Si en el post del martes, Roma sin gluten, os contaba un poquito cuál fue nuestra experiencia gastronómica por Roma. Hoy os propongo pasear por esta bella ciudad. Y es que os traigo la primera de las 2 entradas, donde os contaré cuáles fueron nuestras rutas por esta ciudad.
¡Empezamos!
Nuestra escapada fue de 4 días, de viernes a lunes. El viernes, llegamos tarde al hotel, Bamboo. Un Bed&Breakfast situado en el barrio de Monte Verde.
Era la primera vez que nos alojábamos en un B&B, y la verdad la experiencia ha sido muy buena. La habitación era muy amplia, estaba todo muy limpio y tanto la chica que nos recibió como el chico que nos preparaba el desayuno, fueron muy agradables. Giada, nuestro contacto del B&B nos recibió y nos hizo una pequeña guía, donde nos explicó que transportes teníamos que coger para llegar a los puntos de interés. Aunque casi, no tuvimos que utilizarlo, ya que prácticamente, hicimos todas nuestras visitas a pie.
Si sois de los que os gusta caminar y no tenéis como requisito que el hotel este justo en el centro, este B&B es muy recomendable. Desde los miradores del barrio de Monte verde, podéis ver toda Roma. Y aunque esta en un zona tranquila, esta muy cerca de Trastevere, un barrio con un aire muy bohemio, que aparece en todas las guías de la ciudad.
El hotel, estaba un poco alejado del centro, a unos 3km. Y aunque tiene varias estaciones de autobús y de tren cerca, esa noche después de acomodarnos en la habitación, decidimos no acercarnos al centro. Fuimos a dar un paseo por la zona y a comprar algo para comer.
El sábado, nos levantamos pronto, para aprovechar bien el día. Y fuimos en tren hasta el Vaticano, a parte de esta vez todo los demás recorridos fueron a pie. Os lo recomiendo, es la mejor manera de disfrutar, de esta ciudad.
Ya habíamos comprado las entradas para el Museo del Vaticano, por internet. Si tenéis pensado ir a visitarlo, os aconsejo que ya las llevéis compradas, porque las colas que se forman son impresionantes. Lo mismo os digo si vais a visitar el Foro y el Colisseo, ahorraréis mucho tiempo.
Llegamos pronto, así que estuvimos un ratito por la plaza de San Pedro. Paseamos por las pintorescas calles de alrededor del Vaticano i por los alrededores del Castillo de Sant’Angelo, mientras hacíamos tiempo para entrar al Museo, ya que las entradas van con horario.
Las entradas que cogimos solo incluían, el Museo del Vaticano y la Capilla Sixtina, hay varios tipos. Sólo en el museo podéis estar horas y horas, así que si no tenéis muchos días, pensarlo bien a la hora de elegir las entradas.
La capilla Sixtina es increíble, aunque la verdad resulta difícil disfrutarla, por la aglomeración de gente. Si queréis, disfrutar de unos momentos de relax durante la visitas, sentaos en uno de los bancos de los jardines del Museo y disfrutar de las vistas.
Una vez acabada la visita al Museo del Vaticano, necesitábamos reponer fuerzas, así que recargamos pilas comiéndonos unas deliciosas pizzas sin gluten en Mama Frites.
La tarde del Sábado, la dedicamos a andar y andar. A descubrir las calles históricas del centro de Roma, la Pizza Navona, la Fontana di Trevi i el Pantheon. Y a disfrutar de cada una de sus callejuelas.
De vuelta al hotel, visitamos la Piazza Venezia, El Vittoriano y El Campidoglio. Además como ya os he comentado, subiendo hacia el hotel pudimos disfrutar de las vistas de toda la ciudad.
Y hasta aquí la primera parte de nuestra visita a Roma. Espero que os sirva como pequeña guía si tenéis pensado visitar Roma. Aún a riesgo de hacerme pesado. Os recomiendo que hagáis vuestras rutas por Roma a pie. Ya que en cada calle en cada rincón puedes encontrarte con algo que te sorprenderá.
Espero que os estén gustando estas mini guías. ¿Si habéis ido alguna vez, que es lo que más os gusto?
Un abrazo y feliz jueves.