Sinopsis: La poderosa Sociedad para el Estudio de las Lenguas Interestelares encomienda a Rachel Monteverde la investigación sobre el remoto planeta de Aanuk. Allí habitan dos especies que apenas se relacionan entre sí: los aanukiens, nómadas y alegres, y los misteriosos fihdia, cuya ceguera congénita y vida en las cavernas los aísla de sus compañeros de mundo y, a su vez, del resto de especies de la galaxia.
Fragmentos del informe se intercalan aquí con entrevistas y el cuaderno personal de la doctora, cuyas impresiones sobre el planeta, junto a la dificultad al traducir lenguajes y costumbres de estos pueblos, no solamente terminan por transformarla a ella, sino que suponen un ejercicio de exploración en la esencia de los vínculos humanos.
Reseña: Hannah Sweet Angélica tiene el honor de entrevistar a Rachel Monteverde con motivo de sus estudios para la edición de la Nueva enciclopedia galáctica. ¿Quién mejor que la lingüista que vivió durante unos años junto a los aanukiens para darle la información que precisa sobre ese remoto planeta?
A través de las páginas del informe que redactó durante su estancia en el planeta, intercalado con la conversación en el presente de ambas mujeres, se irá tejiendo el relato de la experiencia de Rachel Monteverde en el planeta Aanuk, con el objetivo de estudiar los idiomas del planeta.
Su primer objetivo son los aanukien, pueblo habitualmente nómada pero que tiene un pequeño asentamiento llamado Laari. Rachel tiene la intención de quedarse un año en el planeta estudiando el lenguaje empleado por estos amistosos nativos, pero tiene en mente otro objetivo mucho más complicado: conocer y estudiar el idioma de los fihdia, un pueblo que habia las cavernas y que además son ciegos.
Los aanukien y los fihdia no tienen más que tratos comerciales puntuales, y es que ambos pueblos se guardan cierta desconfianza. Rachel sin embargo hará todo lo posible para acercarse a los fihdia y conocerles mejor.
El informe Monteverde es pues, el diario escrito por Rachel Monteverde sobre su estancia en un planeta remoto, ni más ni menos. Su análisis de los habitantes de ambos pueblos a través de sus ojos nos ofrece un relato tranquilo pero no por ello carente de emoción o de interés; su punto de vista nos será vital a nosotros, meros turistas de Aanuk, comprender y acercarnos a ambos pueblos sin reservas y sin ideas preconcebidas.
Lola Robles nos ofrece un estudio antropológico, inteligente y muy imaginativo, sobre ambos pueblos. El lenguaje es uno de los temas principales tratados en la obra, pero también leeremos sobre el choque de culturas, los prejuicios y curiosamente a pesar de estos sentimientos, saldremos del planeta (y del libro) con la sensación de que la paz entre pueblos es posible.
En resumen: Una novela optimista, con un formato ideal para leerla en un par de tardes y desconectar del mundanal ruido.
No quería terminar la reseña sin destacar la edición de Crononauta, con ilustraciones de portada e interiores a cargo de Marina Vidal. En esta ocasión, sin duda os recomiendo haceros con la versión física.