Después de ver esta película comencé a tomar fotos de ojos con mi cámara nikon. Lo sé. Suena estúpido, pero tenía que decirlo aunque sea otro acto patético, loco o exagerado que hago últimamente. Tenia que decirlo, porque la película me mató un poco. Me dejó solo. Me dejó perdido. Me dejó como usualmente me dejan las películas con alma. Me dejó sediento, apagado y muchos más significados de palabras tétricas. ¿Por qué? Porque Mike Cahill, el director y guionista, contó una historia bien construida y bonita. Una historia de drama en un mundo de una ciencia ficción posible o real. No lo sé. Lo único que sé es que me transmitió y me enamoró. Soy difícil de enamorar, pero Sophie, con sus ojos y rara personalidad, me atrapó y luego solo caí y me choqué fuerte con el ascensor. Sin duda, una buena película que habla sobre la ciencia, la reencarnación, el alma, gusanos ciegos y los ojos. Super recomendable.
Puntaje: 7.8/10