Ramón es un apasionado del arte en todas sus manifestaciones, pero sobre todo es un enamorado de Vigo y un profundo conocedor de su historia. Este ingeniero industrial, ya retirado, lleva unos cuantos años desarrollando una magnífica labor divulgativa dentro del programa de voluntariado cultural del ayuntamiento, promoviendo rutas para dar a conocer la historia y los monumentos de nuestra ciudad, de manera totalmente desinteresada y generosa. Entusiasta como yo del arte mural y del grafiti, los ha ido incorporando también a las visitas guiadas que prepara y documenta con exquisita meticulosidad. Antes de comenzar el paseo, siempre reparte entre los presentes un folleto escrito por él mismo con toda la información de lo que vamos a ver y por donde transcurre la ruta. Un trabajo admirable a mi modo de ver, merecedor de ser recopilado, publicado y difundido ampliamente por su innegable interés.
Os invito a descubrir pues, de la mano de Ramón, una parte de nuestra ciudad, iniciando el recorrido en la popularmente conocida como Plaza Elíptica. Aquí encontramos la primera escultura dedicada al escritor y político lugués Francisco Fernández del Riego, que da nombre oficial a la plaza. Un busto en acero, obra del escultor también lugués Álvaro de la Vega.
En la misma plaza también se ubica esta obra abstracta del artista Jesús Valmaseda, un conjunto de chimeneas escultóricas realizadas en acero inoxidable, de unos 8 metros de altura, que sirven para dar salida a los gases de los locales de restauración del centro comercial.
Bajando hacia la calle Venezuela, nos detenemos un instante ante el monumento dedicado a Simón Bolivar. Un busto de granito sobre pedestal del mismo material, obra del escultor ourensano Antón Faílde. La estatua se inauguró en 1971 y es un homenaje de la Hermandad Gallega de Venezuela.
Nos adentramos ahora en la colorista estructura del paseo central del remodelado boulevard de Gran Vía, buscando una preciosa escultura denominada “Ola/Caracola”. Realizada en mármol sobre pedestal de granito, es obra del escultor gallego Nando Álvarez. Esta pieza fue finalista en el Simposium Internacional de Escultura en Hualien, Taiwán.
Seguimos descendiendo por Gran Vía hasta llegar casi al cruce con Urzaiz donde encontramos uno de los conjuntos escultóricos más afamados de la ciudad, “Os redeiros, monumento o traballo”, una obra del escultor ourensano Ramón Conde, inaugurada en 1991 que está formada por siete fornidos marineros tirando de una red, realizados en bronce y situados sobre una plataforma de hormigón revestida de granito.
Ya en el cruce con república Argentina, nos detenemos ante el edificio Aurora Polar, obra del arquitecto Jenaro de la Fuente Álvarez, hijo del anteriormente mencionado. En la fachada podemos contemplar un relieve mural en granito que representa a un grupo familiar sobre un fondo de sol naciente obra del escultor Camilo Nogueira, así como otro conjunto de cuatro esculturas en relieve en el lateral, del mismo autor que hacen alusión al trabajo y la familia.
Nos vamos a acercar ahora al entorno de la Plaza de Portugal y callejear un rato por la más típica zona de marcha nocturna de Vigo, aquí nos vamos a encontrar con varios ejemplos de estupendos grafitis como el de Vanesa Álvarez y el que firman David Arambarri Y Pablo Martínez en la calle Rogelio Abalde.
También un grafiti de los primeros en pintarse en la zona, ya desvaído por el paso del tiempo, firmado por el artista Ignacio Pérez Jofre. Y a muy poca distancia otro más del artista gráfico y tatuador Borja Omiguan.
Junto al desaparecido pub Cousa Nosa, se asoman unas escaleras a espaldas de los edificios, que desembocan en todo un pasadizo que comunica con la calle Lepanto, conocido como “el callejón del manco o callejón de los punkis”, está abarrotado de grafitis de lo más diverso.
Miska Dhc (Miska).
En la esquina de la plaza, en unas escaleras recientemente mecanizadas que comunican con la calle Uruguay, encontramos un colorido mural firmado por Nano Abia.
Vamos a continuar bajando ahora por las empinadas escaleras que comunican las calles Uruguay y García Barbón. A mitad de tramo, una pequeña maravilla plasmada en una puerta metálica profusamente grafiteada pasa casi desapercibida. Se trata de una obra del llamado “Banksy francés“, el cotizadísimo artista Christian Guémy, que firma como C215
Ya en García Barbón caminamos unos metros hasta el cruce con Alfonso XIII para encontrarnos con el monumento a los viajantes y representantes de comercio erigido en 1997. Una obra obra compuesta por pedestal de granito sobre el que se sitúa un hexágono de piedra y bronce del escultor ourensano Lino Cao. A su lado podemos contemplar una antigua fuente datada en 1880.
Y hasta aquí la crónica de esta estupenda ruta que disfrutamos durante una soleada tarde del mes de mayo. Gracias infinitas a Ramón y a mis queridas amigas Lola y Montse que se sumaron a la visita por él guiada. ¡Repetiremos seguro!
Os dejo enlace a un mapa con las localizaciones por si os animáis a dar un paseo por el recorrido, espero que os guste. ¡Hasta pronto!