Por fortuna la imaginación es gratis y las imágenes duran para siempre. En la memoria colectiva tenemos varios ejemplos de vacaciones de envidia y de playas de ensueño
‘La playa' película de Danny Boyle y novela de Alex Garland, nos ofrecía un ‘edén' natural que el ser humano lograba convertir en un infierno. Esta isla está bastante cuidada aún, con sólo 17 residentes ‘reales y su playa Hat Mayat, localizada en la isla Phi Phi (Tailandia), es de lujo. Se accede a ella por sólo por ferry y es idónea para los deportes acuáticos y la espeleología.
Otras costas idílicas se veían en films tan conocidos y románticos como el ‘El lago Azul', rodado en la República Dominica, en la playa de La Palmilla; en Puerto Antonio en Jamaica, y en Isla Tortuga de las Islas Fiji. En este último sitio hoy todavía podrías alojarte en bungalós, tipo rústico, casi como si fueras Brooke Shields en sus años mozos.
Por supuesto, existen ejemplos, donde el lugar ha sido exclusivamente lúdico, como debe ser, como en el caso de ‘Mi vida en ruinas' o en ‘Mediterráneo', donde la belleza de las islas de Atenas y Kastellorizo hacían más llevadero el argumento. Si lo que te gustan son las islas griegas también puedes volver a ver ‘El gran Azul' y dejarte cautivar por la isla de Amorgos.
Otras eran escenarios de aventuras como la isla de Hawai en ‘Siete días y siete noches', o eran la tentación que derivaba en cárceles horribles por haber pecado en exceso: es el caso de cintas como ‘Sueños rotos' o la infame ‘El diario de Bridget Jones 2'. Y si pensamos en misterios, retos mentales y quebraderos de cabeza, la mayoría no se olvidarán nunca de la de la isla de ‘Perdidos'.
Muchos turistas veraniegos, sin embargo, se tendrán que conformar con algo parecido a la Nerja de ‘Verano Azul' o el Benidorm de ‘De que se ríen las mujeres', pero si pudieras viajar en la vida real a una de estas costas de la ficción, ¿cuál elegirías?