En la película American Beauty (Sam Mendes, 1999) se nos muestra una serie de personajes que viven encadenados a la vida establecida por la sociedad actual. Cada uno de ellos sufre por querer vivir como (supuestamente) debe hacerse, como propone el estilo de vida presente.
El mensaje (o mensajes) que nos ofrece esta película es claro: la sociedad nos dice cómo tenemos que actuar, qué decir, qué ropa es la más adecuada, cómo comportarnos con los demás… generando hipocresía, falsedad y engaño. “Haz esto, no hagas esto, cásate, ten una familia, trabaja duro”, todo lo contrario será mal visto.
Nos angustiamos por el qué dirán, por el cómo nos mirarán después de hacer esto o aquello. Internamente, estamos oprimidos y doloridos con nosotros mismos. No encontramos una salida, y al final, la vida es un malestar continuo.
La verdadera forma de vivir no se encuentra en convenciones sociales y preceptos establecidos por otros. La vida es más que todo eso, más que leyes y formas de comportamiento. ¿Qué sentido tiene vivir bajo un manto de engaño? La verdadera forma, la verdadera belleza se encuentra en eso mismo, en “vivir”.
Vivir consiste en eso, en hacer lo que sintamos, lo que queramos y nos satisfaga. No hacer lo que otros consideran oportuno o bueno, más bien lo que tú consideres positivo a corto y/o a largo plazo. Qué más da que te juzguen de un modo u otro, la verdadera esencia reside en haber sido lo suficiente valiente para haberlo hecho, porque es lo que realmente se deseaba hacer.
No seas como todos. Sé como tú. Tú debes ser tu mejor imagen, tu mejor recuerdo. Exprésate como sientas, vístete como te guste, trabaja en lo que te llene, viaja a tus sitios preferidos, ama u odia tantas veces como quieras… pero vive por dios, vive.
Recuerda que vida solo hay una, y cómo la vivas depende de ti, de nadie más. Al final, todos nos arrepentimos por ciertas acciones que hemos realizado, pero lo importante es no arrepentirse de la vida que se ha llevado. La clave de la felicidad puede que resida ahí, en ese pequeño aspecto, en saber vivir y hacerlo de la mejor forma posible, sin limitaciones o ataduras impuestas por la sociedad.