Hola, soy Daniel y les quiero contar que hace unos días fui a ver El Elefante Desaparecido, la última película peruana en cartelera y la última de Javier Fuentes-León, director de Contracorriente. Y bueno, hay que ser directos, concisos y sin jugar con acertijos de fotografías. La película no es fácil de digerir. No es una película "común" en el cine peruano y eso es lo que hace valorarla. Es un thriller, se podría decir policial, sobre la desaparición de una mujer, eso es el tema general. Luego, los hilos de la película comienzan a caerse y te das cuenta que nada es lo que parece. Hay que estar preparadas para películas como ésta. Personas que se distraen o quieren todo servido, pues verán difícil entender ésta película. Si vas mucho al baño, pues te perderás mucho en pocos minutos. Si vas con una persona que no le gusta la tensión o el misterio, pues te va a joder y al final te preguntará: ¿Qué fue lo que pasó? Y tendrás que contarle todo aunque ni tú sepas que es ese todo.
Bueno, el film se ve que ha sido bien producido y que no ha sido cualquier cosa de unos meses. Esto ha tomado un par de años y eso se rescata mucho. De hecho, se habrá investigado mucho, visto mucho y leído mucho para crear un guión interesante y potencial. Respeto eso y lo valoro, pero siento que me confundió más de lo que debió confundirme y me expresó menos de lo que debió expresarme -eso es lo que yo esperaba-. No sé si fui yo o la película, pero si esa fue la intención de ella, lo logró. En fin, la película es correcta. Objetivamente, no hay muchas críticas que pueda darle. Subjetivamente, ya depende del gusto de cada uno. En mi caso, comparándola con #GoneGirl de Fincher -lo cual estaría fuera de contexto-, el elefante si que termina quedándose con una pata nada más.
Puntaje: 7/10