Que el deporte mejora el desarrollo físico y mental de los niños, nadie lo pone en duda. El deporte, por su gran alcance, una popularidad sin igual y como base de valores positivos para el ser humano y la sociedad, es definitivamente una de las cosas más grandes que el hombre ha creado. Además, es también es una herramienta muy poderosa que rompe todas las barreras y nos ayuda a sentirnos bien con nosotros mismos, tanto física como mentalmente.
Centrándonos en los más pequeños, el deporte también es muy beneficioso para los niños, practicándolo, entre otras muchas cosas los niños desarrollan sus habilidades físicas, hacen ejercicio, hacen nuevas amistades, se divierten, aprenden a ser miembros de un equipo, a jugar limpio, mejoran su autoestima, etc. Todo esto lo hemos comprobado con nuestra propia experiencia en el descenso del Sella con niños, una aventura en plena naturaleza que sirve para cambiar por completo, durante unas horas los hábitos de los menores.
Ninguna otra cosa en la vida ofrece a los niños la oportunidad de desarrollar rasgos de carácter positivos y de obtener valores como el deporte. Estos son algunos de los beneficios que pueden derivarse de la práctica de deportes:
1) El carácter y los principios morales de los niños se forman a través del juego limpio.
2) Practicar deporte permite crear nuevas amistades
3) El trabajo en equipo y los beneficios de la interacción social
4) Aprenden a respetar la autoridad, las reglas, los compañeros de equipo y los oponentes
El deporte es un importante entorno de aprendizaje para los niños. Numerosos estudios han demostrado que los niños que practican deporte se desempeñan mejor en la escuela. También es dentro del deporte donde se establece y desarrolla el estatus y la aceptación de los iguales.
Las experiencias deportivas ayudan a construir una autoestima positiva en los niños. Además, la participación en deportes puede ser una forma útil de reducir el estrés y aumentar los sentimientos de bienestar físico y mental, así como de luchar contra la delincuencia juvenil, los conflictos y los arrebatos agresivos.