A continuación comparamos las similitudes y sobretodo las diferencias que existen entre las películas de Marvel Studios y las de DC Comics producidas por Warner Bros. Pictures.
Estrategia
Marvel lo tenía claro desde la primera de Iron Man, como muestra en su escena post créditos, sus películas individuales de superhéroes iban a estar dirigidas desde el principio, tanto en trama como en personajes, a la unión de todas en la perfecta Los Vengadores. Esto sólo sería la primera de tres fases previstas que alcanzará su final, tras veintiún largometrajes, con la segunda parte de la tercera secuela de Los Vengadores. Un exceso de superhéroes que ya está siendo criticado, y que empieza a estancarse en tramas, y a saturar a gran número de seguidores, que consideran un método muy rentable de alargar todo lo posible un filón en taquilla. Aún así saben como dejar siempre una incertidumbre al final de cada película para enganchar al espectador a la/s siguiente/s.
Por su parte Warner Bros. Pictures inició en 2005 la mejor trilogía del género, y de las mejores del cine en general, con Batman Begins, convirtiéndose en un éxito arrollador de público y crítica. El problema es que no miraron más allá (lo cual es de agradecer) y sólo se preocuparon en hacer tres películas magníficas, sin pensar en que podrían cruzarlas con las aventuras de otros superhéroes de DC Comics, aunque el Batman de Affleck bien podría encajar argumentalmente con el de Bale. Así que en 2013 nos llega El hombre de acero, el inicio de un nuevo universo que oscurece la figura de Superman, o la "nolaniza", con un resultado mucho menos satisfactorio que Batman, un personaje más cercano, humano y creíble, con el que encaja más la oscuridad, a diferencia de un llamativo extraterrestre que consigue poderes ilimitados al pisar nuestro planeta.
Sea por los motivos que sea, Warner ha decidido ahorrarse la infinidad de películas con las que nos ha bombardeado Marvel presentando su personajes. En cambio, en Batman v. Superman: El amanecer de la justicia ya conocemos a tres de los principales, y nos introducen otros tres más, y lo que podrían haber sido cuatro o cinco películas nuevas, nos lo cuentan con sólo una que nos lleva directamente a "La Liga de la Justicia. Parte 1". Este hecho le pasa factura a una trama sobrecargada de información y protagonistas, pero agiliza todo el desarrollo y nos ahorra mucho tiempo y dinero. Quizá esa no sea la intención del estudio, y su estrategia se ciña simplemente a alcanzar, e incluso adelantarse, lo antes posible a Marvel y sus vengadores, pero las consecuencias, para bien o para mal, son las que son.
Nombres
En Marvel confiaron a un amante de los cómics como Joss Whedon la dirección creativa de las dos primeras fases de su universo cinematográfico, todo un acierto, ya que lo visto en pantalla es lo más cercano a las viñetas de lo que se podía estar, algo que puedo afirmar con seguridad ya que soy fan acérrimo desde la infancia a La Casa de las Ideas. Por otro lado, los actores, elegidos con más o menos acierto, han funcionado a la perfección interpretando sus respectivos superhéroes, encabezados por Robert Downey Jr. que es la esencia de lo que Tony Stark debe ser, y buscando siempre en el resto de personajes, el punto medio entre el parecido físico y la popularidad de los intérpretes elegidos.
En Warner han usado una estrategia parecida poniendo al espectacular Zack Snyder tras las cámaras, Nolan en la producción y al mismo guionista de la trilogía de "El caballero oscuro", David S. Goyer. Lo que parece que ha fallado es que Snyder no ha desatado toda la faceta épica de 300 en estas películas, y la intervención de Nolan y Goyer no ha servido para que los guiones sean tan redondos como cabría esperar. En cuanto a actores, falta ver que tal se desenvuelven los que harán de Cyborg, Flash y Aquaman entre otros. Por ahora, Henry Cavill, sea más o menos expresivo, representa perfectamente lo que el Superman del cómic aparenta en cuanto a cara e imponencia física, aunque no puedo profundizar más, ya que por desgracia las viñetas de DC Comics no las conozco tanto como me gustaría, más allá de Batman. Tampoco puedo saber si Wonder Woman, Lex Luthor, Lois Lane etc. han sido representados como merecen en la gran pantalla. Y como las expectativas siempre condicionan tanto, el hecho de haber dejado por los suelos la elección de Ben Affleck como el señor de la noche, ha servido para que una vez estrenada la película, se haya llevado más halagos que nadie enfundado en un traje que tanto anhelaba.
Estilo
La principal diferencia entre las películas de Marvel Studios y las de Warner de DC Comics es el marcado estilo de cada una, ya que, como dijo Christopher Nolan, en su películas no hay cabida para los chistes.
Por muy oscuros que puedan ser algunos, en todos los largometrajes, de Iron Man, el Capitán América, Thor y sobretodo en Los Vengadores, los chascarrillos, bromas, referencias frikis y puyas entre los personajes son constantes, convirtiendo su visionado en un entretenimiento donde la acción, las aventuras y el desenfreno está a la orden del día. Esto hace que ninguna alcance el Olimpo de las obras maestras del cine en general al no tomarse en serio a ellas mismas, pero permiten al espectador pasar un rato rabiosamente divertido .
Este método no se ha aplicado en las películas de Warner, y aunque puede caer alguna gracia en escenas puntuales, buscan la trascendencia en todo momento de un modo directo, lo cual incita al público a tomarse muy en serio todo lo que ve, algo muy arriesgado dentro de un género donde la credibilidad está colgando de un hilo muy fino, ya que hablamos de gente con superpoderes inexplicables. Obviando lo sobrenatural o extraordinario, en la trilogía de Batman de Nolan, se consiguió esta excelencia cinematográfica, que en parte se diluyó en La leyenda renace por algunos de los mismos problemas que adolece Batman v. Superman: El amanecer de la justicia (demasiados personajes, trama recortada, grandilocuencia excesiva). Con El hombre de acero se intentó mantener este equilibrio entre seriedad y realismo, pero bajo mi punto de vista, es muy difícil tomarse en serio muchas de las premisas de un superhéroe como Superman, que trasladadas al cine, chirrían más de lo que cabría esperar.
Conclusión
Intentar lo rebuscado y dotar a los personajes de un trasfondo atormentado y profundo como hace Warner con DC Comics, hace que el espectador analice todas las connotaciones de sus actos con la misma relevancia de la que están impregnadas sus películas, en un intento de hacer un tipo de cine realmente adulto.
En Marvel lo tienen claro; las historias de sus películas son de buenos que deben derrotar a malos que han robado algo muy poderoso que sirve para que otro malo más malo consiga algo aún más poderoso. Esta idea es la que mueve las tres fases de su universo y permite que el espectador sólo se dedique a una cosa: divertirse.
Ambos métodos son disfrutables a su manera, y como fanboy de Marvel y poco amigo de Superman, debo reconocer que disfruto más con las dos nuevas de El hombre de acero que con algunas películas como Iron Man 3, El increíble Hulk y las superficiales de Thor que tienen los mismos, o incluso más, agujeros de guión, siendo mucho más simples y menos arriesgadas que las realizadas por Warner.
Al final estamos ante una pelea de la que nos beneficiamos los espectadores quienes tenemos mucha variedad donde elegir, y que en mi caso, sean buenas o malas, o de un estudio u otro, las acabaré viendo en cine y comprando en bluray tarde o temprano.