Bangkok es una caótica y bulliciosa ciudad en pleno auge turístico internacional que entra en contradicción constantemente. La religión y la tradición que ha vivido hasta hoy la gente local la vemos reflejada fácilmente en cada rincón de la ciudad. La deliciosa y exótica comida callejera, los mercadillos, la peculiar arquitectura tailandesa, los palacios y las estatuas de Buda contrastan fuertemente con los centros comerciales y rascacielos mas lujosos y modernos del mundo. >> Guardar en Pinterest // Guía en PDF
¿Y la comida? si como a mí te encanta ponerte las botas, estás en la ciudad adecuada. Comida callejera o restaurantes locales será tu decisión más importante. Es una cocina diferente y difícil de explicar, es tan colorida como exótica y no decepciona a nadie. Un equilibrio entre sabores, aromas y texturas, tan dulce y picante como la propia ciudad ¡bienvenidos a Bangkok!
1. Palacio Real: una de las principales atracciones turísticas en Bangkok es este conjunto de edificios peculiares construidos en el año 1792. Aquí se encuentra el templo de Wat Phra Kaew, donde se esconde un precioso buda tallado en jade, conocido como el Buda Esmeralda. No olvides llevar hombros y piernas cubiertas al entrar a los templos.
2. Wat Pho: en este templo se encuentra el famoso Buda Reclinado, un buda colosal que mide 46 metros de largo por 15 de alto. Recubierto en pan de oro y encajado en su totalidad en el templo donde se encuentra, es una visita que impresiona. También puedes aprovechar aquí para darte un auténtico masaje tailandés. >> Clica aquí para ver con detalle.
3. Wat Arun: o Templo del Amanecer es un templo budista de estilo Khmer y alegando su pasado (recuerda mucho a los templos de Camboya). Decorado de porcelana china destaca por la gran altura de su torre principal (82 m.) y las hermosas postales que ofrece en la orilla del río. Merecen la pena bastante las vistas que se obtienen desde arriba.
4. Buda de Oro: es la estatua de oro macizo más importante del mundo y se encuentra en el templo de Wat Traimit, en Chinatown. La historia del descubrimiento de este buda es casi digna de leyenda, pues siempre pasó desapercibido al tener una cubierta de estuco que no la hacía nada atractiva y se conservaba en templos de poca relevancia. Ahora es una de las estatuas más populares y bellas del país.
5. Wat Shutat: en este bonito templo construido entre 1807 y 1847 se alberga otro gran buda de bronce que merece la pena admirar, además del resto de imágenes de Buda que decoran los pórticos. Sin embargo hay algo que hace especial y distingue este templo del resto: el Columpio Gigante, un gran columpio de más de 15 metros llamado Sao Ching-Cha que se usaba para ceremonias religiosas.
6. Templo de Mármol: tiene un nombre casi impronunciable: Wat Benchamabophit Dusitvanaram. Fue construido en mármol italiano en el año 1866 y alberga las cenizas del Rey Rama V, uno de los más importantes en la historia del país. También tiene un patio donde se muestran imágenes de hasta 52 buas traídas de otras partes del país.
7. Khao San Road: es el destino mochilero de Tailandia por excelencia y no hay que perderse su ambiente, especialmente al caer la noche: puestos de comida callejera, restaurantes, bares, música, estudios de tatuajes, etc. Es la zona más económica para alojarse aunque hay que llevar cuidado dónde nos metemos. Otra parada obligatoria en nuestro paso por Bangkok.
8. Navegar por el río Chao Phraya: este enorme río marrón funciona como arteria principal de la ciudad y navegar por su río permite entrar en contacto con la actividad cotidiana de Bangkok. Además, en sus orillas se encuentran numerosos monumentos y rascacielos que merecen la pena ser vistos desde este otro punto de vista. Desde transporte marítimo regular, un crucero con visita guiada o hasta cenas románticas son diferentes alternativas para navegar por el Chao Phraya.
9. Probar el street food: en este país podemos disfrutar de una de las gastronomías más exóticas del mundo y lo mejor en comida callejera. Comer por las calles de Tailandia es algo tan común, económico y delicioso que se ha convertido en uno de los grandes reclamos para el turismo. Desde sopas hasta noodles, pasando por frutas tropicales y hasta insectos! no te prives de nada y disfruta de este placer.
10. Subir en tuk-tuk: no se puede recorrer Bangkok y no utilizar el tuk-tuk en algún tramo. Es un peculiar modo de transporte parecido a una moto de tres ruedas que suele verse en países de clima tropical. Negocias un precio y el taxista de tuk-tuk te lleva al destino. Hay quien odia este medio de desplazamiento y quien lo ama, pero al menos una vez hay que probarlo.
11. Lumphini Park: es el pulmón verde de la ciudad, un enorme parque para desconectar el caos, con un bonito lago que refleja los rascacielos de la zona financiera. Como en todos los parques en las grandes ciudades la gente viene a pasear, descansar o practicar deporte y aquí nos llama la atención las clases gratuitas de tai-chi y unos enormes lagartos que habitan en él (no temas, son totalmente inofensivos).
