Las cervezas de Bélgica son especiales y muy buscadas por cerveceros de alrededor del mundo, y no es para menos.
En este artículo, vamos a sumergirnos en el corazón de la cervecería belga, donde cada botella de cerveza cuenta una historia de tradición, innovación y pasión.
Historia y Tradición de las Cervezas de Bélgica
En el corazón mismo de Bélgica, se teje un tapiz de experiencias cerveceras que se entrelazan con la historia y la identidad de esta nación.
La cerveza de Bélgica , más que una bebida, es un vínculo arraigado en el patrimonio cultural inmaterial, reconocido como un tesoro por la UNESCO.
La magia reside en la diversidad de sus más de 1.500 variedades únicas que definen a Bélgica.
Desde los albores de los años 80, las cervezas artesanales han florecido, creando un mosaico de sabores regionales que conquistan paladares.
Incluso los monjes trapenses, han convertido la elaboración de cerveza en una noble misión, donando sus frutos para obras de caridad.
La cerveza, más allá de ser una bebida, se ha convertido en un ingrediente de alto vuelo en la cocina belga, realzando quesos y acompañando platillos.
La cerveza es una tradición que fluye de generación en generación, asegurando que el legado cervecero belga siga su imparable ascenso.
La Influencia Monástica en la Cervecería Belga
Los monasterios jugaron un papel crucial en el desarrollo de las cervezas de Bélgica. Las abadías cerveceras han perfeccionado y contribuido a la economía local y al bienestar social.
Marcas como Maredsous y Delirium son ejemplos de cómo la tradición monástica continúa influyendo en la cervecería moderna.
Variedades y Estilos belgas
En el vasto mundo de las cervezas de Bélgica, se despliega un abanico de estilos que capturan la esencia misma de la diversidad cervecera:
Las Cervezas Trapenses y de Abadía, concebidas por manos monásticas, encierran una complejidad única con matices frutales y especiados.
Entre ellas, la “dubbel” y la “tripel” destacan como estandartes de este arte líquido.
La Witbier, también conocida como “cerveza blanca”, despliega su turbiedad de trigo acompañada de cilantro y cáscara de naranja seca.
Las Rubias Fuertes, doradas y efervescentes, coronadas por una espuma generosa, exhiben una ligera dulzura malteada y un regusto sutilmente amargo².
La Spéciale Belge, auténticamente belga, despliega su color ámbar y un sabor suave, maltoso, a veces adornado con un toque de nuez.
La Saison, una cerveza ale proveniente de granjas, se presenta seca, con notas herbáceas o especiadas y un contenido alcohólico moderado².
Por último, la Brut, conocida como “Bière brut” o “Brut des Flandres”, se erige como una cerveza fuerte que fermenta de forma afín al champán.
Estos son solo algunos de los sabores que capturan la esencia misma de la maestría cervecera belga.
Cervezas en auge
La escena de las cervezas artesanales de Bélgica está en auge, con cerveceros experimentando con nuevos ingredientes y técnicas.
La cerveza Delirium, con su distintivo elefante rosa, es un ejemplo de cómo la innovación puede llevar a cervezas memorables.
Y si hablamos de innovación, proyectos como la cerveza por tubería en Brujas, demuestran cómo la tradición y la modernidad pueden coexistir.
Marcas de cervezas de Bélgica
Cantillon Fou Foune
Oude Gueuze Tilquin a LAncienne
Brugse Zot
Kwack
La Trappe
Trobador
Delirium Tremens Duvel
Mort Subit
Leifmans kreik
Augustijn Blond
Chimay Triple
Hoegaarden Wit-Blanche
Rochefort 10
Cuvée Des Trolls
Cantillon Oude Gueuze Lambic BIO
28 Pils Freedom Pils
Gordon Finest Chrome XXXtra Strong
West Pils
Stella Artois
Duvel
Turismo cervecero
El turismo cervecero en Bélgica despliega una experiencia sin igual que atrae a entusiastas de todos los rincones del planeta.
Aquí te presento algunas sugerencias para sumergirte en la exuberante cultura cervecera belga:
Brasserie Cantillon en Anderlecht no solo es una fábrica, sino un museo viviente de la cerveza donde la historia de las cervezas lámbicas se despliega.
El famoso Delirium Café en Bruselas es reconocido por su carta con más de 3.000 tipos de cerveza, con auténticas rarezas que no encontrarás en otro lado.
Moeder Lambic, también en Bruselas, representa un enclave moderno especializado en cervezas lambic de grifo.
Además, existen rutas organizadas que exploran la historia, tradición y los variados estilos de las cervezas belgas, llevándote a lugares de producción.
No olvidemos la icónica Grand Place en Bruselas es un punto de encuentro repleto de cervecerías y sitios míticos para degustar esta bebida.
Si buscas una experiencia más profunda, adéntrate directamente en el corazón de las abadías locales para probar las cervezas de abadía belgas en su hábitat natural.
Esto es solo una parte de lo que Bélgica reserva para aquellos que aman la cerveza.
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Conclusión
Las cervezas de Bélgica llevan una diversidad de estilos y una constante innovación, siendo así uno de los países cerveceros más respetados del mundo.
Esperamos que este viaje te haya inspirado a explorar más y, quién sabe, quizás incluso a planear tu próximo viaje a este país con una rica tradición cervecera.
¡Salud!