El Museo Franz Kafka de Praga está dedicado a la vida y obra de este autor, uno de los personajes más célebres de la ciudad de Praga y uno de los escritores más influyentes de la literatura moderna.
En este museo dedicado al autor encontraremos manuscritos, borradores, diarios, fotografías e incluso dibujos del propio Kafka, pues aunque es una faceta mucho menos conocida que la de escritor, también pintaba.
La fuente de David Černý:
Justo a la entrada del museo veréis una fuente que seguro que no os dejará indiferentes, obra del artista David Černý.
Se trata de dos hombres orinando sobre la silueta de la República Checa y escribiendo frases en el agua. Los visitantes pueden formar parte de este extraño experimento enviando un sms al número indicado junto a las estatuas, que escribirán la frase que les indiquemos.
Recorriendo la obra de Kafka:
El museo tal como lo contemplamos hoy data del año 2005, cuando se estableció de forma permanente en su ubicación actual, la antigua casa de Kafka, pues hasta entonces el escritor solo contaba con una pequeña muestra cerca de la Ciudad Vieja.
Desde entonces, podemos conocer en detalle la vida y obra de Franz Kafka y su especial relación con la ciudad de Praga, donde nació y creció y en la que ambientó muchos de sus relatos.
De hecho, aunque la mayor parte de su obra la escribió en alemán y murió en Austria, sus restos fueron trasladados hasta el cementerio judío de Praga, donde está enterrado.
El museo se divide en dos espacios bien diferenciados:
La sala Espacio Existencial, donde se explica el influjo que Praga ejerció en el escritor y cómo influyó en su desarrollo personal y también en su obra, a la que dotó de ese ambiente mágico y un poco oscuro tan propio de la ciudad y tan propio de Kafka. Recorrer esta sala es la mejor manera de conocer Praga de la mano de Kafka.
En la segunda sala, Topografía Imaginaria, se estudian todos aquellos sitios mencionados en la obra de Kafka que parecen referirse a Praga, pero que el autor nunca identificaba claramente con lugares reales, por lo que aquí la interpretación es libre. La Praga de Kafka es una Praga deformada, subjetiva, fruto de sus percepciones, de su imaginación.
Un museo muy kafkiano:
Lo mejor del museo, además de los trabajos, fotografías y documentos audiovisuales que exhibe, es el ambiente tan kafkiano que se respira en él; una atmósfera sombría y llena de sonidos que provocan sensaciones espeluznantes, transportándonos casi hasta el escenario de La Metamorfosis. La verdad es que es un museo muy peculiar, un tanto extraño y con una exposición difícil de seguir si no conocer muy a fondo la obra de Kafka.
No obstante, sirviéndose de las últimas tecnologías, el Museo Franz Kafka tratar de crear una exposición audiovisual que nos ayudará a conocer algo mejor la vida y la obra de uno de los mejores autores del siglo XX.
Este no es uno de nuestros museos imprescindibles en Praga, pues la exposición es algo confusa y la mayoría de explicaciones están solo en checo o, como mucho, en alemán.
Al salir del museo encontrarás una tienda de souvenirs donde se venden las obras de Kafka y algunas biografías del autor.
Horario:
Lunes a domingo de 10:00-18:00 horas.
Los días 24 y 31 de diciembre el museo cierra a las 15:00 horas; el día 25 de diciembre y el 1 de enero el museo abre a las 12:00 horas.
Precio:
Adultos: 200 CZK
Estudiantes, mayores de 65 años y movilidad reducida: 120 CZK
Prague Card: 20% de descuento.
La tumba de Kafka y todo lo que le rodea, muy al estilo del escritor