Caen las hojas de los árboles a la par que los grados en el termómetro, dormimos más acurrucados y los planes se vuelven más caseros (o al contrario, nos da por viajar a la otra punta del mundo en busca de temperaturas tropicales y experiencias que nos transformen).
Y con la llegada del frío, el fantasma del consumismo se empieza a cernir sobre nosotros.
Primero es el Black Friday y después los amigos invisibles, para continuar con los regalos de Papá Noel y los Reyes. Y cuando parece que las Navidades nos dan un respiro, ¡llegan las rebajas!
Y por supuesto, hay que aprovechar.
Las consecuencias de este consumo en piloto automático no son nada agradables: gastamos dinero que podríamos invertir en otras cosas, estamos más agobiados porque hay muchos regalos que hacemos por compromiso y con prisas, nuestras casas se llenan de trastos que nunca vamos a aprovechar Y lo peor de todo: no estamos satisfechos.
Hay algo que no cuadra.
El comprar por comprar deja un vacío en nuestro interior que no se llena por muchas ofertas que aprovechemos.
No nos malinterpretes: regalar es una bella expresión de cariño y, si tienes en cuenta los gustos y las necesidades de la otra persona, puede convertirse en un gesto muy emotivo y considerado.
Pero se nos ocurre otra forma de regalar mucho más consciente y slow que quizá no te hayas planteado.
¿Qué tal si, en lugar de objetos materiales, regalamos experiencias?
Al contrario que los objetos, las experiencias no ocupan espacio, recargan nuestras pilas, nos hacen sentir plenos y refuerzan los vínculos con nuestros seres queridos.
Por todo eso, hoy queremos contarte todos los beneficios de regalar experiencias. ¿Te vienes?
Beneficios de regalar experiencias
No pierdas detalle:Un regalo inolvidable
Unas entradas a un concierto, un curso de cocina, un retiro de yoga, un viaje Son regalos que tu familia, pareja o amigos no olvidarán nunca.Los objetos van y vienen, se estropean, se olvidan en un cajón o desaparecen. Pero estos momentos únicos son los que se hacen un hueco en nuestra memoria y, año tras año, nos siguen sacando una sonrisa al recordarlos.
De hecho, esto de que las experiencias perduran más en la memoria no es algo intuitivo o que hayamos deducido nosotros.
Esta afirmación está ratificada por la ciencia: según un estudio elaborado por el Doctor Ryan Howell, profesor de psicología de la Universidad de San Francisco, las experiencias nos producen un mayor nivel de felicidad que la adquisición de objetos materiales.
Pero sus beneficios no se quedan ahí: este profesor concluyó que las experiencias generan más felicidad tanto en el momento de la compra como meses más tarde.
Si lo piensas, tiene todo el sentido del mundo: cuando preparas un viaje, por ejemplo, disfrutas de ese sentimiento de anticipación, de los preparativos, de pensar en cómo será la experiencia.
También disfrutas mientras estás en tu destino.
Pero, a la vuelta, sigues disfrutando mientras comentas las anécdotas del viaje, los cambios que has experimentado tras vivir tantos momentos únicos o, simplemente, revisando las fotos del viaje. ¡Todo son ventajas!
Parece ser que esta correlación entre experiencias y felicidad tiene que ver con los sentimientos y las relaciones humanas. Las experiencias suelen compartirse con otras personas, y este vínculo hace que el recuerdo de lo vivido perdure durante mucho más tiempo. Lo que nos lleva al siguiente punto.
Refuerza vuestro vínculo
Regalar una experiencia a un ser querido demuestra que no has comprado su regalo deprisa y corriendo. Te has parado a pensar en qué le podría hacer feliz, has demostrado que conoces la esencia de la otra persona y que no has elegido lo primero que has visto en la tienda.Además, si regalas algo que puedas compartir con la otra persona, ¡vuestra unión se hará más fuerte que nunca!
No ocupan espacio
Los calcetines navideños que no te pondrás jamás.Ese jarrón que te regaló tu tía y que no pega nada con el estilo de tu salón.
Ese peluche gigante que al principio te pareció muy mono pero que ahora no sabes dónde meter Seguro que todo esto te suena, ¿verdad?
Entonces, si a ti no te emociona recibir este tipo de regalos, ¿de verdad te gustaría que la gente a la que quieres tenga esos recuerdos de ti?
¿No sería mejor ser la persona que les regaló la oportunidad de vivir ese momento inigualable que jamás olvidarán?
Lo bueno de regalar experiencias es que no ocupan espacio en armarios, despensas y salones. Por tanto, son la opción perfecta para regalar a personas a las que sabes que no les gusta acumular posesiones materiales, o a esos amigos que viven en un pequeño apartamento.
Romper con la rutina
A veces, a todos nos supera un poco el día a día. Cuando la vida se vuelve más gris de lo que nos gustaría, solo hace falta un pequeño empujón, una excusa para romper la inercia y volver a sentir ese subidón de energía positiva.Divertirse, romper con la monotonía, hacer planes diferentes, salir de la famosa zona de confort Son algunos de los efectos secundarios que puedes provocar tras regalar una experiencia en lugar de algo material.
Regala un viaje transformacional
Ya sabemos que nosotros no somos objetivos pero es que, después de ver los vínculos, las revelaciones y la buena energía que se generan en nuestros viajes transformacionales, no podemos dejar de recomendarte que te unas a nuestra tribu (o que le hagas este gran regalo a alguien a quien quieras mucho, mucho).Al regalar un viaje transformacional, y dependiendo de la opción que elijas, estás regalando muchas vivencias en una: autocuidado, turismo consciente, clases de yoga y meditación, aventura mindfulness Y sí, también experiencias espirituales, conexión con la naturaleza, nuevas amistades y una sensación de paz interior inigualable.
Esto es solo el principio
Recuerda que esta idea de adquirir experiencias en lugar de objetos no tiene por qué quedarse relegada a las compras navideñas: puedes aplicarla en tus compras habituales y tenerla en cuenta a la hora de planificar los regalos de todo el año.Además, queremos recordarte una cosa: ¡tú también te mereces un auto-regalo de vez en cuando!
De hecho, si estás buscando salir de la rutina y mimarte como nunca, regalarte un viaje transformacional es lo mejor que podrías hacer por ti misma.
Ya lo verás.