Aromas de resina
Recorrido a pie por el interior de los pinares segovianos que alfombran la ribera del Cega
© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
La primavera es un buen momento para andar por los pinares. Cuando avancen los calores, las pequeñas espigas que crecen entre la tamujas estarán tan secas y pinchudas que serán capaces de clavarse sin piedad en botas, pantalones y calcetines hasta convertir la experiencia en un picajoso suplicio pinariego. Hoy por hoy, el interior de estas masas boscosas todavía mantienen en sus rincones más frescos apetecibles sombras verdosas, libres de insectos pesados, amenizadas por el coro incansable de pajarillos, carpinteros y cucos. Una delicia para los que sienten el aroma penetrante de las resinas goteando en los cuenquillos como un chute de vitalidad y optimismo.
Una senda señalizada con galones de pequeño recorrido y bautizada con el nombre de "El manzano-Sotocivieco" se adentra por estas espesuras pinariegas brindando una oportunidad de oro para conocer de cerca estos ecosistemas tan presentes en las planicies que comparten las provincias de Segovia y Valladolid. Acerca, además, hasta el borde mismo de los espectaculares cañones arenosos que el río Cega se trabaja en su discurrir por lo que, en el fondo, no es más que un discreto desierto al que los pinos tapizaron de tamujas y roñas.
Recorrido de la senda del Manzano-Sotocivieco. Pinares del Cega. Segovia. Castilla y León. España, 2006 © Javier Prieto Gallego;
El paseo
El principio se localiza en medio de una de las extensiones de pinar más grandes de la Península. Exactamente en el kilómetro nueve de la pista asfaltada que comunica la localidad segoviana Zarzuela del Pinar con la CL-601, a unos cuatro kilómetros de Cuéllar en dirección a Segovia.
En su arranque, ubicado en la confluencia de dos cortafuegos, la senda se dirige directamente hacia el hondo cañón que el río Cega ha abierto para su discurso a través de estas llanuras arenosas. Se llega en unos 700 metros desde el punto de inicio justo al alcanzar una pequeña caseta de resineros recién remozada en blanco. Al lado se abre el cañón en cuyo fondo se escucha el discurrir del Cega. Desde aquí el paseo corre paralelo al río aunque se sale del camino 200 metros más adelante, junto a un mojón de piedra, hacia la izquierda. Por la linde entre las arenas del pinar y la vegetación arbustiva que marca el inicio del declive hacia el fondo del cañón discurren los siguientes metros. Tras caminar por la linde de un arenal y atravesar en diagonal una pequeña mancha de pinos sin sendero, el paseo enlaza de nuevo con un camino bien marcado. Algo más adelante se localiza una baliza de distancia y, un poco más allá, un cartel que habla sobre el martín pescador y la nutria.
Recorrido de la senda del Manzano-Sotocivieco. Pinares del Cega. Segovia. Castilla y León. España, 2006 © Javier Prieto Gallego;
En ese punto merece mucho la pena alejarse momentáneamente de las balizas para explorar con detenimiento los recovecos de la ribera del Cega. Basta tomar la pista que desde este punto se ve descender hacia ella y, en cuanto se pueda, tratar de alcanzar el senderillo pescador que va bordeando la orilla. Guarda esta hundida ribera, a quien la camine, la agradable sorpresa de un puente sobre troncos, río abajo, a unos 300 metros. Se localiza en el borde de un meandro con unas pequeñas praderas herbosas a las que da paso un pino vivo en cuyo tronco alguien clavó el número 20.
El paseo prosigue regresando hasta el cartel del martín pescador para continuarlo, pisando ya siempre caminos muy marcados, por la parte alta del cañón. Así es hasta alcanzar, unos 500 metros después, un nuevo poste con indicación de distancia en un punto de confluencia de varios caminos más. El bueno es el que pasa junto al cartel de chapa donde se informa del coto de pesca de Las Pegueras. Por la linde de una de las divisiones que se realizan en el interior de los pinares para organizar sus distintos aprovechamientos el paseo alcanza así la carretera de Zarzuela. Tomada hacia la derecha conduce, en unos 500 metros, hasta el aparcamiento inicial.
EN MARCHA. A cuatro kilómetros de Cuéllar hay que tomar la salida de la autovía, en direccióna a Segovia, hacia Zarzuela del Pinar. El acceso hasta el inicio de la senda se localiza en el kilómetro 9 de la carretera que conecta Zarzuela del Pinar.
EL PASEO. Discurre por el monte más grande de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, conocido como "Común Grande de las Pegueras". Recorrido circular de unos tres kilómetros perfectamente balizado con marcas de color amarillo y blanco y paneles informativos. Dependiendo del tiempo dedicado a curiosear por la ribera, el itinerario puede hacerse en unas dos horas. La "Senda de los Pescadores", con inicio en el puente Segoviano, ofrece también una buena ocasión de conocer las orillas del río Cega. Aquí puede descargarse el mapa y la información del recorrido en pdf. Aquí puedes decargarte el track de GPS en kmz.
Croquis del paseo
Croquis del paseo a pie de la Senda del Manzano-sotocivieco. © Javier Prieto Gallego;