A finales de verano planeamos casi sobre la marcha una escapada a Barcelona y desde allí viajamos a Roma. Buscando como siempre algo económico para alojarnos, pero sin renunciar a la localización y limpieza, nos decantamos por el Hotel Chroma Tria.
Una de las principales razones para elegir el Chroma Tria para nuestra estancia en Roma fue su localización y por supuesto su precio.
Pero antes de empezar a hablaros del hotel, iremos al principio de la historia…
Nuestro vuelo llegaba al Aeropuerto de Roma-Fiumicino o Aeropuerto Intercontinental Leonardo da Vinci y desde allí nos trasladaríamos hasta el hotel en un tren de cercanías, teniendo que hacer transbordo en Roma Trastevere. Sólo os comentaremos que el viaje fue un poco tortuoso y los paneles
Este pequeño hotel B&B ocupa la última planta de un bloque de pisos a escasos metros del acceso a los Museos Vaticanos. Así que llamamos al timbre y subimos hasta la última planta en un ascensor del siglo pasado que sufría a cada metro que ascendía. El ascensor sólo llega hasta la penúltima planta, por lo que el último tramo de escaleras nos tocará subirlo caminando.
En la puerta nos recibe Daniele, un italiano muy atento y agradable que nos enseña la habitación y nos explica en perfecto español los horarios de desayuno y un pequeño tour por la ciudad de Roma. También nos comenta que el hotel no cuenta con recepción y nos facilita su número de teléfono para cualquier imprevisto que nos surgiera.
Podéis ver la habitación que nos asignó en la fotografía anterior. Al encontrarse en el último piso es abuhardillada, con dos pequeñas ventanas, una de ellas a la calle y otra a una pequeña terraza de otra de las habitaciones del hotel. Es amplia y cómoda aunque hay que tener cuidado con la cabeza en la zona abuhardillada… (no es consejo, es experiencia).
Al día siguiente y tras un descanso placentero, sin ruidos y en una cama muy cómoda, Daniele llamó a nuestra puerta para servirnos el desayuno. He de decir que en pocos hoteles he encontrado tanta variedad y cantidad en un desayuno servido en la habitación, algo que agradecimos enormemente, ya que salíamos del hotel con las pilas muy cargadas.
Café, zumo, cruasán, tostada, nutella, mermelada, …
Otra de las ventajas de este pequeño hotel B&B es su magnífica ubicación. Como nota aparte, os aconsejamos comprar las entradas a los Museos Vaticanos por internet para evitar las largas colas que se forman en las taquillas, así como fijar vuestra visita para primera hora de la mañana. Dicho esto, como el hotel se encuentra a escasos 100 metros de la entrada a los museos, no debéis daros un palizón madrugando más de la cuenta.
Y hasta aquí nuestra pequeña referencia a este gran bed & brekfast de Roma. Por cierto, elegir un hotel como el Chroma Tria o cualquiera de la zona os permitirá ver todos los días la maravillosa Catedral de San Pedro del Vaticano, algo que os dará fuerzas por la mañana y os relajará a última hora de la noche.
El ambiente de la Plaza de San Pedro por la mañana y por la noche es muy distinto, no pierdas las dos caras de esta maravilla.
¿Te ha gustado el Chroma Tria? ¿Has visitado Roma? ¿Repetirías?
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