Esta vez el arte grabado en piedra queda eclipsado por el arte de la naturaleza, las columnas levantadas con mano humana se quedan en paños menores antes esas que forman el agua al caer desde una altura apreciable y los balcones que se abren ante bóvedas de cruceros, esta vez lo hacen ante el espectáculo inimaginable de verdes, marrones y cielo azul o nubes amenazadoras que deja caer más agua aún. No acercamos al santuario del agua, allí donde solo se escuchan las caídas, los torrentes, los rápidos, la espuma y ese guiño especial que dan el esconderse en el suelo y salir metros más adelante. Un veo y no te veo.
Ahora los dos hoteles han dado más vida al lugar porque se puede hacer noche para poder permanecer un puente largo sin tener que estar apresurado por la salida del autobús que nos dejaba hacer una visita sin ver la mitad de los rincones bellos que tiene este rincón de España.
Y negativo es que se ha popularizado de tal forma, que nos podemos encontrar mucha gente en los fines de semanas, puentes y vacaciones, con el recuerdo de aquellos días en que se podía pasear sin ver alma errante, mirar y ver fantasmas de espuma en cualquier rincón.
Ahora todo está más señalizado, el Baño de Diana, el Puente de Madera, los Rápidos y Cascadas y por supuesto las Dos Colas de Caballo. Y quizás sea este último lugar donde más tiempo he estado, allí detrás de la caída de agua, después de ser medio duchada por ese camino resbaladizo en piedra que me lleva a las oscuridades del corazón del Parque, al latir de la piedra, a la oscuridad de los contrastes. Agua caer que te hace de telón de fondo para pensamientos íntimos y alguna vez para tomar decisiones. Es quizás una de las grutas más fascinantes del mundo, alguna otra puede ser más llamativa por su peligrosidad pero esta es la que mejor te hace sumirte en las profundidades de tu alma; el es mejor lugar para pensar.
Su historia se pierde en el tiempo, la riqueza de sus aguas se comentan en legajos antiguos firmados por médicos especialistas en enfermedades de la piel e incluso en la riqueza de beber sus aguas. Composición especial por el venir e ir de los rápidos que admiramos desde la orilla y desde el querido puente de piedra.
La primera visita en los años 60 me dejó una huella que aún late en mi corazón porque fue un enamoramiento mutuo y duró hasta que volví y me sedujo de nuevo y volví otra vez para comprobar que sentía lo mismo y volví para quedarme varios días y poder ver cada rincón y estudiarlos, tocarlos y escribirlos porque cada lugar es una inspiración constante. Ahora podía quedarme de noche, verlo al caer el sol, cuando llueve, cuando el sol aprieta con ganas…
Y cada rincón tiene su historia, un poco de mi historia y de mis gentes, apasionamiento en la mutua admiración por los caballitos que hacen las espumas, el cambio de dirección que toman cuando llegan hasta una piedra determinada. Una belleza que hay que describir en singular, porque en plural ya tiene nombre propio entre los atractivos del país.
Ahora está más explotado, mas organizado y quizás más cuidado por especialistas en la materia; antes era más salvaje, más suyo, más agua, más montaña, más gruta y el ruido natural era el silencio roto por el susurro de los hilos de agua, millares de pájaros canturreaban en primavera y se acurrucaban en los inviernos; pero siempre ha sido bello visitarlo porque nadie se espera lo que allí hay encerrado. La comida puede hacerse en plan merendero, bien acondicionado para poder degustar comida al estilo novecento (comida en el campo con todo el ritual de una comida en casa) y dejar a un lado la comida rápida para otro lado; o también ponerse al día en la gastronomía del lugar con tres buenos restaurante aunque sus precios sean elevados.
Lugar para aparcamiento y un ruego por todos lados: cuidar el ambiente, no tirar basuras, no fumar ni tirar colillas al suelo, papeleras bien acondicionada que siempre tienen su mal trago cuando ve algún papel tirado en un rincón. Puede encontrarse guía que te irán explicando cada rincón con sus historias personales sobre la fauna y flora del lugar. En su tienda de todo lo habido y por haber: libros, películas, postales y recuerdos para el personal (también caro).
Un lugar, un sueño, toda una experiencia.
5/12/2008 DAMADENEGRO
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