Cuarta temporada, se dice pronto, cuarta temporada de una serie spin-off de Arrow a la cual ha devorado en tiempo record y la verdad es que ha vuelto con fuerza, muy cambiado y muy...optimista.
¿Qué ha pasado en Central City durante los seis meses de ausencia de Barry? Pues que el equipo ha estado haciendo lo que buenamente podía para salvar a la ciudad de los metas que han ido apareciendo aprovechando la ausencia de nuestro héroe carmesí y realmente Kid Flash y Vibe sin la guía de Flash no están alcanzando la eficacia de tiempo atrás.
Como detonante de toda la trama de esta nueva temporada, un samurai hace su aparición en la ciudad, reclamando al verdadero Flash y a pesar de los esfuerzos de nuestro equipo, la verdad es que se dan cuenta de que el único modo de salvar la ciudad es traer de vuelta a Barry.
Para ello Cisco recurre a Caitlin y modificando el bazooka de la Speed Force, traen de vuelta a Barry, aunque no sea el mismo, ya que dice cosas incoherentes y realmente parece que se le haya ido la olla.
En orden de conseguir que vuelva, apuran el tiempo dado por el samurai para la vuelta de Flash y es Iris la que se sacrifica para hacer que él vuelva a recuperar su identidad...y la detonación de una Iris en peligro surte efecto y nuestro héroe acude al rescate de su amada, estrenando de paso el nuevo traje.
Para sorpresa de todos, resulta que nuestro samurai es un simple robot. ¿Quién lo ha enviado? ¿ Qué planes tiene ese villano para con Flash?
Notas importantes: Como siempre se nos deja lo más interesante para el final. Caitlin, vuelve al bar donde trabaja y decide abandonar a su supuesto jefe, un tal Amanet. ¿Quién es y qué tiene que ver con el control de su alter ego?. Y por último, al final del episodio, es desvelado el que va a ser la nueva némesis de Barry y que tal como se ha ido publicitando en las redes sociales, aunque aquí no se mencione su nombre es The Thinker.
Nota DVAS de la premiere: 7.5/10
Molano