Tengo claro que no quiero dejar el blog como hice en febrero. Voy a intentar publicar al menos un post semanal porque tumbarme en la cama los domingos por la tarde a escribir una entrada me da la vida... Como la de hoy. No se si es por este paroncillo de diez días o porqué, pero he disfrutado preparándola como no lo hacía desde hace tiempo.
Encontré este tag en el blog La coneja de papel (si no la conoces y te gusta leer o adoras los conejitos tienes que visitarla pero ya) y como hace tiempo que no publico un post personal pensé que sería buena idea buscar siete objetos que me definen. Al principio creí que iba a ser complicado dar con siete cosas, pero lo cierto es que me vinieron a la cabeza enseguida... y aún podría haber llegado a la decena. Pero no voy a romper las reglas, siete es un número muy bonico.
1. Los estampados florales: Aquí podría incluir también la papelería bonita, porque si mezclamos las dos cosas obtenemos objetos "muy yo". Además de cuadernos florales también tengo bufandas, zapatillas, fulares, pantalones, estuches, washis, fundas nórdicas... ¡Una obsesión en toda regla!
2. Los cactus: Tengo una maceta mediana con nueve cactus y, además, dos pequeñitos ahijados (son de mi hermana, yo soy la "niñera"). Me encantan, no puedo esperar a seguir aumentando la familia porque nunca son suficientes. Además... ¡no se me mueren!
3. Colgante de osito: Este osete de plata me lo regalaron mis abuelos cuando hice la comunión, y desde entonces no me lo he quitado. Duermo con él, me ducho con él, voy a la playa con él... es como una extensión de mi cuerpo. Me lo he tenido que quitar para hacer la foto y de tantos meses que hacía que no lo soltaba ha sido rara la sensación de tenerlo en la mano. Le tengo infinito cariño, espero que siga conmigo muchísimos años más.
4. Los jerséis de lana: Uno de los motivos por los que adoro el otoño es porque puedo llevar jerséis gustosos. Cada vez que voy de rebajas, sea invierno o verano, cae alguno. Sin ir muy lejos, este pasado mes de julio, cuando estábamos achicharrándonos de calor, no pude evitar comprarme un jersey... y es que me llaman desde las estanterías de las tiendas. Puedo comunicarme con ellos, los oigo lloriquear suplicando que les dé un hogar, y así no hay quien se resista.
5. Las tazas: Mi padre siempre se queja de que el armario de las tazas está a rebosar, y creo que más de la mitad son mías. Entre las que me regalan (la gente que conoce mi pasión) y las que me compro, tengo un buen montón de tazas bonitas. Y las que vendrán – risa maligna –.
6. Los libros de misterio: Aunque cada vez leo más géneros literarios, sigo teniendo predilección por la novela negra. Hace cosa de tres años que retomé el amor por la lectura, y lo hice con libros de este estilo... supongo que por eso soy incapaz de dejar de leer sobre gente desaparecida, investigaciones, castillos antiguos y secretos familiares.
7. Los gatetes: No podía faltar un hueco para los gaticos en la lista de cosas que me definen. Realmente no es un objeto sino un colectivo, pero es algo que me pierde venga en forma de gato real que ronronea en tu regazo o en forma de camiseta, figura, peluche... ¡vivan los gatos en todas sus vertientes!
¡Y hasta aquí la lista! Ahora se supone que tengo que nominar a gente, pero voy a hacer como Neus (alias Mamá Coneja) y dejar vía libre para que lo haga quien quiera. Cuéntame... ¿coincidimos en alguna cosa? ¿Qué objetos te definen?