Decidimos emplear nuestro tiempo en la ciudad sobre todo para visitar El Palmeral, aunque hay diferentes huertos distribuidos por la ciudad, el más grande y gratuito se encuentra en el parque municipal allí se pueden distinguir diferentes especies e incluso observar alguna construcción interesante como el Molí del Real, un molino harinero medieval movido por la acequia del agua.
Junto al Paseo de la Estación se halla el “Espai d`Art”, una muestra al aire libre de la escultura contemporánea. Además, justo al lado del parque se encuentra la oficina de turismo donde podéis preguntar por los diferentes monumentos que hay en Elche. También existe un tren turístico para recorrer tanto el parque municipal como el resto del casco urbano. Nosotros como íbamos con mi hija de cuatro años y un bebe lo cogimos y la verdad es que nos fue de maravilla sobre todo porque hacía mucho calor y así pudimos ver la ciudad de manera más amena y divertida.
En el parque municipal podéis encontrar palmeras singulares como el Tridente, no obstante, nos dijeron que las más singulares se encontraban en el Huerto del Cura, que es otro jardín que se encuentra dentro del casco, lo que ocurre es que hay que pagar y sinceramente con las que vimos en el parque municipal ya teníamos bastantes. Además, para los peques de la casa hay varios parques infantiles por lo que se lo pasan pipa.
Otro de los monumentos que visitamos fue el Convento de Nuestra Señora de la Merced y los baños árabes. La verdad es que si vais con prisa os podéis saltar esta visita, ya que tanto el claustro como los baños son bastante normales y están poco conservados.
Finalmente, para comer nosotros lo hicimos en el establecimiento El Trastero es un bar para picar o ir de tapas que se encuentra en el centro. No está mal, tiene montados que están bastante bien, así como las marineras murcianas, aunque me decepcionó el queso frito y las patatas con queso y bacon.