Suicidio, todos los escritores de una u otra forma las tienen en algunas de sus obras, pero lo que ellos nunca esperaron ni pensaron es ser los protagonistas de ese libro de misterio y muerte. Hoy os quiero dar a conocer las notas que dejaron alguno de estos escritores que, por motivos que más o menos conocemos, les llevó a la muerte al tomar la decisión de suicidarse, unos con un disparo, otros ahogándose, otros asfixiándose, etc. Sus vidas no fueron nada normales y por lo tanto sus muertes no podían ser menos.
Espero que los datos que os cuento en este post os gusten y os resulten curiosos.
Marimar.
Sergei Yesenin.
Paul Celan.
Emilio Salgari.
Robert E. Howard.
El poeta ruso Serguéi Yesenin (1895-1925). Estos últimos versos los escribió con su propia sangre en su nota de suicidio, eran dirigidos a su amigo Volf Ehrlich. Esenin siempre tuvo problemas con el alcohol, padeciendo además grandes ataques de delirium tremens. Terminó su vida abandonado y borracho, acabó ahorcándose en su habitación.
“Adiós, amigo mío, adiós, tú estás en mi corazón. Una separación predestinada promete un encuentro futuro.
Adiós, amigo mío, sin estrechar la mano ni palabra no te entristezcas y ninguna melancolía sobre las cejas morir en esta vida no es nuevo, pero tampoco es nuevo el vivir“.
El poeta Paul Celan (1920-1970) no escribió estas palabras de su nota de suicido, sino que las subrayó en una biografía antes de arrojarse al Sena. Celan, que era de origen judío, fue prisionero en un campo de concentración en Moldavia, muriendo sus padres en otro campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.
“A veces este genio se vuelve oscuro y se sumerge en el pozo amargo de su corazón“.
Emilio Salgari (1862-1911). escritor, marino y periodista italiano. Escribió novelas de aventuras casi todas se desarrollan en lugares como Malasia, el Océano Pacífico, el mar de las Antillas, la selva india, el desierto, etc. Creó multitud de personajes, conociéndole principalmente por ser el creador del pirata Sandokán, terminando su vida en una situación económica muy precaria. Esto le lleva a suicidarse, dejando tres notas de suicidio, la que reproducimos en este post está dirigida a los periódicos; otra para sus hijos y otra para sus editores.
“Vencido por todo tipo de desgracias, reducido a miseria a pesar del enorme trabajo, con mi mujer loca en el hospital, a la que no puedo pagar sus gastos, me quito la vida. Tengo muchos admiradores en Europa y América. Les pido señores directores, que abran una suscripción para sacar de la miseria a mis cuatro hijos y pagar los gastos de mi mujer mientras esté en el hospital. Debería haber tenido otra situación y suerte, debido a mi nombre. Estoy seguro que ustedes, señores directores, ayudarán a mis desgraciados hijos y a mi mujer. Con las gracias más sentidas, me despido“.
Robert Ervin Howard (1906 -1936). Este escritor norteamericano creo multitud de aventuras históricas y fantásticas, creador de Conan y gran amigo de H.P. Lovecraft, persona insegura y poco social. Cuando recibió la noticia de que su madre no se recuperaría de su enfermedad, se suicidó disparándose dentro de su coche. Su nota de suicidio es parte de un poema de Viola Garvin, que se convirtió también en su epitafio.
“Todos se han ido, todo está hecho, así que ponedme en la pira. La fiesta ha terminado y las luces se han consumado“.
Sylvia Plath.
Cesare Pavese.
Hunter S. Thompson.
Virginia Woolf.
Ésta es la brevísima nota de suicidio que dejó la poetisa Sylvia Plath (1932-1963) antes de suicidarse abriendo el gas y metiendo la cabeza en el horno. El doctor al que se menciona era su psiquiatra. La nota deja vislumbrar que quizás no pretendía morir en el intento sino sólo dar un toque de atención. Lo que si es cierto es que Sylvia desde muy joven sufría depresiones y ya había intentado quitarse la vida anteriormente en su época de estudiante.
“Llamad al doctor Horder“.
