Si alguna vez has acudido a una tienda especializada en maletas de viaje, ya sabrás que las opciones que tienes donde elegir son infinitas. Puedes elegir entre maletas duras o blandas, con o sin ruedas, grandes o pequeñas, etc. Aunque algunas características son muy importantes cuando se trata de comprar una maleta para llevar ropa y accesorios a tus viajes, no siempre son las que uno podrías esperar.
A continuación te proponemos una serie de consejos para que te enfoques en los aspectos más importantes y encuentres la mejor opción para tu próximo viaje.
Tamaño
El primer atributo en el que debes fijarte antes de comprarte cualquier accesorio para transportar tu equipaje, es el tamaño. Si eres del tipo de personas a las que les gusta viajar con un equipaje ligero, opta por una maleta de mano. Infórmate antes del tamaño máximo de las maletas que se pueden subir a la cabina del avión según la aerolínea que vayas a utilizar. De esta manera reducirás el riesgo de daños en tu equipaje, evitarás tiempo de espera y en muchos casos te ahorrarás pagar cargos por facturar tu equipaje.
¿Maletas duras o blandas?
Las maletas rígidas o duras tienen algunas ventajas, pero no siempre son la mejor opción. Evita el plástico (se rompe con mucha facilidad) y opta por materiales como el policarbonato. Las maletas de metal son más robustas pero por contra también añaden un peso extra a tu equipaje.
Las maletas blandas hechas de tela tienen como inconveniente que no son resistentes al agua o que pueden ser blanco de ladrones, ya que se pueden abrir con cierta facilidad. Aún así también tienen algunos beneficios. Generalmente son más baratas y se pueden reparar con más facilidad si sufren algún daño. También puedes aprovechar mejor el espacio y pesan menos.
Ruedas y asas
La mayoría de maletas ahora vienen con ruedas, haciéndolas mucho más fáciles de transportar siempre que recorras superficies planas. Las maletas Gabol son un ejemplo de ello. Para obtener más durabilidad y estabilidad, opta por maletas cuyas ruedas sean anchas y estén lo más separadas posibles.
Tener ruedas en las cuatro esquinas es ideal para maletas pequeñas; se deslizan más fácilmente y permiten que la maleta se pueda girar lateralmente para maniobrar en espacios reducidos.
Las asas que se suben y se bajan son más cómodas, pero nuevamente son más propensas a romperse accidentalmente. Elige una maleta que tenga un mango robusto y que se adapte a la altura y longitud de tu brazo.
Cierres y cremalleras
Opta por cierres de pestillo antes que cremalleras siempre que sea posible. Muchas cremalleras (sobretodo las más baratas) se pueden enganchar fácilmente, haciendo que abrir y cerrar la maleta sea cada vez más complicado. Los cierres de pestillo te ayudan a mantener tu equipaje mucho más seguro y te ofrecen la posibilidad de tener una cerradura incorporada (con llave o con combinación) según tus preferencias.
Si decides optar por una maleta con cremallera, asegúrate de que se pueda bloquear con un candado para mayor seguridad.
Equipaje para niños
Si tienes pensado viajar con niños es posible que también te plantees comprar una maleta para ellos. Entre otras cosas deberás tener en cuenta aspectos como el tamaño, el peso o la medida del mango.
De todos modos, si tienes experiencia viajando con niños ya debes saber que la última palabra sobre el contenido de las maletas va a ser de ellos y en el momento que decidan vas a tener que abrir la maleta. Cuando eso pase te darás cuenta que abrir una maleta en lugares estrechos como un tren o un avión no es nada práctico, ya que tienes que colocarla en un lugar plano como es el suelo para abrirla. Una buena alternativa para los viajes con niños son las mochilas escolares.
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