Rumanía es un hermoso país que está dividido en tres regiones, la zona de los Cárpatos, la meseta de Transilvania y el delta del Danubio. A día de hoy, es considerada la 'Gran desconocida', no sólo para los extranjeros sino también por los mismo nativos. La belleza de su arquitectura tiene un reconocimiento escaso a nivel internacional, a pesar de su enorme calidad como avalan sus reconocimientos como 'Patrimonios de la Humanidad'.
Bucarest
Bucarest es la capital y la ciudad más poblada de Rumanía. Sin embargo, no siempre fue así. Su importancia histórica comienza en 1862, con su consolidación como centro oficial. Anteriormente, se cree que fue gobernada por numerosos pueblos en constante cambio de poder y cuyo primer documento del que se tiene constancia está datado en el año 1459.Algunas de las construcciones más sobresalientes del país se hallan en esta metrópoli, la cual es considerada núcleo cultural y económico. Sus múltiples parques y jardines le valieron el apelativo, a comienzos del siglo XX, de 'el pequeño París', donde también podemos visitar el 'Arco del Triunfo', incluso de mayor tamaño que el de los Campos Elíseos, concretamente situado en la Avenida Kisseleff.
Sin embargo, el mayor punto de interés turístico es sin duda el monumental edificio Ateneo. Realizado entre los años 1886 y 1888 por el arquitecto francés Albert Galleron, recibe su nombre de su disposición frontal con columnas, el cual tiene las mismas dimensiones que su correspondiente en el Acrópolis de Atenas. Su función está dedicada a organizar conciertos de música clásica y en su interior puede albergar hasta 600 personas.
Otro destino imprescindible para los melómanos es su Ópera Nacional. En ella se da cabida la famosa música rumana así como la danza tradicional. En sus orígenes estuvo influenciado por el arte italiano, que con el paso de los años fue derivando en un estilo único en el mundo, lo que llevó a levantar su propio centro.
Bucarest también destaca por ser una de las urbes con mayor número de iglesias por habitante de todo el planeta. Estos templos sagrados se han levantado en honor a diversas religiones, fruto de su multicultural estado. Una de las más notables es la Iglesia del Santísimo Redentor, de corte clásico procedente de Italia.
Otra de las visitas obligadas es la Iglesia Rusa de principios de siglo XX, que en un primer momento iba a ser destinada como embajada. La Iglesia Stavropoleos es una de las más antiguas de la metrópoli, de 1724, y fue realizada por el monje griego Ioanichie. La Patriarquía también es una de las obras maestras que podemos admirar. Pertenece al siglo XVII, y en su interior se guardan los restos del protector y patrón de la ciudad, Dumitru Basarabov.
Transilvania
Transilvania es considerado uno de los destinos más solicitados de Europa. Su halo de misterio en torno a una de las figuras más ilustres del mundo tiene su sede en esta región, el personaje que inspiró al famoso Conde Drácula. La capital de esta región es Cluj-Napoca, aunque también es aconsejable pasear por el barrio de Sibiu.Algunos de sus paisajes más destacados son las regiones de los lagos, de enorme belleza y extraña naturaleza. El más llamativo es el Lago Rojo junto con las Gargantas de Bicaz, rodeado de una amplia vegetación y es que, en torno a 1837 hubo un gran diluvio que hundió las tierras. Este desprendimiento atrapó el agua en su interior que, con las continuas lluvias se mantiene todo el año actuando a modo de laguna. En su característica imagen se puede ver asomar los troncos partidos de los árboles que en si día crecieron.
Muchas leyendas giran en torno a este lugar, y es que se dice que el tono rojizo de sus aguas viene dado por la sangre de los excursionistas que por allí pasaban en el momento de desplome. Todo estos acontecimientos sirven como marco para uno de los sitios con más mitos del mundo. De hecho, no podemos perdernos el famoso castillo de Bran, donde vivió Vlad Tepes, más conocido como Vlad el Empalador, en el siglo XV. Su ubicación se halla en Sighisoara, prácticamente aislada por el bosque.
En las proximidades existe una atípica ciudad, con casas medievales hechas en piedra, donde sobresale su Iglesia Negra. Este lugar es llamado Brasov y ha sido grabado e imitado en numerosas películas. Muy cerca, también podremos visitar el castillo de Peles, cuya escultura sobresale por su belleza.
Gastromonía
La cocina de Rumanía así como la de Los Balcanes en general, es muy variada y sabrosa. Algunas de sus especialidades son las sopas, que a su vez, se pueden dividir según sean ácidas o no. La carne de cerdo es otro de los platos típicos que podremos degustar de múltiples formas a lo largo de todo el país. Como muestra tenemos el 'porkolt' un derivado del gulash a base de estofado de cerdo.Debido a su clima, las comidas contienen un alto aporte en calorías para resistir el intenso invierno. La 'ciorba', por ejemplo, es un caldo hecho a base de tripas, en el que en ocasiones se suelen complementar con albóndigas. El 'sarma' se compone de hojas prensadas con carne picada, toda una delicia importada de Turquía y Armenia. Como postre, su fruta más típica es la ciruela.
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