Cesare Pavese escritor italiano (1908-1950) fue uno de los más famosos de la posguerra en Italia. Estuvo varios meses escribiendo notas alarmantes en su diario. Pavese sufría de impotencia y eyaculación precoz, siempre se sintió humillado delante de todas las mujeres de las que se enamoraba de forma obsesiva, se suicidó en la habitación de un hotel tomando barbitúricos. Esta es la nota de suicidio que dejó:
“Perdono a todo el mundo y pido perdón a todo el mundo, ¿de acuerdo? No cotilleéis mucho, por favor“.
Hunter S. Thompson (1937-2005), fue el creador del periodismo gonzo, nunca ocultó las grandes aficiones que tenía como el deporte, el alcohol, el rock, las drogas y las armas de fuego; la película Miedo y asco en Las Vegas se basa en su vida. Se suicidó dándose un tiro en la boca mientras hablaba por teléfono con su mujer. Pero también hay ciertas historias conspiratorias sobre un posible asesinato por unas investigaciones sobre lo que ocurrió de verdad el 11-S.
“No más juegos. No más bombas. No más paseos. No más diversión. No más nadar. 67 años. Han pasado 17 de los 50. Son 17 años más de los que yo quería o necesitaba. Aburrido. Estoy siempre insoportable. No soy divertido para nadie. Te estás volviendo codicioso. Compórtate de acuerdo con tu avanzada edad. Relájate, no te va a doler“.
Virginia Wolf (1882 – 1941), considerada una de las figuras más destacas del modernismo literario del siglo XX, fue ensayista, escritora epistolar, novelista, cuentista, editora y feminista británica.
Virginia escribió esta carta dirigida a su marido poco antes de suicidarse, se puso su abrigo, y llenándose los bolsillos de piedras, se tiró al río Ouse cerca de su casa dónde se ahogó.
“Querido: Estoy segura de que me estoy volviendo loca otra vez. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que… Todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo. No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros“.
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Abbie Hoffman.
John Kennedy Toole.
Hemingway.
Abbott H. Hoffman (Abbie Hoffman) (1936 – 1989) fue un activista social, escritor y político, fue uno de los fundadores del Partido Internacional de la Juventud en los Estados Unidos, también un icono de la contracultura en los años sesenta del siglo pasado. Se hizo famoso por el rechazo a las grandes corporaciones norteamericanas. Se suicidó con una sobredosis de pastillas el mismo día que a George Bush padre se le nombró presidente de Estados Unidos.
“Es demasiado tarde. No podemos ganar, se han vuelto demasiado poderosos“.
John Kennedy Toole (1937 – 1969). Al verse rechazado por todas las editoriales, le generó tal desesperación que tomó la decisión de suicidarse, bajó al garaje y puso un extremo de la manguera de su jardín al tubo de escape de su coche y el otro extremo en la ventanilla asfixiándose con el monóxido de carbono. Lo verdaderamente sarcástico es que su magistral novela La conjura de los necios se publicó por la insistencia de su madre ante las editoriales, ironía de la vida, en 1981 ganó el Premio Pulitzer. Se rumorea que Kennedy Toole dejó una nota de suicidio pero que su madre la destruyó para no desvelar las últimas palabras de su hijo.
Ernest Hemingway (1899 – 1961). Durante años algunas personas que le conocían han asegurado que el escritor se suicidó pegándose un tiro con su escopeta preferida, como ya contábamos en un post anterior, por la depresión que le causaba al darse cuenta que sus mejores días como escritor habían quedado en el pasado. Pero hay una teoría que hoy en día está tomando mucha fuerza y es que la relación que mantenía con el FBI se llegó a convertir en una verdadera persecución empujándole al suicidio. A esta teoría se une que su esposa siempre ha negado que Hemingway se suicidara y quemara una cantidad ingente de documentación tras la muerte de su marido.
Agradecimientos: El País, Huffington Post, Nottetempo, Il Dialogo di Monza, Hubpages, Wikipedia, Activismo Estudiante, The Telegraph, Progetto Babele, Totally Gonzo, Engl 207, John Kennedy Toole, MedTempus.
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