Algunos de los mayores asesinos en serie de la historia como John Wayne Gacy, Ted Bundy, Andrei Chikatilo o Jeffrey Dahmer han tenido su propia adaptación cinematográfica que retratan los hechos de su época más macabra, la de serial killer. Este último, fue interpretado por Jeremy Renner (La llegada) en 2002, bajo el título de Dahmer, el carnicero de Milwaukee.
Jeffrey Dahmer fue un estadounidense que asesinó a 17 hombres y adolescentes entre 1978 y 1991, y fue apodado El Caníbal de Milwaukee por sus hábitos de practicar la necrofilia y el canibalismo con sus víctimas. De la mano de Marc Meyers nos llega, My Friend Dahmer, un film que funciona de manera símil a un spin-off que hemos podido ver durante la 50ª edición del Festival de Sitges.
La película se centra en la época en que Dahmer asistía al instituto, cuando todavía no había asesinado a su primera víctima, porque nadie nace siendo un asesino. En el caso de Dahmer, es curioso, porque su infancia no fue especialmente traumática con maltratos o abusos, más bien todo lo contrario.
Jeff Dahmer es un adolescente fuera de lugar luchando para sobrevivir a la escuela secundaria con una vida familiar en ruinas. Recoge animales atropellados, se fija en un corredor de barrio, y se enfrenta a su inestable madre y su bienintencionado padre. Pronto comienza a portarse mal en el instituto, y sus gamberradas estúpidas ganan adeptos hasta crear una banda llamada The Dahmer Fan Club. Pero esta camaradería no puede ocultar su creciente depravación. Al acercarse a la graduación, Jeff se mueve en espiral hacia la pérdida de control, acercándose cada vez más a la locura.
El guión escrito por el mismo Marc Meyers, se ha basado en la novela gráfica escrita por un amigo de Dahmer, Derf Backderf, que en la película ha sido interpretado por Alex Wolff (The Sitter). Por tanto, lo que se relata dentro del film juega con la autenticidad de los hechos. Quizás, con sus bajadas de ritmo y carencias, esto sea lo más interesante que ofrece al espectador.
Meyers nos ofrece una película bien fotografiada de corte independiente que recorre una etapa de la vida de Dahmer en la que sus mayores problemas no pasaron del divorcio de sus padres, su homosexualidad reprimida o sus principios autistas. Por lo tanto, no hallaremos contundencia ni violencia explícita, es todo muy sugerido, algo que puede decepcionar a cualquier fan del género. Pero no se puede negar que la película sea suficientemente curiosa de ver. Lo que se narra en la película se adentra en una parte más psicológica y no de gran impacto visual. Al fin y al cabo, lo que nos cuenta es el despertar de un asesino en serie.
Dahmer ha sido interpretado y caracterizado muy fehacientemente por Ross Lynch, que proviene de películas adolescentes e infantiles como Teen Beach o El tour de los Muppets para Disney Channel. Con este papel se adentra en un cambio de registro hacia algo más maduro. Veremos si Lynch apuesta en un futuro por papeles más cercanos al género, creo que el joven actor puede dar mucho que hablar en futuros trabajos de género.
Al margen de las pequeñas gamberradas junto a sus nuevos compañeros de instituto, la vida de Dahmer se desarrolla en un entorno relativamente normal, a pesar de apuntar ciertos comportamientos extraños por parte su parte, como su afición de admirar la descomposición de animales muertos -justificada por su afición a la biología-, Dahmer se comporta dentro de la normalidad.
Lo que intenta transmitirnos el film es desde unos problemas tan cotidianos y, aparentemente, de fácil solución si son afrontados a tiempo, como se acaba convirtiendo en un explosivo cóctel que desarrolla la personalidad que llevó a Dahmer a cometer tales atrocidades en el futuro.
En dicho aspecto, quizás, falta una mayor profundidad en la mente de Dahmer para llegar a entenderlo mejor. Pero creo que eso es algo que solamente conocía él. La película plantea los hechos pero no se adentra en arenas pantanosas. En general es una película bastante entretenida, pero termina por ofrecer al espectador un film adolescente, que no hace más retratar los problemas de esa edad, aunque lo haga con un respaldo tan macabro detrás.