Ya con energías renovadas nos tomamos el colectivo hacia Magic Kingdom. El día seguía muuuy feo, pero por suerte había dejado de llover. Recorrimos la Main Street bien relajados, paseando, no teníamos Fast Pass, solo queríamos recorrer y ver Wishes.
Encaramos para Frontierland y nos subimos a nuestra preferida de Magic Kingdom: Big Thunder Mountain Railroad. Por suerte había poca gente y nos subimos 2 veces seguidas. La verdad la rompe esta montaña, tiene adrenalina en su justa medida y la ambientación es increíble. Una que NO se pueden perder en Magic Kingdom.
Recorrimos la zona y fuimos caminando para el lado de Liberty Square. De pasada nos metimos a Country Bear Jamboree. Una atracción pasable si están con poco tiempo, con osos montañosos cantando canciones del estilo.
Seguimos hacia Liberty Square y nos metimos en The Hall of Presidents, una típica atracción sobre el patriotismo yankee. Los presidentes de Estados Unidos te cuentan la historia del país y como fueron evolucionando hasta llegar a ser la nación que soy hoy en día.
Salimos y el día no mejoraba, la sensación de estar dentro de una nube no se iba. Encaramos para el lado de Haunted Mansion con la intención de repetirla pero tenía más de 40 minutos de espera así que pasamos de largo. Seguimos hacia Fantasyland, zona que habíamos recorrido poco y nada, y que tampoco mejoramos en esta visita. Los paneles de construcción rodeando lo que ahora es la montaña de los siete enanitos no motiva a seguir recorriendo algunos pasillos.
Tanto nos desorientó la obra en esa zona que no recordamos haber pasado por la zona de la Bella y la Bestia. Así fue que no hicimos Enchanted Tales with Belle, se nos pasó completamente.
En la visita anterior no habíamos hecho la de la sirenita, y la verdad que sin buscarla la encontramos de casualidad y no tenía nada de espera, así que aprovechamos para hacerla. Esta atracción es del estilo de Nemo, te subís a un carrito y te llevan a recorrer la historia de la Sirenita. La verdad que está muy buena y si van con peques no hay de que preocuparse porque salvo la parte de Úrsula no es oscura para nada.
Ya se estaba haciendo de noche y la combinación con el frío y la nube constante hacía que no se apreciaran mucho los paisajes. Siguiendo con Fantasyland, nos dirigimos a la zona del circo de Goofy, donde nos encontramos con la montaña rusa interrumpida por una falla, otra que nos quedaría pendiente.
Volvimos para la zona de Tomorrowland, ya quedaba poco tiempo y queríamos repetir Space Mountain. Por suerte la espera era baja y pudimos hacerla sin dificultades. Nos encantó esta montaña rusa, una de las mejores atracciones de Magic Kingdom.
También aprovechamos que no había gente para repetir Buzz Lightyear’s Space Ranger Spin. Sigo siendo un queso en estas atracciones y Urón siempre me gana por lejor. No entiendo donde cuerno hay que disparar y hago muy pocos puntos.
Se acercaba la hora de Wishes así que encaramos para Main Street, no queríamos subirnos a ninguna atracción más, solo recorrer tiendas revisando la hora como condenados, no queríamos volver a perdernos Wishes. Para los desmemoriados, esto fue lo que nos pasó en nuestra primera visita a Magic Kingdom: versión corta y relato del día completo.
Las tiendas de la Main Street son una locura, tenía ganas de comprar TODO. Solo compré unas pastillas de menta que venían en una latita re linda, un imán de Mickey con el atuendo de Fantasia y una lata con tés para mi abuela. Esta última estaba a buen precio y la calidad nos deslumbró, encima era de Alicia en el País de las maravillas, así que un excelente regalo.
Terminamos las compras y nos paramos frente al castillo. Empezaron a apagarse las luces y comenzaba lo que tanto habíamos esperado: Wishes!
Ya la música te emociona hasta la médula. Con Urón tenemos la teoría de que si no se te pianta un lagrimón en Wishes es porque sos un robot o no tenes corazón, imposible no emocionarse.
¿Recuerdan que venía comentando sobre la bruma y la nube constante? Adivinen que pasa con los fuegos artificiales cuando los tiras dentro de una nube… no se ven. Si, como lo leen, no se ven los fuegos artificiales, se ve que la bruma se pinta de colores, se sienten los ruidos de las explosiones, pero no se ve nada más que eso.
Ahora se me caían las lágrimas, pero de la bronca, tanta planificación, tanto estudio. Tanta suerte, porque estábamos en el parque gracias a una entrada extra. Todos los planetas alineados para que pudiéramos ver Wishes y el clima nos juega esta mala pasada.
Terminó el espectáculo y nos quedamos con un gusto amargo en la boca, al día siguiente salíamos al aeropuerto bien temprano así que decidimos que aquí se acababa nuestra visita a Disney, al lugar más feliz del mundo.
Cargando una mezcla de tristeza, bronca y a su vez emoción, nos fuimos caminando despacito por la Main Street. Cada tanto mirábamos sobre el hombro el castillo iluminado, ya terminaba nuestra estadía y seguíamos sin creer que estábamos ahí.
Así concluye nuestro viaje a Disney, cometimos errores pero la pasamos genial. La pasamos tan bien que ya estamos contando los días para volver a estar ahí! Es por eso que cuento esto con nostalgia, pero con la alegría de que la vida da segundas oportunidades y confío en que vamos a poder ver Wishes como corresponde: completo y sin nubes molestas.
Y si nos llegamos a equivocar de nuevo ¿Quién nos quita lo viajado?! Gracias a los que se prendieron al relato y viajaron junto a nosotros!