Llega el momento de la revisión mensual de propósitos...Pasaron 30 días y apenas me di cuenta del paso del tiempo. Afortunadamente, me enfrento a este momento con menos ansiedad de la que me provocaban las pruebas que rendí durante mi vida como escolar. A pesar de eso, estuve toda la mañana dando vueltas, como negándome a escribir. Raro. No suelo tener dificultades con sentarme a escribir. Ya limpié la casa, lavé la ropa y preparé el almuerzo. Colgué cuadros, moví muebles de lugar y le di una mirada a los blogs que habitualmente visito. Escribí y respondí mails y me tomé un ibuprofeno porque siento peligrosamente cerca la gripe... Como que me quedé sin excusas para sentarme a redactar, no? Así que vamos. Te cuento en algunos párrafos las novedades del primer mes Intensional.Estas eran las intenciones...
Cuando decidí escribir este blog, me propuse registrar el proceso para alcanzar una "vida mejor". Sigo sintiendo el extrañamiento que me provocan las palabras; "vivir mejor", "estado de bienestar" y expresiones similares. De pronto es simplemente un prejuicio pero tienen un valor demasiado genérico y manoseado que me incomoda. Sin embargo, son las únicas con las cuales puedo traducir -mediocremente- la esencia de este proyecto. Al fin y al cabo lo que quiero demostrar-me es que después de los treinta, cambiar es una posibilidad. Me propuse un lapso de un año para compartir públicamente contigo este trayecto y después de treinta días de empeño tengo algunas impresiones:Intensional-fit.
Fue un acierto empezar lento y sin expectativas desmesuradas. Especialmente en lo que refiere a mi alimentación, la premisa fue "hacer mejores elecciones nutricionales". En principio, es un enunciado vago y puede leerse poco comprometido. No lo voy a negar. Yo misma tengo reparos respecto a mi capacidad de sostener un plan alimenticio en específico. Sin embargo, si supieran lo mal que estaba comiendo hasta hace treinta días, entenderían cabalmente a qué me refiero cuando me pronuncio a favor de las "mejores decisiones". Tampoco tenía la ambición de abandonar totalmente el consumo de refrescos o transformarme en maratonista de la noche a la mañana, así que me limité a hacer lo siguiente:
1- Planificar las compras y las comidas de la semana. Entre las cuales incluyo dos visitas a la feria de frutas y verduras para tener siempre a mano productos frescos. Para quien venía comiendo procesados y panificados varios las 24 horas del día, es un cambio beneficioso.
2- Pensar de una comida a la vez. En ningún momento me comprometí con una "dieta". No me interesa hacer dieta en el sentido estricto de la palabra. Durante los últimos treinta días, cada comida se limitó a ser la mejor decisión entre lo que tenía a disposición. Comí más verdura, menos pan, moderé la cantidad de refresco, sustituí mis múltiples cafés diarios por té de sabor, reduje el consumo de lácteos (en mi caso era necesario, soy una ternera) y de dulces.
3- Aumentar la actividad física. Más caminata, menos computadora. Así de simple se podría resumir el propósito de este mes. Más acción dentro de casa y menos internet que Pinterest es una red gloriosa pero tiene efectos negativos en los músculos. En los últimos meses, me estaba entregando a la quietud absoluta de un espectador. Nada de ponerme de "entrecasa" después de llegar del trabajo, porque eso significa que no me muevo ni a la esquina.
Como verás son tres pasos simples para darle lugar a una etapa de mayor exigencia en el futuro inmediato. O eso espero, al menos. Los resultados son muy positivos. Incluso perdí tres kilos de peso, algo que no estaba contemplado para este primer momento. De todas maneras, las primeras dos semanas fueron difíciles. Hasta que mi organismo se acostumbró a recibir menos cafeína y más fibra, tuve dolores de cabeza muy molestos y momentos de dolor abdominal que me hicieron cuestionar el cambio. Felizmente, perseveré convencida de que eran efectos pasajeros de un cambio para bien en mi salud. Además, en algún momento sentí ansiedad desesperada de comer dulces, y no me prohibí de hacerlo. Sabía que no estaba bien dejarme llevar por un impulso pero usé el sentido común y el menos común de los sentidos me dice que la prohibición aumenta el deseo...creo que es un principio que funciona en todos los aspectos de la vida.Intensionalmente.
Los beneficios de haber determinado mis propósitos fueron inmediatos. Después de semanas de dudas, formular verbalmente una proposición, una necesidad que llevaba meses queriendo manifestarse hizo toda la diferencia. Y también abrió un camino nuevo para recorrer. La disciplina de escribir sobre temas que me interesan en este blog y seguir con mi Desmesurada, la decisión de dejar la mitad de mis horas laborales en Secundaria (me costó un triunfo decidirlo, y otro comunicarlo a mis alumnos) produjo una serie de modificaciones en mi rutina que me permitieron, entre otras cosas, más tiempo para ocuparme de mí, mi alimentación, mi casa y mis proyectos inmediatos. Ergo, más tranquilidad mental. Si te estás preguntando, pero...y todo eso, no puede hacerse mientras trabajás unas horas más? Posiblemente para muchos la respuesta sea una contundente afirmación. Yo no pude. De alguna manera necesitaba tomar distancia y bajar el ritmo para mirar con perspectiva. Obviamente que mi familia y yo no sobrevivimos del aire y los ideales...así que los pasos previos a buscar este cambio fueron muy concretos y nada románticos: hacer cálculos y determinar la cantidad mínima indispensable de trabajo que debía realizar. Afortunadamente, tuve el apoyo de no-marido y después de dudar, dudar y volver a dudar, lo concreté. Me siento mejor, al menos en esta primera etapa, ya determinaré en estos días, los objetivos de la próxima. Aunque todo me dice que se abre un nuevo espacio intensional, porque mis nuevos desafíos tienen que ver con darle fuerza a mi emprendimiento personal.
Intenciones.
Más tiempo libre y menos disponibilidad de medios hacen que cobre sentido el refrán que dice que "la necesidad aguza el ingenio". Desde hace cuatro semanas evalúo capacidades, oportunidades y necesidades. Reconozco que por momentos considero tantas ideas juntas que se atropellan entre ellas y no se dejan espacio. Por este motivo, dedico mucho tiempo a jerarquizar y darle su lugar a cada uno de los proyectos que me cruza la mente. De este proceso y de las lecturas que tengo más tiempo para realizar, surgieron planes e iniciativas que me gustaría compartir contigo. Pero eso será el jueves, que este post se hizo demasiado largo como para pretender retener tu atención por tanto tiempo. Ah, me olvidaba, simplemente a modo de curiosidad: la fotografía que acompaña este post, es de mi lugar preferido en el mundo. La tomé este fin de semana y quería compartirla.