12. Silom: es el Wall Street o distrito financiero de Bangkok: cosmopolita, repleto de flamantes rascacielos y hoteles de lujo (que en Tailandia se hacen más asequibles), por eso también es una buena zona para alojarse. También está lleno de comercios y por la noche es una de las zonas más animadas para el ocio nocturno, aunque hay que ir con un poco de ojo porque aquí se encuentra el barrio rojo de Bangkok.
13. Alojarte en un hotel 5*: Bangkok es una ciudad muy loca y llenísima de contrastes: desde los barrios más humildes hasta el mayor lujo que puedas imaginar. La ventaja es que aquí estos lujos son mucho más asequibles que en cualquier otra parte del mundo. Si nunca te has alojado en un hotel 5* por precio, aquí lo podrás hacer y no te prives de exigir una buena piscina ¡el clima de Bangkok es muy cálido!
14. Centros comerciales: el paraíso para las compras no solo son los mercadillos. Los centros comerciales de Bangkok también son referentes en el mundo y encontramos para todos los gustos. Aquí se encuentran algunos de los centros comerciales más grandes y espectaculares de toda Asia. Desde las marcas más elitistas a lugares donde puedes regatear. Ropa, restaurantes, electrónica, vehículos de lujo y hasta espectáculos.
15. Tomar algo en un rooftop bar: la zona financiera de Bangkok está repleta de rascacielos y muchos de ellos cuentan con increíbles miradores en sus azoteas y hasta bares y restaurantes, en especial los hoteles de lujo. Te alojes en alguno de ellos o no, conocer la ciudad casi desde el aire es una experiencia que no te puedes perder, y si es acompañado de una copa o un cóctel será inolvidable.
16. Un finde en Chatuchak: si eres de mercadillos y te encantan las compras debes saber que Chatuchak es uno de los mercadillos más conocidos del mundo y el más grande del país. Con miles y miles de puestos aquí se puede encontrar de todo: ropa, souvenirs, comida callejera y hasta mascotas. No temas, está todo bien indicado y organizado para no perderse. La única pega que solo es los fines de semana.
17. El Monte Dorado - Wat Saket: esta enorme y reconocible estupa dorada es uno de los templos que debes visitar en Bangkok. Aunque ascender a ella por sus más de 300 escalones resulta agotador, el resultado merece la pena. Las vistas que se obtienen de la ciudad son maravillosas.
18. Chinatown: el barrio chino de Bangkok tiene centenares de años de historia que lo convierten en uno de los más antiguos del mundo. Es un barrio con mucha vida que merece la pena conocer tanto de día como de noche. Los puestos que de día venden todo tipo de objetos, ropa y souvenirs, en la noche se transforman en puestecillos de comida callejera china y tailandesa y brillan luces de todo tipo.
19. Excursión a un mercado flotante: no se puede visitar Bangkok y no ir a conocer algún mercado flotante. La mejor forma de conocer estos mercados tan curiosos e interesantes es contratando un paseo en barca. Los vendedores navegan en sus barcas de madera y te ofrecen todo tipo de productos: desde alimentos, souvenirs, ropa... es una de las actividades más populares desde la capital y existen varios mercados. El más conocido es Floating Market Damnoen Saduak.
20. Dusit Palace: el antiguo Rey Rama V ordenó construir un palacio inspirado en el estilo europeo y que rompiera el tradicional estilo tailandés. Actualmente sigue siendo residencia privada de la realeza tailandesa y alrededor hay numerosas residencias, edificios políticos y museos, destacando la Mansión de Vimanmek.
21. Darse un masaje: otra de las cosas que debes hacer cuando visites Tailandia es darte un masaje. La buena relación calidad/precio no la vas a encontrar en otro lugar del mundo (pero ojo con hacerse un auténtico masaje tailandés. Puede resultarte doloroso). La escuela de masajes más prestigiosa de Tailandia se encuentra en Bangkok (en el templo de Wat Pho, el Buda Reclinado) y puedes recibir un estupendo masaje por muy, muy poco!
22. MahaNakhon Skywalk: caminar por el cielo sobre la ciudad de Bangkok es una experiencia impresionante que nunca falla en estas ciudades futuristas y muy recomendable (aunque no apta para quienes sufran vértigo). Se trata de un suelo de cristal en la planta 78 de este rascacielos, el más alto de Tailandia. ¿Te atreverías?
23. Mercado sobre las vías del tren: el Mae Klong Railway Market es una de las curiosidades alrededor de Bangkok que tampoco debes perderte. Es un mercado que se encuentra sobre las vías de un tren y los vendedores tienen que recoger sus puestos cada vez el tren atraviesa el mercado. Una vez esto sucede, los puestos de venta vuelen a su lugar; algo realmente curioso.
24. Ver un combate de Muay Thai: ¿sabías que es el deporte nacional del país? como si habláramos del fútbol en España. Este arte marcial forma parte de la cultura y el orgullo tailandés desde el siglo XV como una lucha cuerpo a cuerpo practicada por el ejército tailandés, y si eres amante del deporte de contacto y las artes marciales no debes perderte un combate de Muay Thai o boxeo tailandés.
25. Wat Indra Viharn: Es una visita rápida y gratuita a un enorme buda de 32 metros de altura donde también se realizan ofrendas a sus pies. Durante algún tiempo protegía Bangkok, pues podía ser visto desde cualquier punto de la ciudad.