Si quieres conocer como vería y se emocionaría a un peregrino del siglo XIII la Catedral de León, en mitad del Camino de Santiago, te invito a leer esta entrada como un capítulo de historia-ficción. Estoy seguro que después de haberlo leído no volverás a ver las catedrales igual que antes.
If you want to know how to would see and excite a pilgrim of the thirteenth century the Cathedral of Leon, in the middle of the Camino de Santiago, I invite you to read this post as a chapter of history fiction. Im sure after reading you will never see the cathedrals as before.
La Catedral de León iniciada en el siglo XIII, comenzada en 1205 y terminada en 1280, la Catedral de León -llamada la "Pulchra Leonina" que significa "la bella Leonesa" por la pureza de sus formas- es la obra maestra del gótico español, de influencia francesa se encuentra en pleno Camino de Santiago. Se construyó bajo el pontificado del obispo Martín Fernández y el apoyo del rey Alfonso X el Sabio de Castilla y León
La catedral de León es conocida sobre todo por llevar al extremo la reducción de los muros a su mínima expresión para ser sustituidos por vidrieras coloreados, constituyendo una de las mayores colecciones de vidrieras medievales del mundo.
Leon Cathedral was initiated in the seventeenth century, it was begun in 1205 and completed in 1280, the Cathedral of Leon called the "Pulchra Leonina" which means "the beautiful Leonesa" for the purity of its forms is the masterpiece of Spanish Gothic , with a French influence is on the Camino de Santiago. It was built under the pontificate of Bishop Martin Fernandez and the support of King Alfonso X the Wise of Castile and Leon.
The Cathedral of Leon is known for bringing to the extreme walls reducing to a minimum to be replaced by colored windows, constituting one of the largest collections of medieval stained glass in the world.
RECOMENDACIÓN MUSICAL
Llueve en Santiago nos transporta al verde y el frescor del Camino de Santiago
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Raining in Santiago us to the greenery and the freshness of the Camino De Santiago
Por qué se contruyeron las catedrales góticas
Tras la prosperidad de la era griega con su filosofía, matemática y democracia, vino la pax romana en la que se habían adquirido conocimientos de organización y gestión de las ciudades, tecnología que permitía abordar grandes obras como acueductos, calefacción o minería, así como un cierto bienestar social. Pero en el comienzo del primer milenio llegó la invasión de los pueblos bárbaros del norte que acabaron con esa avanzada civilización. En el siglo XIII Europa se vio sumida en una era de tinieblas e ignorancia, en la que el conocimiento era controlado por la Iglesia católica. Los monasterios eran los únicos lugares en los que se copiaban los códices y manuscritos por los monjes. Esto último y las guerras continuas que mantenían los señores y los reyes por conseguir nuevos territorios sumió al pueblo llano en una gran pobreza e ignorancia durante siglos, siendo únicamente guiados por las enseñanzas de la Iglesia que les mostraban la distinción entre el bien y el mal personificándolos en el Cielo y el Infierno.
Para entender el por qué de la construcción de las catedrales vamos a utilizar un Telescopio del Tiempo que propongo al final de esta entrada apuntando a un día del siglo XIII y vamos a ver a través de los ojos de Juan, un campesino de esa época, por qué vio una catedral por primera vez y el impacto que produjo en su vida... Te invito a este viaje a través del tiempo.
Lo primero quítate de tu mente tu camiseta de algodón, tus tejanos y tus zapatillas de deporte... ah! y tus gafas de sol. Imagínate que estás observando a Juan, un campesino del siglo XIII de una villa de la provincia de Burgos que lleva una vida muy dura en su lucha contra el frío para hacer sus labores del campo, con una tecnología muy rudimentaria que le obliga a un trabajo físico extenuante. El Señor feudal de su comarca tuvo relaciones sexuales la noche de bodas con su esposa Jimena antes que él mismo debido al Derecho de Pernada, y pasados unos años la Peste se la llevó junto con su hijo al no resultar efectivas las sangrías que le practicaron para curarles. Para colmo, la mitad de las hortalizas que recoge en su huerto tiene que entregarlas al recaudador de impuestos del Señor del feudo como diezmo.
