Hola a todos y bienvenidos!!!!! Qué ganas tenía de hacer un jueves reflexivo y aunque he tenido una noche larga y horrible no quería dejar de escribir. Ya sabéis que estos post son sobre la marcha. Es temprano, tengo la casa en silencio, aún ni asoman ni las primeras luces del alba y mi gatito me acompaña, como siempre.
Hoy no sabía muy bien de qué hablar, pero ayer oí tres conversaciones distintas acerca de Halloween y se me ocurrió dar mi opinión. Y sin más rollo empezamos.
La gente en este tema suele ser extrema, o lo odia porque dicen que es una "americanada" o se vuelve loca llenándolo todo de calabazas. Y yo creo que lo mejor es el término medio.
Mi mesa de Halloween de hace dos años.
La primera vez que recuerdo haber oído hablar de esta fiesta fue en el cine, con 7 años, cuando fui a ver E.T. Recuerdo que los niños se disfrazaban y lo disfrazaban también a él. Y la verdad es que la idea me encantó. Con los años fui descubriendo más cosas de esta fiesta pero la dejé un poco en el olvido.
Años después y por medio de un trabajo de investigación que estaba haciendo mi madre descubrí que esta fiesta en realidad tiene origen celta. La fiesta en sí se llamaba Samaín y se celebraba con ella el final de las cosechas. Los niños vaciaban nabos y calabazas que rellenaban con carbón ardiendo para iluminar los caminos, se pintaban con ceniza e iban pidiendo una especie de aguinaldo, el equivalente al truco o trato, aunque las chuches eran castañas o cosas así, claro. Hay fotos muy antiguas de esa fiesta en mi tierra y aquí, en el Jardín Botánico, algunos años la recrearon.
Esta foto es de 1917 en un pueblo asturiano. Luego Franco sustituyó esta fiesta por Todos Los Santos. Esta imagen me da mucho yuyu.
Cuando mis hijos eran muy muy pequeños y por aquí casi nadie celebraba Halloween decidí celebrarlo porque estaba harta del día de difuntos, uno recuerda a los que no están siempre, no solo un día, y me apetecía dar un giro a las cosas, pero a mi manera(os hablé de ello en cenas especiales aquí y aquí entre otros) porque el tema difuntos siempre me ha producido angustia.
Días antes preparábamos manualidades relacionadas, desde calabazas de cartulina a los disfraces. No tenía Internet(hablo de hace bastante más de 15 años) así que todo era inventado o sacado de libros.
Luego preparábamos una calabaza sacada del huerto de mis suegros algunos días antes.
Aquí tenéis cositas que fui ahciendo a lo largo de los años, pero mi prefe es esa del mantel de cuadros con la sidra dulce y las calabazas de cartulina, he cortado a mis hijos pero eran muy pequeños y estaban disfrazados y llenos de ilusión y eso es lo que mola. Tienen unas fotos ideales con mi padres.
Ese fin de semana en concreto teníamos dos tradiciones, uno de los días íbamos a una ruta que transcurre por la costa y es muy chula y otro día por la mañana íbamos a coger castañas y a por sidra dulce de mis suegros y la merienda, a la que asistían también mis padres y mi hermana, estaba hecha con cosas ricas, adornada con lo que habíamos hecho, con los niños disfrazados y de postre nos comíamos las castañas y huesos de santo, un postre de la época.
Y luego les dábamos un detalle a los niños, pero un detalle, algo que les gustaba, sin más, y a la luz de la calabaza veíamos una peli de miedo, que al ser ellos pequeños era un miedo relativo, en plan capítulos de Scooby Doo, o una peli de dibujos de "miedo" o algo de Tim Burton...el caso era hacer algo especial.
La tarta de galletas de cementerio mola mucho.
Con el tiempo esta fiesta empezó a ponerse de moda y empezaron a vender adornos en todas partes, y a salir ideas en Internet, pero bueno, aunque a veces me cansan las cosas que se ponen tan de moda me parecía una idea estupenda para reunirnos y hacer algo distinto.
Los niños fueron creciendo y la celebración siguió siendo un ritual con toda la familia y las pelis de miedo fueron siendo de miedo de verdad, jejeje. Al ir faltando más familiares me reforcé en la creencia de olvidarme del día de difuntos, me angustia demasiado y ya recuerdo a los míos de sobra cada día.
La verdad es que el año pasado no fui capaz de hacerlo, intentamos reunirnos y tuvimos cosas ricas para comer pero no fue lo mismo porque tenía muy reciente lo de mi padre, y este año tengo a mi hijo fuera así que poco haré, pero sí que me gusta que se celebre pero de forma guay, no disfrazarse para ir de botellón sino para reunirse, divertirse y pasarlo bien.
Esta es de hace tres años, nos lo pasamos genial.
Soy de las que creen que cualquier excusa es buena para reunirse. Lo que me cansa un poco es gastarse el oro y el moro en adornos y disfraces y no hacer mucho más, lo chulo es preparar las cosas juntos y luego comer, reír y si se tercia ver pelis de miedo.
Bueno, estoy divagando sin llegar a ninguna parte, pero vamos, que a mí me gusta la fiesta aunque me gustaba más antes, lo primero porque estábamos todos y porque con niños pequeños todo mola más, y lo segundo porque no estaba tan masificado y era más original. Pero reunirse y tener ilusión es algo genial, la vida son dos días y tener ganas de hacer cosas con los hijos es la sal de la vida, así que no cambio mis Halloweens, a veces más sofisticados y a veces sencillísimos, por nada, son recuerdos que atesoro con mucho cariño.
Creo que no voy a enrollarme más porque tampoco da mucho más de sí el tema. Muchísimas gracias por leerme y nos vemos el sábado con el resumen semanal y el lunes con un post para ir ya retomando el ritmo.
Y vosotros; ¿celebráis Halloween?¿ Os parece una fiesta extranjera o conocíais el origen?¿Recordáis cuando oísteis hablar por primera vez de esta fiesta?
Hasta el sábado!!!!!!!!!!!!!!!!!!!