Aunque la mayoría de nosotros presumamos de tener los pies en el suelo, no sé cuántas veces habremos valorado la posibilidad de realizar saltos en el tiempo, tanto para ver lo que nos depara el futuro como, a la vez, para intentar alterar esas situaciones dolorosas que tanto nos han marcado en el pasado. ¿Os ha pasado verdad? Apostamos a que sí y que además, si las contáis tendríamos tantas historias distintas como personas nos estáis leyendo, por eso cuando alguien consigue llevar esta situación a la gran pantalla es casi, un éxito asegurado.
Aunque son muchas las películas que tratan este tema (“El efecto Mariposa”, “Frequency”, “Atrapado en el tiempo”, etc.) con esta entrada os queremos hablar de una cinta que marcó un antes y un después en el cine de ciencia ficción ya que transcurridos más de 30 años desde su estreno, continúa siendo todo un clásico del género, por si no lo habéis descubierto aún, hoy os queremos hablar de “Regreso al Futuro”.
“Regreso al futuro” nos lleva directamente al año de su estreno, un ya lejano 1985, allí nos encontramos a Marty McFly (Michael J. Fox), un joven de 17 años que vive en Hill Valley (un pequeño pueblo ficticio de California) con sus padres, George y Lorraine, el primero un fracasado sin carácter y la segunda una alcohólica sin demasiadas opciones en la vida.
Un día, Marty va a visitar a su amigo Doc (interpretado por Christopher Lloyd), un excéntrico científico, aunque lo único que encuentra en su casa es un auténtico caos y una providencial llamada del mismo Doc indicándole que esa misma noche debían encontrarse en el parquin del centro comercial de la ciudad.
A la hora convenida Marty se encuentra con Doc quien le enseña una máquina revolucionaria, un DeLorean que a la vez actúa como máquina del tiempo cuando alcanza la velocidad de 140 km/h (o 88 Millas por hora), y todo debido a un invento de Doc, el “condensador de fluzo” que funciona con energía nuclear.
Durante una de las pruebas, Marty es desplazado a un desconocido Hill Valley de 1955. Atrapado treinta años atrás en su tiempo y sin una carga de plutonio que le permita regresar, Marty decide ir al encuentro del Doc de 1955 y pedirle ayuda intentando a la vez que sus acciones no alteren definitivamente el año al que pertenece Marty.
Argumentalmente no nos extraña que “Regreso al Futuro” fuera todo un éxito en su momento y que, aún hoy en día, haya mucha gente que revisiona esta cinta cada vez que la emiten por televisión ya que partiendo de una idea muy básica, presenta al espectador la disyuntiva de la “paradoja del tiempo” en la que cualquier cambio en el pasado puede alterar totalmente la vida que conocemos e incluso nuestra propia existencia.
Desde el punto de vista interpretativo poco a decir de los trabajos de los dos protagonistas de la historia, ya que tanto Michael J. Fox como Christopher Lloyd consiguen hacerse tanto con sus personajes que consiguen una simbiosis total a tres bandas, personaje – actor – espectador convirtiéndolos a la vez, en los personajes de sus respectivas carreras.
También nos gustaría remarcar el trabajo de Robert Zemeckis (director y guionista de la cinta) y su equipo ya que consigue dotar a “Regreso al Futuro” de un ritmo narrativo y consistencia muy inusual en productos de este estilo, manteniendo aún a fecha de hoy gran parte de su frescura y encanto.
Por nuestra parte, la nota final de “Regreso al Futuro” es de un 8 sobre 10.
Título original: “Back to the Future” – 1985 – USA
Dirigida por: Robert Zemeckis
Duración: 116 minutos
Género: Ciencia ficción, comedia