La única explicación que le habían dado los monjes de su villa a todas sus preguntas desde niño estuvieron relacionadas con la religión y la voluntad de Dios. Además le habían contado que existía un Infierno al que iría de cabeza si no limpiaba sus pecados antes de morir. Para asegurar que eso no ocurriera y que gozaría de un lugar celestial cuando dejara este mundo, el monje les había relatado a todos los vecinos en la misa que consiguiendo algo llamado indulgencias tendrían casi conseguido un puesto en el Cielo a la derecha de Dios Padre. Preguntando al monje cómo se conseguían esas indulgencias le había contestado que viajando a un remoto lugar donde acaba el mundo, donde se encuentran las reliquias del Apóstol Santiago y que venerándolas habría concluido su peregrinación y conseguido su entrada en el cielo siendo perdonados todos sus pecados hasta ese momento.
Teniendo en cuenta la soledad en la que se encontraba, después de pensárselo mucho y calculando que el viaje le llevaría al menos 2 meses de andadura de ida y otros tantos de vuelta para recorrer los 460 km que le separaban de Santiago según contaba el monje, se tragó el miedo a las historias y leyendas que le habían contado sus vecinos, desde lobos y perros salvajes que atacaban en las montañas hasta ladrones y asaltantes de caminos que podrían dejarle sin su morral o sin su vida. Juan creyó que bien merecía la pena el esfuerzo para conseguir la vida eterna en el equipo de los Buenos.
Metiendo en un morral algo de tocino seco, una hogaza de pan, los pocos víveres que le cabían y una bota de vino (del que en un futuro sería de Ribera de Duero), comenzó su Camino de Santiago saliendo de su casa por el embarrado camino de Burgos, para tomar la dirección de León como primer punto importante del Camino, según le recomendó el monje benedictino de su villa.
En Burgos Juan pasó cerca de unas obras de un edificio en construcción donde vio hombres picando piedras. Al primero de ellos que tenía aspecto de cansado y de hartazgo le preguntó que estaba haciendo y le contestó "ya ves aquí picando piedra". Unos metros más allá encontró a otro picador de piedra con un brillo especial en los ojos y le hizo la misma pregunta, a la que le contestó mirándole directamente a los suyos, "estoy construyendo una catedral". En verdad la catedral de Burgos, comenzada en 1221, estaba todavía en construcción cuando la de León comenzada en 1025, ya estaba ya muy avanzada.
En el exterior de la Catedral
Al cabo de unos cuantos días de marcha llegó a Léon, su primera etapa del Camino, y no le hizo falta preguntar donde estaba su primer destino de purificación, la Catedral, porque desde varias leguas de distancia ya venía viendo sus altas torres.
Al girar una esquina de una pequeña calle de repente se topó por primera vez con la Catedral en toda su plenitud, se le cortó la respiración y perdió la noción del tiempo mirándola una y otra vez de abajo a arriba. No había visto nunca antes nada parecido, tan majestuoso, tan bello, tan alto que parecería tocar el Cielo con los pináculos de sus torres, Ese que quería ganar con las indulgencias. La única referencia que tenía en su vida era la pequeña ermita románica de su villa donde el monje le recomendó: "sal de aquí, recorre todas las iglesias que puedas en el Camino y busca tu salvación en Santiago".
Por fin se plantó a los pies de la Catedral y empezó a mirar hacia arriba. Lo primero que contemplo fueron las bellas y trabajadas figuras de las arquivoltas y del timpano que le recordaron a algunas de las pláticas e historias que contaba el monje en las misas de su villa.
