LUGAR: Monasterio Santa María la Real de Valdeiglesias
DÍA: 18 de agosto
FASE LUNAR: Luna llena.
HORA: 00.00h
Hace unos meses os presentamos en un post este maravilloso lugar, el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, situado en la localidad madrileña de Pelayos de la Presa. Al final de nuestro artículo os comentábamos también una de las leyendas que forman parte de su historia, y en esta ocasión queremos contárosla con mucho mas detalle.
Tendríamos que comenzar hablando de la singularidad de este monasterio en cuanto a misterios que le rodean. Leyendas que se cuentan de padres a hijos desde hace años y que se han convertido en parte indiscutible de la historia de estos muros.
Caballeros medievales que pueden verse paseando en su finca, sonidos de órganos, luces, orbes, espectros que se dejan ver, incluso en alguna fotografía, ruidos extraños… Misterios que en alguna ocasión han intentado ser resueltos por profesionales en la materia y que a nosotras, como no, nos han llamado la atención, además de su historia ya contada.
Tenemos que comenzar esta historia remitiéndonos a otro de nuestros post en el que os presentamos el libro “Los fantasmas de la Abadía“, de Ursula Llanos. Obra ambientada en este monasterio. Después de este acto conocimos personalmente a la autora y comentamos también este otro aspecto de su historia, y así surgió la idea, que nos apetecía a todas: poder visitar el monasterio en una noche de luna llena. Ojalá Dña. Elvira quisiese acompañarnos con sus cantos.
Dña. Elvira era una mujer sevillana, parece ser, de extraordinaria belleza, casada con el escultor Rafael de León. Este cometió un crimen por celos y acabó refugiándose de este delito en el Monasterio, en el que le permitieron su estancia, tras tomar los hábitos y a cambio realizar la sillería del coro y el facistol (atril grande colocado en el coro de las iglesias para colocar los libros de canto).Cuando estaba realizando la obra de la sillería llegan noticias al monasterio, Dña.Elvira, muy enferma se encuentra en Toledo, y el entonces Fray Rafael, que había sido su esposo, pide permiso al Abad para poder ir a auxiliarla en sus últimos momentos. Y así fue, falleciendo en sus brazos. Él regresó al monasterio y parece ser que ” ella también” y … en las noches de luna llena se oyen sus cánticos entre estos muros.
Así que elegimos la noche, Ursula con su marido y su hermana, Toño, Marina y yo allí estábamos dispuestas a vivir alguna experiencia, sentir alguna sensación, ávidas de aventura.
Después de charlar y elegir el lugar donde colocarnos, el centro del claustro, el silencio fue el protagonista…la luz intensa de la luna reflejaba sombras en los centenarios muros que nos dejaban sin palabras, espectacular. Los cipreses, lánguidos, con esas sombras alargadas que dejaban volar la imaginación y esa luz blanca que se colaba por cada grieta … Por si sólo sobrecogía, comentábamos entre susurros que estábamos viviendo un auténtico lujo el poder estar en este lugar en una noche de luna llena.
Y ya lo sabemos, os estáis preguntando…¿ Pero escuchasteis cantar a Dña. Elvira?…pues la verdad es que no. Pero el no haber escuchado los cánticos de esta dama, no significa que no tengamos otras cosas que comentaros.
Con sólo un poquito de sensibilidad este lugar es mágico. Imaginaros la cantidad de personas que han paseado entre estos muros, las situaciones amables o violentas que aquí han sucedido y que algunas conocemos gracias a crónicas, las personas que yacen en estas tierras y que sus restos descansan en el suelo de este monasterio…con toda la historia aquí encerrada es inevitable que sean muchas las energías que siguen sintiéndose.
Así que os diremos que…algunos de nuestro móviles hacían fotos y otros en el mismo punto captaban un todo negro. Que alguna de las imágenes salieron con muchísimas interferencias y la siguiente en el mismo punto, normal. Que en algunos rincones directamente no se captaba nada. Que sí vimos alguna luz extraña y escuchamos algún ruido como de arrastrar ropajes y alguna foto en la que podrás ver lo que quieras ver..
Lo que si es cierto de toda esta noche que pasamos en este lugar, es que vivimos una experiencia en la que todos disfrutamos, que nos quedamos con ganas de mas y que quizás repitamos porque no nos podemos quedar sin escuchar a Dña. Elvira!!!, no hay un dicho que dice ¿ ” Quien la sigue la consigue”?, pues eso.
Muchas gracias a Ana Muñoz y Antonio Sin, por habernos facilitado, una vez mas, la realización de esta visita nocturna. Y gracias a Ursula y compañía por acompañarnos y en especial a Luis por las fotos. Este monasterio ha hecho que conozcamos a personas maravillosas y nos ha permitido vivir una experiencia única, que esperamos no sea la única.
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