Hace unas horas vi en el cine al nuevo perro de moda: #PerroGuardian. Cuando la terminé de ver me quedé como Carlos Alcántara en casi toda la película: silencioso. Mi silencio me decía todo: no encontraba una crítica negativa relevante que pudiera hacer a una película densa, lenta pero muy bien realizada. La fotografía y la puesta en escena estuvieron increíbles: ambas le dieron un ambiente genial (el color se parecía a la de #Biutiful de Iñárritu) . La música igual: le da un toque de oscuridad pero, a la vez, muestran los sentimientos detrás de ese poco parlamento del Perro. Me encantaron algunos eufemismos y la actuación de Alcántara fue más que rescatable. Sin duda, no es una película que le puedas criticar fácilmente por sus elementos cinematográficos, sino más bien por tus gustos. En mi caso no me pareció un bodrio ni una maravilla. Tuvo excelentes escenas que me encantaron, pero no todas fueron así. Siento que no me terminó de saciar. Como que me dejó con la coca cola en la boca. Como que me apuntó, pero no me disparó, y si lo hizo, como que la bala me rozó la oreja. Nada más.
Puntaje: 7/10