Siguió levantando la vista poco a poco y le sorprendió el inmenso ventanal redondo o rosetón del que se preguntó para que servíría ya que desde afuera no era demasiado bello. Pero si le gustó la simetría de sus dibujos en forma de flor.
Continuó levantando la mirada, con el cuello medio roto, ya que el solía mirar normalmente hacia el suelo para trabajar las hortalizas de la huerta, y no hacia las alturas. Las torres con los picudos pináculos apuntantaban directamente al cielo. Pensó que era como una gran arca que le iba va a transportar directamente a Dios.
Finalmente observó un lateral y contempló los poderosos contrafuertes culminados por los arbotantes que sujetaban el cuerpo principal del edificio como un exoesqueleto y comprendió que es lo que le permitía alzarse hasta el cielo
Le había impresionado tanto todo el exterior que estaba totalmente predispuesto para ver y creer las historias que viera y le contaran en su interior.
En el interior de la Catedral
Juan no supo cuánto tiempo había transcurrido admirando el exterior de la Catedral y cuando por fin despertó del ensueño decidió atravesar la puerta. Antes de ello sacó del morral la bota de vino y le echó un trago para coger la valentía que te permitiera atravesar el dintel de la gran puerta de madera labrada. Notó como una luz divina en su nuca que le empujaba a entrar y un escalofrío que le recorrió la espalda.
En el interior cientos de peregrinos se movían como él temerosos en este lugar de dimensiones hasta ahora nunca vistas tanto en anchura como en altura. Lo primero que le llamó la atención fue la luz multicolor que entraba por todas partes. Él estaba acostumbrado a la penumbra de las iglesias románicas pero aquí la luz desbordaba a través de las vidrieras de colores que sustituían a las paredes. En este momento comprendió el sentido que tenía el rosetón que era como una inmensa linterna que iluminaba la catedral desde atrás.
Empezó a caminar lentamente por una de las naves laterales porque no se atrevía a hacerlo por la nave central que llevaba hasta el Altar Mayor. Entonces, mirando hacia arriba cayó en la cuenta de que las vidrieras multicolores tenían pinturas como cuadros pintados sobre el cristal, describiendo a Santos o pasajes del Evangelio o de la historia de la Iglesia. Lo que el monje le había contado en misa ahora lo podía ver representado con sus propios ojos y en colores vivos y maravillosos que nunca olvidaría.
Toda la catedral era un inmenso libro en colores con luz retroiluminada (la misma técnica con la que ahora vemos la TV) que produciría el mismo efecto en sus recuerdos, y para toda tu vida, como ahora nos produce ver una gran película... ¡¡¡ en el siglo XIII ya se había inventado la televisión estática !!!
Los robustos pilares sujetaban las bóvedas de crucería (aunque Juan no supiera que se llamaban así) con sus nervaduras de arcos apuntados, que eran muy diferentes a los que había visto siempre en la ermita románica en la que los arcos eran redondos. Estos pilares permitían alcanzar una altura en la que Juan se sentía diminuto y la asociaba a la grandeza de Dios frente a él... seguro que por encima de esas bóvedas nervadas debía estar el Cielo, pensó. Y a través de las vidrieras allí en lo alto seguro que estaba entrando luz celestial.
Poco a poco se decidió a caminar por la nave central y acercarse al Altar Mayor donde un retablo inmenso describía en detalle un resumen de lo que tenía que recordar y llevarse grabado en su memoria para siempre. Totalmente policromado y enriquecido con pan de oro le atraía por sus colores y riqueza y se fijaba en su memoria.
Estuvo varios días deambulando sin rumbo por las naves sin bajar la cabeza ensimismado en las vidrieras abducido por sus colores y luz. Pero ya era hora de continuar el viaje. Si esta catedral era tan bella y le había producido tantas emociones y elevación espiritual, cómo sería la de Santiago de Compostela que era el objetivo final de su Camino. Ahora estaba lleno de energía, de fe y de motivación para aguantar las penurias que hubiera en el Camino y nada le impediría conseguir llegar al fin del mundo donde le esperaban nuevas emociones en la catedral, las indulgencias y la Salvación.
