No hay cosa que os podría recomendar más en vuestra visita a Nueva York, que subir a este mirador. Tres pisos y tres perspectivas diferentes que forman parte del edificio Comcast: ¡un rascacielos al más puro estilo art decó! Nosotros decidimos visitarlo nada más llegar, para ver con nuestros propios ojos y cuanto antes, las gigatescas dimensiones que tiene esta ciudad: ¡y no solo en horizontal, sino también en vertical!
Veo que muchos de los que me leéis ya habéis estado por aquí en alguna ocasión, así que me imagino que seguramente ya conoceréis más que de sobra este mirador. Al resto, seguro que como mínimo os suena de verlo. Porque últimamente abarrota Pinterest e Instagram, lo que no me extraña nada: ¡porque estar allí arriba es una experiencia sensacional! No sé si también conoceréis una foto muy famosa en blanco y negro, hecha en los años treinta cuando Nueva York estaba en pleno apogeo. ¡Sí, hombre! Esa instantánea que se vende en masa y es famosa porque retrata a unos obreros descansando sobre una viga a más de 200 metros de altura y en pleno almuerzo. Se llama *Lunch atop a Skyscraper* y se tomó precisamente durante la construcción de este rascacielos.
Además del mirador, el edificio alberga los estudios de televisión de la NBC desde donde se emiten un montón de programas en directo. Y no solo eso, un montón de tiendas y restaurantes os esperan en su planta subterránea, donde también podréis comprar la entrada (34$) tanto en taquilla cómo en máquinas. Pero tan famoso es este rascacielos como la plaza en la que se encuentra. Entre otras cosas, hay un mercadillo de productos ecológicos semanal llamado *The Farmers Market* y cuando se va acercando la Navidad, es allí mismo donde se sitúa tanto la pista de patinaje sobre hielo como el árbol más famoso de la ciudad. Sí, sí, ese que con su encendido de luces: ¡abre año tras año los informativos a nivel mundial!
Estoy segura de que poco a poco iré descubriendo otros lugares increíbles con buenas vistas sobre la ciudad. Pero por ahora no me puedo imaginar unas, en las que falte: ¡el Empire! Como podéis ver, al final me las ingenié con mucha paciencia y sobre todo rápidez, para captar alguna que otra buena instantánea cerca de esa famosa ventana. Porque como os imaginaréis, da igual cómo y cuándo vayas. La visita a ciertos puntos turísticos de la ciudad: ¡se caracterizará por estar permanentemente abarrotada!
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