Siempre que pensamos en viajes, lo asociamos inmediatamente a las maletas. Y es que, ¿cómo podríamos transportar sino nuestro equipaje sin este utensilio?
Hay una inmensa variedad de maletas para suplir nuestras necesidades en cada tipo de viaje que tengamos que necesitar y al tipo de viajero. En este post analizaremos algunos de estos tipos y en qué tipo de viaje recurriríamos a cada uno de ellas.
Asegúrate de escoger la maleta más adecuada para tu tipo de viaje:
Escogiendo el tamaño de la maleta: Ten en cuenta días de estancia, medio de transporte en el que realizarás el viaje hasta tu destino... En términos generales, lo más lógico para una persona o para una pareja es que dispongamos de dos maletas: una pequeña, adecuada para escapadas de fin de semana y/o viajes en avión donde la maleta viajará en cabina; y otra de un tamaño superior ideada para vacaciones más largas.
Como vemos, las maletas pequeñas tienen dimensiones estándares para cumplir con el tamaño establecido en cabina por la inmensa mayoría de líneas aéreas. Más o menos, este tamaño oscila entre los 46-55 cm. Basta con que tener una por persona para albergar lo necesario para un mínimo de 3-4 días (incluso más si tenemos una habilidad especial doblando y colocando la ropa y demás enseres personales).
El problema surge entonces con la maleta de mayores dimensiones. Existen maletas intermedias, que van de los 56 a los 65 cm, ideales para puentes o escapadas de más días de duración (entre 5 y 6 días, incluso casi una semana). Pero si planeamos hacer un viaje de más de una semana, uno que abarque unos 10 o 15 días, habría que pasar a maletas de tamaños considerables. Estas maletas grandes suelen sobrepasar los 70 cm y son más que suficientes para suplir nuestras necesidades de almacenaje para incluso una quincena de vacaciones. Y si en el viaje existe más de un viajero, podremos optar por complementar con dos maletas pequeñas de tamaño estándar o añadir otra intermedia o tirando hacia grande.
Maletas, ¿Con o sin ruedas? ¿Dos o cuatro ruedas? Es innegable la comodidad de las bolsas de viaje con ruedas. Las primeras maletas con ruedas en aparecer fueron las de dos, que presentaban el inconveniente de ser inestables cuando iban demasiado cargadas. Por eso, pronto fueron sustituidas por las de cuatro ruedas debido a su mayor estabilidad. Además, esta clase de maletas nos permiten girar las maletas en todas las direcciones, lo cual les añade un plus de comodidad. Hablamos, en ambos casos; de maletas tipo "trolley", ya que también hay versiones de bolsas con ruedas pero sus usos han quedado ya obsoletos.
Elección según el transporte: Dependiendo del medio de transporte por el que nos decantemos, podremos encontrarnos o no limitados en cuanto al peso de nuestro equipaje. Sobre todo si escogemos el avión, ya que suele ser bastante restrictivo en cuanto a peso, por eso lo ideal sería escoger maletas ligeras que nos permitan cubrir con más kilos de nuestras pertenencias.
Así que, ahora solo queda que decidas tu destino, ¡y viajar!