Volvamos lentamente al siglo XXI para que no sea demasiado brusco el cambio y pensemos que lo descrito anteriormente podría haber sido lo que hubiera pasado por la cabeza de una persona del pueblo llano en la Edad Media cuando viera las catedrales góticas. Es admirable el esfuerzo de imaginación para la operación de marketing que la Iglesia realizó para conseguir motivar al pueblo, e impactar en sus mentes de tal manera que consiguieran la fuerza interior para realizar el Camino y para ser fieles a sus enseñanzas. Y todo eso sin los medios de comunicación actuales,... sino inventando la televisión estática.
El telescopio del tiempo
Esta es la ficción científica a la que hacía referencia anteriormente. Sólo trata de ser un ejercicio de imaginación y pasar un rato divertido con bases tecnológicas:
A pesar de lo que las películas de ciencia ficción nos muestran, los viajes en el tiempo no parecen factibles aplicando la teoría de la relatividad de Einstein ya que para realizarlos hay que aproximarse a la velocidad de la luz y ello supondría que la materia que la alcanzara se convertiría en energía debido a la famosa fórmula E=mc2. Como alternativa se me ocurre otra teoría totalmente especulativa y de ficción que se basaría en los siguientes puntos basándome en las líneas emergentes y de investigación de la tecnología actual.
Ya que no podemos viajar materialmente en el tiempo tratemos de ver lo que realmente ocurrió en tiempos pasados mediante realidad virtual. El Sistema que nos permitiría ver otros tiempos le podríamos llamar "El Telescopio del Tiempo" y se basaría en los siguientes principios :
Detección en el aire todos los datos siguientes:
Restos de partículas de células de la piel con idéntico ADN que una persona va reponiendo al cabo de una vida. Datando su antigüedad y agrupándolas se podría simular informáticamente el cuerpo físico de una persona concreta que vivió en una época determinada. Las tecnologías intervinientes serían:
Sensores y detectores basados en las tecnologías de detección de partículas evolucionando los que se usan en los laboratorios mundiales de estudio y aceleración de partículas
Instalación de éstos en las Ciudades Inteligentes (Smart Cities) mediante las plataformas de IoT (Internet of Things/Internet de las Cosas), conectadas a su vez entre si mediante Internet.
Ondas alfa, beta y gamma superdébiles que radió el cerebro de la persona con el fin de reconstruir las emociones del individuo
Ondas de presión producidas por las conversaciones de la persona que aún quedan reverberando en el aire.
Todo estos datos que llegarían a alcanzar una cantidad de varios yottabytes se almacenarían en una base de datos Big Data, que al ser no estructurada nos permitiría acceder a esta cantidad de datos. Para que os hagáis una idea de la ingente cantidad de datos almacenados os diré que
1 yottabyte = 1024 zettabyte = 1024 exabytes = 1024 petabytes = 1024 terabytes =
1024 megabytes = 1024 kilobytes = 1024 bytes
Es decir 1 yottabyte son 10 elevado a 21 bytes. Un 1 seguido de 21 ceros
Representar en una pantalla la figura, el movimiento y conversaciones de la persona concreta gracias a los Motores Gráficos como los utilizados actualmente en los videojuegos en 3D
Finalmente el corazón del Sistema Telescopio del Tiempo sería un ordenador cuántico que tiene una capacidad de computación 100 millones de veces mayor que uno actual y de los cuales ya se está usando algún prototipo
Quizá alguna vez se llegue a ver algo así pero de momento hagamos el ejercicio imaginativo de que la humanidad lo ha conseguido y podemos ver en una pantalla lo que pasó en los lugares que visitamos.
Mapa de la Ruta de Santiago por tierras de León
Este mapa se irá actualizando según avancemos en los capítulos que describen el Camino por León.
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