Ya llega la Navidad a toda velocidad y nuestro héroe carmesí se despide de nosotros/as hasta el año que viene, con un episodio que a mi parecer ni fu ni fa.
SINOPSIS:
Tras salvar al mundo de los "Dominadores", Barry se centra en derrotar a Savitar y para ello acude a pedir ayuda a su amigo velocista Jay Garrick.
OPINIÓN:
Pues como dije en la introducción, un capítulo que ni fu ni fa. Es verdad que el inicio con el viaje a Tierra-3 y ver al "Trickster" de allí interpretado nuevamente por Mark Hamill, pues oye, presta lo suyo. Que sí que luego se descubre que Alchemy y Savitar quieren con la ayuda de la famosa piedra que hace recuperar el poder a los metas, dárselo, valga la redundancia a todos/as aquellos/as que lo han perdido con " Flashpoint".
Que la pelea por la piedra, la paliza que recibe Jay a cargo de Savitar y el descubrimiento de Barry que Julian es Alchemy, venga vale, es interesante, pero es que la resolución de todo el conflicto ha sido un poco soso, sin chicha.
Lo de acabar con Savitar, simplemente metiendo la piedrecita de marras, en una caja de piedra hallada por Julian en una excavación arqueológica pues como que no me parece un buen final...a no ser claro está que los guionistas nos hayan dejado con la miel en los labios, porque para deshacerse de la susodicha caja y nadie la pueda encontrar, nuestros velocistas han unido sus velocidades para enviarla a la eterna "Speed Force", pero al hacerlo, Barry se desplaza en el futuro y lo que ve, pinta muy negro para él y para Iris y sí, el causante es el propio Savitar.
Con lo que es de esperar que lo mejor nos llegue en la segunda mitad de la temporada, coincidiendo con la convivencia en común con Iris en su nueva casa y ya sabemos que los inicios en común de las parejas no son tan sencillos como parecen y menos si tu novio es un superhéroe con muchos villanos alrededor de él y eso incluye a un dios viviente.
Ah y por cierto el final navideño, con la concesión del traje de Kid Flash a Wally, pues mira, nos da otro aliciente para el año que viene y ya puestos y como estamos cerca de Navidad, una petición a los guionistas: menos rollo amoroso y más madera, que es lo que le va a esta serie.
Por José María Molano