Si quieres conocer dos edificios que Gaudí construyó fuera de Cataluña sigue leyendo este post. También podrás conocer Astorga y los pueblos maragatos del Camino de Santiago por los que seguro que pasó Juan, nuestro imaginario peregrino del siglo XIII y que ya pudiste conocer en el anterior capítulo "Por qué se construyeron las catedrales góticas"
If you want to know two buildings that Gaudi built outside of Catalonia read this post. You can also visit Astorga and the maragatos towns in the Camino de Santiago for which Juan visited, our imaginary pilgrim thirteenth century and could already know in the previous chapter "Why the Gothic cathedrals were built"
RECOMENDACIÓN MUSICAL
Música celta moderna para acompañar el Camino
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Modern Celtic music to go with the Way
JIMENEZ DE JAMUZ
En el siglo XIII el agua de los ríos no estaban depuradas y producían muchas enfermedades por ejemplo por la descomposición de animales muertos aguas arriba. Para evitar estas enfermedades el mundo se dividía en dos partes, la parte que bebía vino y cerveza (occidente) cuya fermentación destruía los gérmenes y la que bebía té (oriente), cuya cocción hacia el mismo efecto sobre las bacterias.
La España medieval pertenecía a la parte del mundo que bebía vino y por ello nuestro peregrino Juan al que conocimos en el capítulo anterior lo primero que metió en su morral para el viaje fue su bota de vino hecha con tripa de cordero curtida. Aunque lo dosificaba bien estaba obligado a rellenarla en las posadas por las que iba pasando.
En su siguiente etapa desde León a Astorga, que veremos en este capítulo, en una de las posadas del Camino a varias leguas de León le nombraron el vino del pueblo de Jiménez de Jamuz como uno de los mejores de la comarca y por ello, aunque le desviaba de su principal dirección, decidió pasar a rellenar su bota y a tomar fuerzas degustando el famoso caldo.
Al llegar al pueblo una nueva sorpresa le estaba esperando a Juan ya que en vez de encontrarse con una posada o una bodega tradicional, lo que vio fue unas cuevas con puerta formado un paisaje ondulado en la falda de unas pequeñas colinas. Llamando a la puerta de una de ellas pudo comprobar que eran bodegas subterráneas a modo de cuevas o galerías. Le contaron que estaban hechas picando a mano con pico y pala sobre un barro más duro que el utilizado en las alfarerías. Allí el vino fermentaba y envejecía como en ningún otro sitio manteniendo siempre una temperatura constante.
Este tipo de bodegas se pueden encontrar a lo largo de Léon pero la mayor cantidad las vemos en este pueblo, habiéndose convertido algunas de ellas en restaurantes. La referencia para encontrarlas si vas a visitarlas es que están a la entrada del pueblo a la derecha, viniendo desde la AP-6 y siguiendo la indicación de Bodegas el Capricho
ASTORGA
El paso de Gaudí por León
Los edificios más conocidos del gran Arquitecto catalán Gaudí están en Barcelona, como su obra maestra de la Sagrada Familia y el resto de ellos que se distribuyen por la ciudad.
Pero además construyó tres edificios más fuera de la Ciudad Condal, uno es la Casa del Capricho en Comillas , Cantabria, y dos en Léon, uno en Astorga y otro en León capital, que pasamos a ver ahora
Palacio Episcopal en Astorga
El Palacio Episcopal de Astorga es la actual sede del museo de los Caminos. Fue el obispo de Astorga, que era de también de Reus, quién habló con Gaudí para convencerlo de realizar la obra.
Esta obra pertenece al período neogótico de Gaudí (1888-1898), etapa en que el arquitecto se inspiró sobre todo en el arte gótico medieval, el cual asume de forma libre, personal, intentando mejorar sus soluciones estructurales. Gaudí llegó al convencimiento de que era un estilo imperfecto, a medio resolver. En sus obras elimina la necesidad de contrafuertes y otros elementos.
Se comenzó su construcción en el año 1887 pero por diversos problemas, entre ellos la muerte del arquitecto y la del obispo, no se acabó definitivamente hasta 1913 por Ricardo García Guereta. Nunca llegó a ser utilizado como residencia Episcopal y en 1964 se instaló el Museo de los Caminos.
