México, DF, domingo 15 de junio de 2014.? Cualquier aficionado costarricense que se precie de querer a su selección tiene estas imágenes grabadas en la cabeza. El despeje largo de Thomas Ravelli, el corte de cabeza de Alexandre Guimaraes, que se transforma en un pase para Hernán Medford. La cabalgada del Pelícano frente al portero sueco. La definición de derecha, cruzada. La pelota alojándose en las redes.
Ese gol, el 2-1 contra Suecia en Italia 90, firmó el triunfo más importante en la historia del fútbol Tico. El que le dio el pase a los octavos de final de una Copa Mundial de la FIFA? por primera, y única, vez en la historia. Y también el que todos los jugadores de la Sele soñaban con repetir? hasta hoy. Costa Rica fue capaz de superar su propia historia, y los protagonistas de la hazaña lo contaron de viva voz a FIFA.com tras el triunfo 3-1 ante Uruguay.
GRANDES RECUERDOS, GRAN MOTIVACIÓN
El primero en tomar la palabra es Óscar Duarte, el espigado defensor, autor del segundo tanto, el que puso rumbo hacia la gloria. El 6 costarricense reconoció la influencia que ha tenido esa generación del 90 en lo sucedido en Fortaleza. ?En aquel entonces tenía sólo un año pero uno conoce la historia de cómo fue todo. También he tenido como entrenadores a ex jugadores que fueron a ese Mundial y que me contaron. Es una gran motivación?.
Pero no sólo es eso. Ese triunfo ante Suecia tiene un significado casi místico para el pueblo Tico, y Duarte nos explica hasta dónde llega la leyenda. ?Se hizo una película en Costa Rica para revivir esa historia. Nosotros de ahí agarramos cositas para ponerlas en el terreno de juego, y nos sirvió, sobre todo, en el aspecto emocional. Si una selección costarricense lo ha logrado, ¿por qué no nosotros?, pensamos?.
Y precisamente en ese tenor terció Joel Campbell, autor del gol del empate de la Sele ante Uruguay y Jugador Budweiser del Partido. Para él la generación del 90 es una motivación más. ?Antes de este Mundial decidimos que nuestro lema fuera el de escribir nuestra propia historia y superar lo hecho en el pasado. Ese fue el punto de partida hoy?, reconoció el delantero del Arsenal.
QUITARSE UN PESO DE ENCIMA
Si se puede entrever una pequeña dosis de alivio en los jugadores costarricenses, es porque lo sienten. Ganar el partido ante Uruguay significó emular a la generación de oro, pero también sacarse un peso de encima. ?La verdad es que ha sido una carga por mucho tiempo para muchas generaciones. A cada selección la comparaban con esa, y no era fácil. Había que luchar contra los rivales, pero también contra nuestros propios buenos recuerdos?, acepta Christian Bolaños, uno de los jugadores más destacados ante Uruguay.
Es por eso que el triunfo sabe aún más dulce. El propio número 7 del equipo costarricense expresa su satisfacción por poder generar las mismas sensaciones que sus ilustres antecesores. ?En ese entonces yo estaba muy pequeño, apenas seis años, pero tengo imágenes de las celebraciones, de la gente en las calles como loca. Me da muchísima alegría pensar ahora que nosotros hemos provocado ese mismo entusiasmo?.
Una vez que se han sacudido los fantasmas, el cielo es el límite para esta selección de guerreros. ?Estamos muy contentos, pero no vamos a perder el objetivo. La historia dice que la mejor actuación de Costa Rica son los octavos de final, y nosotros queremos estar ahí también. Este grupo es complicadísimo y los rivales que nos quedan, de primera línea, pero eso es lo que nos ayudará a estar concentrados?, señala Marcos Ureña, autor del tercer gol del partido.
Y es, precisamente, ese tercer gol, el que seguramente quedará grabado en la mente de los aficionados. De nuevo un pase al espacio, de nuevo una galopada, y de nuevo una definición cruzada frente al arquero. Y seguramente inspirará también a miles de niños costarricenses, como lo hiciera ese tanto de Medford, con la diferencia de que, en esta ocasión, la historia aún no termina de escribirse.
*Con información de la FIFA