Vuelta a la rutina para los héroes del Arrowverso y los focos se centran en nuestro querido velocista, que se somete a la prueba más dura que haya tenido que superar en los cuatro años que lleva siendo el héroe de Central City
Y sí queridos/as, el juicio contra Bartholomew Henry Allen, se ha producido. Todo el episodio se ha focalizado en el juicio, en buscar modos de probar su inocencia, de que él no es el asesino de Clifford De Voe, pero las opciones como veremos son pocas y la única que quizás podría salvarlo, es decir, confesar que él es The Flash, no es una opción válida, puesto que ello implicaría que todos aquellos y aquellas que han trabajado con él durante estos cuatro años, sufrirían el mismo destino de él, es decir, no dejar de correr toda su vida, de huir, siendo unos parias para la ciudad.
Para más inri, en medio del juicio, Barry tendrá que enfrentarse a un nuevo meta-humano, Fallout, cuyo poder radioactivo, amenaza con asolar toda la ciudad, con un poder devastador similar al de la bomba de Hiroshima, aunque ciertamente esta parte del episodio, podría haberse quitado, ya que parece metida con calzador, como si necesitásemos en cada episodio una amenaza meta-humana, sin ver que quizás en este episodio, la única amenaza es ver a nuestro héroe encarcelado.
Irónicamente, veremos como al final del episodio, The Flash es condecorado con la medalla al valor por haber salvado a los oficiales de policía y a toda la ciudad, ante la meta amenaza, mientras que Barry es condenado a cadena perpetua, de manera fulminante.
¿Qué nos deparará esta segunda parte de la temporada?, ¿Cómo conseguirá el Team Flash sacar a Barry de su cautiverio? y ¿cómo se las arreglarán para proteger a la ciudad?
Para todas estas cuestiones habrá que esperar a ver como avanza la temporada.