Gaudí no visitó Astorga debido a otros encargos que tenía en Barcelona sino que tras su diseño dirigió la obra a distancia enviando a albañiles catalanes que ya habían trabajado con él para que construyeran con precisión sus planos e ideas .
El material elegido fue el granito blanco de Bierzo para no destacar excesivamente con la fachada de la vecina Catedral.
El palacio tiene un aspecto que recuerda más bien a un castillo, con almenas, miradores y hasta un foso que actualmente rodea todo el monumento y en el que están ubicadas tres esculturas que diseñó el propio Gaudí.
Las murallas romanas construidas a principios del siglo IV d.C con fines defensivos que rodean todo el casco antiguo de Astorga pasan muy cerca del palacio. Y en este tramo, se encuentra a escasos metros los restos de la Puerta Romana, de unos cuatro metros de anchura que estaba flanqueada por dos torres de planta semicircular.
Ambos edificios, Palacio Episcopal y Catedral parecen formar parte de un solo conjunto arquitectónico.
Edificio Botines en León
Nos trasladamos por unos instantes a León y vemos la casa Botines, o casa Fernández y Andrés que es un edificio de estilo modernista, y es otra de las tres obras que Gaudí construyó fuera de Cataluña. Originalmente fue almacén comercial y residencia particular, fue construido y diseñado entre 1891 y 1894.
El término casa Botines deriva del apellido del fundador de la sociedad, Joan Homs i Botinàs, empresario y comerciante español asentado en la capital leonesa, que dirigían Mariano Andrés Luna y Simón Fernández Fernández, responsables del encargo de la casa a Antoni Gaudí.
Escultura en bronce a los pies del edificio que muestra a Gaudi estudiando los planos del edificio Botines.
Centro de Astorga
Astorga es la capital del País de los Maragatos, comarca de la provincia de León (Castilla y León, España) que reúne varias subcomarcas. La comarca maragata limita al occidente con la comarca del Bierzo por donde proseguirá nuestro Camino de Santiago.
Hasta comienzos del siglo XX los maragatos se caracterizaron por utilizar una vestimenta que les era típica, practicar la covada consistente en la permanencia, tras el nacimiento de un hijo, del padre en la cama, recibiendo atenciones, mientras la madre volvía a sus tareas habituales, y siendo una población emprendedora y viajera, recorrer con carromatos el oeste y el centro de España, vendiendo principalmente productos artesanales que realizaban en su comarca, en especial, en poblaciones tales como Astorga y Castrillo de los Polvazares. La maragatería es muy famosa por su gastronomía, en especial por su cocido maragato.
No te pierdas en Astorga
Catedral
Juan pasó en su camino por Astorga capital de los pueblos maragatos pero no pudo ver la catedral ya que empezó a construirse en en 1447 sobre los restos románicos. Siendo la cabecera y los dos primeros tramos de estilo Gótico tardío, se continuó su construcción hasta el siglo XVIII y se puede ver que fueron añadiéndose otros estilos como el Renacentista y el Barroco.
Lo que si pudo ver Juan fue la pequeña iglesia románica que aun permanece en pie junto a la Catedral y que le recordó a la de su pueblo con el campanario que tantas veces había oído sonar.
CASTRILLO DE LOS POLVAZARES
Desde Astorga Juan emprendió camino hacia su próximo punto en el Camino, Ponferrada. Al cabo de unas horas Juan vio a lo lejos un bulto oscuro en la cuneta del camino y mientras iba acercándose más tenía la certeza de que se trataba de un hombre tumbado. Cuando llegó junto a él comprobó que efectivamente se trataba de un hombre con ricas vestiduras, que aún respiraba y aunque estaba consciente parecía estar bastante desubicado. Juan, que era una hombre de buen corazón, le incorporó y comenzó a hablarle para ver su estado y le dio de beber el delicioso vino que había comprado. Esto parece que le reanimó y comenzó a reconocer la figura de su bienhechor. Al cabo de un buen rato recobró el habla y presentándose como José le contó a Juan que mientras se dirigía a Astorga, su caballo se había asustado con una culebra que zigzagueaba por la mitad del camino, descabalgándole entre relinchos. José había caído al suelo golpeándose la cabeza y el caballo había echado a correr despavorido. El golpe en la cabeza le permitía andar pero no en línea recta y Juan se brindó a acompañarle a su casa, que según le dijo José estaba a un par de leguas en la villa de Castrillo de los Polvazares.
