Agua y espectáculo en los Cañones del Ebro
© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
Cuando llueve de verdad la cascada de Orbaneja del Castillo se convierte en el mejor espectáculo del mundo. Es lo que tiene la roca caliza, que de puro porosa parece más un queso de Gruyère que una materia hecha para seguir en el mundo cuando todos nos hayamos ido. Pero es que el suelo y el subsuelo- de toda la paramera que se arranca por el suroeste burgalés es así: un auténtico colador. La roca, aunque a simple vista parezca dura como tal, en contacto con el agua se deja disolver como si fuera azúcar en un café caliente. Y entonces, aunque estas cosas no puedan verse porque casi siempre suceden bajo tierra, se vuelve blanda y el agua juega con ella a tallar cárcavas, simas, recovecos, cantiles y hasta cuevas. Y cuando ya ha terminado de tanto juego aflora con verdadera furia por los mil agujeros de este gran queso de roca y barro. Uno de los mejores ejemplos de tanta arquitectura natural, de tanto juego y de tanta cascada lo ofrece este espectacular pueblo burgalés. Orbaneja del Castillo, como otras muchas poblaciones del entorno, se encuentra más que bien servida de cuevas con nombre propio, paraíso bien conocido al que acuden cada fin de semana los aficionados a la espeleología, atrevidos exploradores de las maravillosas tinieblas.
Cascada de Orbaneja del Castillo. Orbaneja del Castillo. Las Merindades. Parque Natural de los Cañones del Alto Ebro y el Rudrón. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego Orbaneja se encuentra justo en el punto en el que el Ebro empieza mostrar su verdadera vocación de tallador de cañones. A partir de aquí, este río tenaz se lía hasta lo indecible con tal de avanzar a través del páramo, como sea, hacia el Mediterráneo. Más o menos desde aquí comienza el lío de cañones y precipicios que se conocen como los Cañones del Ebro y que, casi casi, atraviesan la provincia de parte a parte.
Pero Orbaneja es espectacular además de por su cascada, que se descuelga dando brincos desde el caserío hasta la carretera, por otros varios motivos más. Por ejemplo, por la Cueva del Agua, que preside el pueblo y canaliza la torrentera que acabará por convertirse, casi desde su mismo nacimiento, en la cascada de Orbaneja.
Árbol con las ramas heladas en el lecho del río que brota de la Cueva del Agua en Orbaneja del Castillo. Las Merindades. Parque Natural de los Cañones del Alto Ebro y el Rudrón. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego También por los alucinantes cantiles que presiden la estampa del caserío desde el borde superior del páramo. A modo de desdentados torreones naturales configuran una destartalada muralla rocosa mil veces modelada por los caprichos del viento y de las aguas. Hay quien vincula sin tapujos el topónimo del pueblo con un supuesto castillo del que esos jirones serían sus restos. Otros más poéticos han puesto nombre al gran agujero horadado entre dos muelas rocosas que, también en lo alto del páramo, se ve casi desde todas las partes en Orbaneja: el Beso de los Camellos.
Formaciones rocosas en los alto de Orbaneja del Castillo conocidas como el Beso de los Camellos. Orbaneja del Castillo. Las Merindades. Parque Natural de los Cañones del Alto Ebro y el Rudrón. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego Esta localidad es una localidad bien cuidada. Sus calles sus vecinos, sobre todo- han sabido conservar el sabor de una arquitectura tradicional bien ajustada con su entorno. El apiñado casco urbano es armonioso y va más que sobrado de buenos caserones de piedra de hasta dos y tres alturas, muchos de ellos rematados en su último piso con una contundente balconada de madera, secadero a partes iguales de ropa, pimientos o mazorcas. Junto a la Cueva del Agua destaca, por sobre el resto de las casas, la casa fuerte de los marqueses de Aguilar, enhiesta torre sustentada directamente sobre un peñón rocoso. Inexpugnable y amenazadora parece levantada ahí como para acogotar sin tapujos la existencia de los sometidos súbditos. Quien no quiera someterse a los encantos de esta encantadora población puede tomar el paseo señalizado que lleva, aguas abajo del Ebro, hasta la también hermosa y medieval localidad de Escalada.
EN MARCHA. La localidad burgalesa de Orbaneja del Castillo se encuentra en el borde noroccidental de la provincia de Burgos, en el punto en el que el río Ebro penetra en esta provincia. Puede accederse por un desvío de la N-623 que une Santander y Burgos.
ESCALADA. Muy cerca de Orbaneja del Castillo se encuentra esta localidad, también a orillas del río Ebro. De entre su caserío sobresale la iglesia, con una llamativa portada de aires románicos. El templo podría ser resto de un antiguo monasterio. La portada, en la que se aprecian retazos de una rica policromía, está formada por 6 arquivoltas de medio punto, la menor de ellas adornada con una artesanal iconografía que reproduce los Ancianos del Apocalipsis, recuerda a los de Moradillo de Sedano.
Localidad de Escalada. Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Merindades. Burgos. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego