CONDE DRACULA".
Y esto es todo del Castillo de Bran, espero que haya sido de tu interés.
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