Suerte que habían comenzado a andar por la mañana pasando el brazo de José por encima de los hombros de Juan, por lo que al atardecer pisaron la empedrada y ancha calle principal donde José tenía su casa. Juan observó las peculiares fachadas de las casas construidas en piedra rojiza. Al llegar a la casa los quejidos de José alertaron a su esposa Aldara, que salió haciendo aspavientos creyendo que su marido estaba malherido. Llenó de besos las manos de Juan cuando comprobó que sólo había sido un susto, que todo se resolvería con reposo de unos días, que Juan le había salvado la vida y traído de vuelta a casa.
Acomodaron a José en su cama y Aldara le hizo beber un caldo de carne bien caliente que le reconfortó al momento y a Juan también le ofreció un pedazo de pan con chorizo invitándole a pasar la noche en la casa agradecida por su acción.
Con las primeras luces del Alba los gallos anunciaron el nuevo día y José se levantó con un aspecto mucho mejor que el del día anterior. La conversación entre el matrimonio despertó a Juan de la mullida cama rellena de paja y de panochas secas de maíz en la que había dormido y se dirigió a la cocina dando los buenos días a la pareja. Aldara contenta por la mejoría de su marido y para hacer los honores a Juan y agradecerle su buena acción comenzó a cocinar para tener listo a la hora de la comida el guiso típico de estas tierras, el cocido maragato. Para ello puso a cocer a fuego lento en la olla que colgaba de un soporte triangular encima del fuego de la cocina, siete tipos de carnes diferentes, la berza, las patatas y los garbanzos.
Acomodaron a José en un sillón cerca del fuego de la cocina y José le contó a Juan que esta comarca se llamaba la de los pueblos maragatos. Los hombres se ganaban la vida siendo arrieros, que consistía en comerciar con vinos, salazones de pescados, y muchos otros productos, que transportaban al interior desde la costa gallega, y al volver cargaban con embutidos y productos de secano. Por eso las llamadas casas arrieras estaban diseñadas para esta actividad y tenían grandes almacenes.
Según transcurría la mañana el exquisito olor que desprendía la cocción comenzó a despertarle a Juan el hambre, y cuando llegó la hora de la comida ya le estaban rugiendo las tripas.
Sentados a la mesa Aldara sirvió como primer plato las carnes en vez de la sopa. José le contó a Juan que esta tradición, que también mantenían en las casas, era debida a que cuando los arrieros salían de viaje a comerciar durante largas temporadas llevaban una fiambrera de madera con trozos de carne y cerdo cocido, y cuando llegaban a las posadas primero comían estas carnes que estaban frías y luego le pedían al posadero que les sirviera un plato de sopa caliente para calentar sus estómagos.
A la mañana siguiente Juan quería comenzar su viaje hacia la siguiente etapa, Ponferrada, por lo que comenzaron las despedidas a Aldara y José. Aldara sorprendió a Juan con el mejor regalo posible: una fiambrera de madera llena de carnes del cocido cocinado el día anterior. Esto le serviría a Juan para unos cuantos días de buen comer. La metió en el morral que quedó abultado como si estuviera embarazado y salió al portalón de la casa mientras esperaba a José y Aldara que aún estaba en el interior. Mientras curioseaba el exterior vio pasar a los arrieros con sus grandes carros llenos de productos y que eran capaces de cruzarse gracias a la amplia calle principal.
Juan se giró hacia el interior de la casa esperando a que saliera la pareja para las despedidas finales cuando de repente sintió un aliento en la nuca y le produjo un escalofrío que le recorrió la espalda, pero en ese momento salió Aldara. Con un imperceptible movimiento de cabeza hacia su derecha Juan vio cómo una sombra se escabullía por la calle del costado de la casa. No quiso darle más importancia y reiterándose las gracias mutuamente Juan les prometió que pasaría a verles a su vuelta de Santiago de Compostela una vez terminada su peregrinación.
Aun hoy se sigue comiendo el cocido maragato al revés tal como lo contaba José ya que la tradición ha ido pasando de padres a hijos hasta nuestros días
Mapa de la Ruta de Santiago por tierras de León
Este mapa se irá actualizando según avancemos en los capítulos que describen el Camino de Santiago por tierras de León. Sigue el orden alfabético de los marcadores y pinchando en ellos podrás acceder directamente al post que lo describe.
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